Derechos Humanos
24M: La Comunidad Kamichingona cuida la memoria
Por Redacción El Resaltador • 24/03/2021 08:00 • Tiempo estimado de lectura: 5 minutos
La última dictadura cívico-militar dejó más de 30.000 personas desaparecidas. La lucha contra esos crímenes unió a la sociedad en un grito de Verdad, Memoria y Justicia.
La Comunidad Kamichingona del Pueblo de la Toma, invita a diferentes actividades al cumplirse 45 años del golpe de Estado, convocadas por la Mesa de DDHH de Córdoba.
Para conocer más sobre la relación de este pueblo con el 24M, nos comunicamos con Rodrigo Oroná, comunero hermano de la Comunidad Kamichingona del Pueblo de la Toma.
El entrevistado explicó están muy vinculados con los organismos de derechos humanos que convergen en la Mesa de Trabajo de Derechos Humanos, de la cual forman parte desde hace unos años, como también de otros espacios de luchas ambientales y territoriales.
Rodrigo dijo que pertenecer a la Mesa de Trabajo, por un lado de refleja la necesidad de reivindicación, interpelando el sentido de que las comunidades indígenas forman parte de un pasado, y de esa forma estar presentes en el ahora, construyendo en democracia una parte del Estado de derecho desde sus cosmovisiones y sentires.
Desde hace años trabajan para reconstruir su identidad, en esta fecha de memoria, además recuerdan que tuvieron hermanos y hermanas desaparecidas.
“Creemos que participar en la idea y en la construcción de los derechos humanos, que abarca el derecho a la vida, al ambiente sano, al trabajo, nos posiciona como sujetos de derechos, por lo tanto, son espacios que debemos ocupar como parte de una resistencia y re existencia”
Rodrigo Oroná, comunero hermano de la Comunidad Kamichingona del Pueblo de la Toma.
Por eso, reivindican que son sujetos/as de derecho y que están presentes. Por eso, el Rodrigo comentó que apelan que el 24M tenga un sentido más abierto en cuanto a la noción de memoria, una colectiva, ancestral, le agregan identidad y memoria por el territorio.
Este miércoles, realizarán una intervención en la vía pública: cambiarán nombres de calles, que hacen referencia al nacionalismo y al exterminio de los pueblos originarios, por los de miembros de la comunidad.
Por ejemplo, en la Av. Colón, en rechazo al genocida, modificarán su nombre por Av. PUEBLO DE LA TOMA.
Lo mismo ocurrirá en la Plaza Colón, donde no solo harán cambio de nombre, sino que habrá proclamas, carteles, radio abierta, fotos, libros, folleteria informativa y música.
“Apelamos a una memoria colectiva y ancestral, y en esa ancestralidad, nos paramos en nuestro territorio, para colocar el nombre que nos corresponde, y no ese nombre impuesto (Alberdi, Colón) que apelan a un nacionalismo ferviente”
Rodrigo Oroná, comunero hermano de la Comunidad Kamichingona del Pueblo de la Toma.
Los nombres occidentales sobre sus territorios fueron -y son- formas en las que los fueron colonizando, se fueron apoderando de sus formas de vincularse y recordarse.
El comunero enfatizó que apelar al olvido es una de las formas que tuvo – tiene- el Estado de construirse por sobre lo que se consideraban indígenas y salvajes.
En relación al punto anterior, señaló que vivimos en una provincia que tienen una matriz civilizatoria “terrible”, donde se considera la civilización como una cuestión evolutiva, por lo tanto, la urbe, la ciudad, tiene que avanzar constantemente dejando todo lo demás en el olvido.
“Nosotros no somos parte de ese olvido, somos presente, entonces, contra el nombre de una calle que se utilizó para invisibilizarnos, para darnos por extintos, para hacernos parte de un museo, vamos a utilizar esta herramienta de intervenir los carteles de las calles con nombres ancestrales” explicó el entrevistado.
Esperan que el Barrio Alberdi de a poco vuelva a su origen a ser un territorio Kamiare, que la plaza Colón sea un espacio Kamichingona y que la avenida sea del Pueblo de la Toma, ya que son espacios simbólicos.
“Territorializamos la memoria, que es lo más importante”
Rodrigo Oroná, comunero hermano de la Comunidad Kamichingona del Pueblo de la Toma. Sobre el 24M
Oroná reiteró que la comunidad se encuentra en plena reconstrucción, a 45 años de la última dictadura y a más de 500 años del inicio del genocidio de nuestros pueblos indígenas.
Los territorios que habitaban fueron colonizados, al igual que sus ideas, les quitaron su idioma, y ahí la herida fue casi mortal, porque la trasmisión oral de conocimiento, rituales, creencias, formas de ser y estar, se comparten en diálogos entre hermanos y hermanas. Por eso, luchan por lo que perdieron.
Hubo un tiempo en que las y los indígenas tuvieron que guardar silencios, porque el estigma de ser originario se cargaba con el riesgo de la muerte. Ahora, los tiempos son otros, lejos están de ser los ideales, pero la lucha por los derechos humanos es base para la memoria originaria, ancestral y colectiva.
Por último, si te acercás, te sumás y acompañas en la intervención, piden que no te olvides de respetar los protocolos de cuidado: uso de barbijo, tener tu propio alcohol y respetar la distancia necesaria.
Concentran en Leon Pinelo esquina Dean Funes ( a metros de la Casona), donde carteles, estandartes y banderines esperarán la Caravana de la Mesa de DDHH.