Derechos Humanos
7M: Hagamos visibles las formas de vivir el lesbianismo
Por Redacción El Resaltador • 07/03/2021 08:00 • Tiempo estimado de lectura: 5 minutos
El 7 de marzo el movimiento feminista conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica. Todo beso es político, salgamos a las calles a conquistar nuestras libertades.
¿Por qué esta fecha marcó a la comunidad diversa de Argentina? Ese día, pero del 2010, en Córdoba, asesinaron a la Pepa Gaitán. La mataron por ser lesbiana, tenía 27 años. El padrastro de su novia le disparó, fue fusilada por la espalda.
En la justicia prevaleció la mirada patriarcal. Nunca se habló de en un ataque de lesboodio, no se mencionó el término violencia de género en la condena, por lo que no se agravó la pena. El femicida solo obtuvo una pena de 14 años de cárcel.
Por ese crimen, que hirió profundamente a la comunidad lesbiana de Córdoba, cada 7 de marzo se conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica. Es un día político, para mostrar las formas de vivir el lesbianismo, marcado por tomar las calles y afirmar nuestra presencia en el espacio público.
Pepa no fue un caso aislado, la violencia y discrimación contra las lesbianas persiste en la sociedad
El 16 de octubre de 2016, Eva Analía De Jesús, conocida como “Higui” fue abusada sexualmente por una patota de varones, la atacaron por ser lesbiana.
En el intento de defenderse de una violación correctiva (cuando a través de un abuso sexual intentan “corregir” a una persona por ser lesbiana, gay, travesti o transexua) hirió de muerte a uno de los atacantes.
¿Qué sucedió luego? Higui fue detenida durante ocho meses. Su caso despertó indignación dentro del colectivo feminista y diverso. Hubo marchas, campañas, reclamos a la justicia.
El 12 de junio de 2017 se dio la orden de que fuera liberada. Todavía no ha sido absuelta por el tribunal, está procesada por homicidio.
“Yo me defendí y quiero dejar de ser una víctima”
Higui, en la Izquierda Diario.
Otro caso que espera justicia, es el de Marian Gómez, condenada por besar a su esposa, Rocío Girat. El 2 de octubre de 2017, fue agredida por la autoridad policial y detenida en una estación de tren en Buenos Aires.
Mariana fue condenada a un año de prisión en suspenso por “resistencia a la autoridad”. A la fecha, todavía espera su absolución.
“Nosotros solicitamos a la Cámara que anule o revoque la sentencia del TOC 26 y declare a Mariana inocente, que la absuelva”, dijo el abogado defensor de Gómez, Lisandro Teszkiewicz (16 de febrero).
Y recientemente, el martes 2 de marzo, Norma Castillo (79), adulta mayor lesbiana, militante por los derechos humanos y LGTTBIQ+, fue desalojada de la casa donde vivía.
Norma, es conocida en el país por ser parte del primer matrimonio entre dos mujeres. Pero fue echada a la calle sin previo aviso. Es sabida que las diversidades tienen mayores obstáculos para acceder a trabajos formales, por la matriz homofóbica del país, situación que se agrava en las personas mayores.
Datos para contextualizar: En Argentina, durante los primeros seis meses de 2020 -desde el 1o de enero hasta el 30 de junio- se registraron 69 crímenes de odio en donde la orientación sexual, la identidad y/o la expresión de género de todas las víctimas fueron utilizadas como pretexto discriminatorio para la vulneración de derechos y la violencia.
Del total de las personas de la comunidad LGBT víctimas de estos crímenes de odio, el 4% de los casos fueron denunciados por lesbianas.
La información se desprende del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT, y nos pareció pertinente para comprender que la violencia no es de antes, sino que resiste en la actualidad, a pesar de los avances en materia de género.
La violencia de género, puede ser económica, física, psíquica, simbólica. Mujeres y diversidades atraviesan este tipo de agresiones cotidianamente. Los casos anteriores reflejan que las lesbianas, en pleno siglo XX, siguen siendo vulneradas. Por eso, se marcha. Se toma las calles. Se visibiliza el lesbianismo.
Lo que no se nombra no existe, lo que no existe no tiene derechos. Hagamos visibles las formas de vivir el lesbianismo.
“La visibilidad es parte de un proceso individual y colectivo. Empieza cuando se descubre el lesbianismo, sigue con la aceptación, y termina en el acto de hacerse visible socialmente. Implica un gran trabajo para enfrentar miedos, culpabilidades, sentimientos de diferencia o rareza y prejuicios” escribió la periodista Amanda Alma, para la Agencia Presentes (2018).
Ser visibles es fundamental para que no se avasallen nuestras libertades. Por eso, en Córdoba, escenario hostil donde se perpetró el crimen de Pepa, es necesario movilizar.
En esta ocasión, desde Alerta Torta proponen ofrendar a Gaitan con un altar lesbianx y colectivo, el domingo 7 marzo a partir de las 18:00 en la Plaza Intendencia.
“La propuesta es que vos puedas traer para ofrendar aquello que te vincule emocionalmente con la identidad lésbicx, cualquier objeto y/o producción que para vos tenga un significado especial. El recuerdo, la memoria de lesbianes que el odio nos arrebató. La imagen de quienes ya no están, y nos inspiran con su lucha y existencia tortx”, explica el colectivo.
Desde Alerta Torta, explican que en Argentina la disposición de altares paganos no solo responde a un intercambio cultural con otros pueblos latinoamericanos, también se remonta a un uso intempestivo del espacio público negado desde siempre para quienes subvierten la forma de recordar.
Salir porque podemos, tomar el espacio público por todas aquellas que no llegaron a hacerla, que vivieron tiempos muchos más hostiles que los de ahora, que bien o mal, parecen estar dando señales de cambio, por lo menos, en lo que refiere a la sororidad, organización feminista, abrazo entre compañeras.
Para cerrar, compartimos una frase de Ilse Fuskova, una pionera del activismo lesbiano:
“Nosotras mismas no hace mucho nos sentíamos en el pozo de la soledad. Pero a partir de los años 70 comienza una reflexión autónoma de las mujeres sobre sí mismas. Y somos capaces ahora de sacudirnos lo sucio, negativo y enfermo. Comenzamos a estar orgullosas de amar a otras mujeres. Descubrimos, valoramos, el ingrediente revolucionario del feminismo lesbiano, su lúcido análisis y cuestionamiento de la norma heterosexual, verdaderas dictadura sexual”