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108 años de Corralito: una antigua posta, el tren y la ruta

Por Redacción ACN • 01/12/2021 19:56 • Tiempo estimado de lectura: 6 minutos

La localidad del departamento Tercero Arriba, celebra su aniversario cada 1 de diciembre. Una historia que nació en una posta, siguió con el tren y continúa, ahora, con una nueva vía de comunicación.

Corralito celebra su cumpleaños cada 1 de diciembre.

Cada 1 de diciembre Corralito celebra su cumpleaños por la llegada del primer tren, en 1913. Sin embargo, su historia puede considerarse diferente a muchas de las poblaciones que nacieron por el ferrocarril.  

Si bien se conformó con la llegada de la primera formación ferroviaria, en su origen y en su denominación, hay que remontarse, por lo menos, hasta el siglo 19. Es que la población adoptó su nombre de una antigua posta ubicada al oeste, en lo que era el «Camino Real» entre Córdoba, Río Cuarto y Cuyo. 

Una Posta y una laguna que ya no existen

El nombre procede de un sitio que se encontraba al oeste del actual trazado urbano, conocido como «La Posta», «La Loma» o «La Laguna del Corralito».

Allí existía, hasta que en los setenta desapareció por el avance de la agricultura, una laguna, el único estanque natural entre los ríos Xanaes y Ctalamochita. 

Junto a la misma, se erigía una posta. Allí los viajeros se detenían a descansar y cambiar sus caballos. Estaba ubicada en el «Camino Real», que unía entonces a la ciudad de Córdoba con la Villa de la Concepción del Río Cuarto (hoy la ciudad de Río Cuarto). Era, sin dudas, un punto de referencia en el camino.

A partir de hallazgos de elementos de la cultura comechingona, se dedujo, además, que en torno a ese espejo de agua habían existido previamente asentamientos aborígenes, según lo investigado por el corralitense Juan Aberto Goy, autor de textos sobre la historia de su pueblo y con datos del pasado regional.

Aunque no exista documentación que lo acredite, se estima que allí pudo haberse detenido José de San Martín, en su viaje de Córdoba a Río Cuarto, con destino a Cuyo, antes de emprender el Cruce de los Andes.

Tanto la posta, y aún más la laguna ya no existen. Ese estanque natural, según las investigaciones de Goy, era el único existente entre los ríos Xanaes (Segundo) y Ctalamochita (Tercero). Por otra parte, al encontrarse el lugar al pie de las sierras, actuaba, de alguna manera, como sitio compensador del agua que bajaba.

Las pocas fotografías existentes de aquella laguna datan de la década de los setenta. Con el avance de la agricultura, progresivamente fue desapareciendo. De la misma, tal lo señalado, sólo quedan imágenes.

Cuando el tren llegó 

La llegada del tren entre el epílogo del siglo 19 y principios del 20, cambiaría para siempre los paisajes de la zona. Las estaciones construidas por la compañía inglesa a cargo del tendido férreo, harían que junto a las mismas se conformaran muchas de las poblaciones actuales. Éstas adoptarían el nombre de las estaciones, las que, a su vez, habían tomado el nombre de sitios cercanos. Ese fue el caso de Corralito.

La llegada del ferrocarril hizo que no solamente naciera la localidad, sino que se desarrollara a partir de aquel medio de comunicación que representaba toda una novedad para la época, además de ser una especie de cordón umbilical que abastecía a las nacientes comunidades.

Las rutas pavimentadas recién estaban planificándose. Corralito, sería por años con el tren, como había sucedido con la antigua posta, otro punto de referencia para quienes se trasladaban en los trenes de pasajeros y también para las formaciones de carga.

De una posta, que había sido referencial para los viajeros del siglo 19, con el tren, había nacido un pueblo en los principios del siglo 20, que también cumpliría la misma función.

Las decisiones de entonces hicieron que la cinta asfáltica no pasara por el pueblo. La ruta se construía al oeste. El decaimiento del ferrocarril en tiempos más cercanos (dejaban de pasar formaciones de pasajeros) y la carencia de una vía de comunicación pavimentada, hizo que de ser ese punto estratégico entre Río Tercero y Córdoba, la comunidad quedara aislada por décadas, al igual que su vecino Monte Ralo.

El día en que llegó la ruta

Por décadas, tanto Corralito como Monte Ralo, esperaron y reclamaron por una ruta . Finalmente, un ente de municipalidades (Corralito, Río Tercero, Monte Ralo y Despeñaderos) con la Provincia, concretaron el ansiado proyecto, varias veces postergado.

Era intendente de Corralito, Carlos Scotto, que promovía junto a su vecino de Monte Ralo, Ricardo Lusso, el nacimiento de aquel ente intermunicipal, sumándose los municipios de Río Tercero y Despeñaderos, en un acuerdo con la administración provincial gobernada entonces por José Manuel de la Sota. 

El ente era el responsable de ejecutar la obra hasta la sub-base, y posteriormente la Provincia sería la encargada de construir la base y tender el definitivo y esperado asfalto. 

Cuando comenzaba el siglo 21, lo que se había esperado por décadas, se convertía en realidad: vehículos que nunca habían pasado por el lugar, transitaban una ruta pavimentada, y sus ocupantes, muchos de ellos, observaban por primera ocasión una parte de la región, que hasta entonces no conocían. 

La nueva ruta, no solo acortaba la distancia entre Río Tercero y Córdoba, sino que, como está indicado, terminaba con el aislamiento histórico que habían padecido Corralito y Monte Ralo.

Solamente un dato: antes de la ruta dos frecuencias diarias de colectivos pasaban por la población. Con la llegada del pavimento, son varias las frecuencias con destino a Córdoba o Río Tercero, brindadas por dos empresas. 

Nuevamente Corralito, se convertía, como había sucedido con el lugar que le proporcionó su nombre, ubicado más al oeste, y con el ferrocarril luego, en otro punto obligado de paso.

Cuando se inauguró la terminal, la moderna estructura se complementó con la vieja estación ferroviaria, remodelada y recuperada.

108 años con otra ruta

Al celebrar sus 108 años, la localidad se encuentra no sólo con una ruta, sino con dos. Una se concluyó hace dos décadas. La más nueva, se está finalizando en la actualidad.

La primera es la que une a Río Tercero, Corralito, Monte Ralo, y Despeñaderos, acortando la distancia a Córdoba, al salir a la autovía Juan B. Bustos (Ruta Nacional 36), a la altura de la última población.

La segunda, que se construye en la gestión de uno de los hijos de quien fuera intendente cuando se concretó el pavimento de aquella ruta, José Ignacio Scotto (su hermano Juan Carlos, fue jefe comunal y es el actual secretario de Ambiente de la Provincia), une a la población con la autovía Bustos hacia el oeste.

De esta manera, pasa a poca distancia del lugar en donde se encontraba la posta inicial, matriz de la actual población, y del lugar en donde estaba la laguna del Corralito.

La comunidad, de no contar luego del tren con una ruta pavimentada, ahora tiene dos. La más nueva, la lleva casi al sitio, aunque ya la posta no esté, que le otorgó su nombre.

Fuente: 3rionoticias.com