Política y Economía

Murió Carlos Menem

El expresidente Carlos Saúl Menem, murió hoy a los 90 años. El senador nacional por la provincia de La Rioja padecía una infección urinaria.

Este domingo falleció Carlos Saúl Menem en Buenos Aires.

Había estado los últimos días internado en el Sanatorio Los Arcos donde era tratado por una infección urinaria. Ya durante el año pasado había sido asistido por una neumonía bilateral.

Menem nació en Anillaco, provincia de La Rioja, el 2 de julio de 1930. Fue presidente durante dos periodos, completando una década (1989-1999) que marcó a fuego la política argentina.

La gestión de su gobierno tuvo una impronta fundamental: abrazó el neoliberalismo, con una concepción privatista, desdeñando el estado benefactor que supo construir el primer peronismo. Con la desregulación de la economía y la privatización de las principales empresas públicas, su gestión siempre estuvo marcada por escándalos de corrupción. «La década menemista» se caracterizó por privilegiar la especulación financiera en detrimento de la producción. La desindustrialización de esos años fue notable, a partir de la indiscriminada apertura de las importaciones y el sostenimiento de una paridad con el dólar perjudicial para las manufacturas nacionales. Su gran caballito de batalla fue el «Plan de Convertibilidad», ideado por su ministro de Economía estrella Domingo Cavallo. Se dispuso por ley una paridad uno a uno entre la moneda norteamericana y el peso argentino; haber superado la hiperinflación del final del gobierno de Alfonsín le valió la consideración popular, claro que sin medir las consecuencias de su política económica al largo plazo, algo que los argentinos tomaron nota cuando todo estalló por los aires, apenas dos años después de abandonar el gobierno, en diciembre de 2001. Y en cuanto a su política de derechos humanos, vale recordar los indultos que firmó Carlos Menem: en septiembre de 1989 una multitud marchó por Memoria, Verdad y Justicia, en rechazo al perdón del que ya se hablaba, pero el reclamo fue desoído y el presidente firmó en octubre de ese año cuatro decretos por los cuales les otorgó el perdón a 220 militares y 70 civiles. La intención de consagrar la impunidad por los delitos de terrorismo de estado pareció consolidarse en Argentina, pero en 2003, con Néstor Kirchner en la presidencia, el Congreso de la Nación derogó todas las leyes de impunidad dictadas mediante decretos por Menem, lo que habilitó nuevamente los juicios por delitos de lesa humanidad en todo el país.

Algunos íconos de sus dos presidencias: dos atentados terroristas, contra la Embajada de Israel primero y contra la Mutual Israelita AMIA después. Otro momento destacado fue cuanto promovió la reforma constitucional para lograr su reelección: una Convención Constituyente reformó la Constitución Nacional en 1994, previo acuerdo con la Unión Cívica Radical y su máximo dirigente Raúl Alfonsín (Pacto de Olivos). Así, quedó habilitado para un un segundo mandato, hasta ese momento prohibido por la Carta Magna. Y una tragedia que tocó de cerca a los cordobeses: el 3 de noviembre de 1995 se produjo la voladura intencional de la Fábrica Militar de Río Tercero, con el saldo de 7 muertes y más de 300 heridos. El expresidente fue acusado de ser el autor intelectual de ese atentado, que se ejecutó con el fin de ocultar el tráfico ilegal de armamentos hacia dos países que estaban en guerra en esos momentos, Ecuador y Croacia.

En cuando a las relaciones internacionales, las presidencias de Carlos Menem se caracterizaron por el giro en la política exterior: se llevó adelante durante la década del noventa un alineamiento incondicional con Estados Unidos. Las “relaciones carnales” fueron, entonces, el eje de una política exterior ajustada al clima político de esos años, donde la unipolaridad de Estados Unidos emergía con toda su fuerza a partir de la caída del bloque socialista y el consecuente fin de la guerra fría.

La década en que gobernó Menem importó, también, cambios en la manera de hacer política. La farandulización y la mediatización de la política fueron una característica de los mandatos de Menem: desde los Rolling Stone a Madonna, pasando por Michael Jackson,​ el fallecido presidente se codeó permanentemente con famosos de la Argentina y el mundo, frecuentando en todo momento los programas televisivos de mayor rating.

Cuando abandonó su gobierno en diciembre de 1999, para entregar la presidencia a Fernando De la Rúa, el país ya estaba sumido en una profunda crisis económica y social, a propósito del plan económico aplicado que acrecentó de manera exponencial la pobreza, la desocupación y la deuda externa. El corolario de ese estado de cosas fue el estallido social de diciembre de 2001, que eyectó del poder a la Alianza en el gobierno conformada por el radicalismo y el Frepaso.