Medio ambiente y sustentabilidad
Asamblea de Paravachasca, sobre «Variante Ruta 5»: «la Autovía no es prioridad»
Por Diario Tortuga • 13/03/2021 19:00 • Tiempo estimado de lectura: 9 minutos
Nota destacada de la semana: Diario Tortuga
La Asamblea Paravachasca emitió un comunicado en el que considera que la «Autovía Variante Ruta 5» es un proyecto que «amenaza al ambiente y a las comunidades que habitamos».
La Asamblea Paravachasca nuclea a vecinas, vecinos y organizaciones de la región, comprometidas con la defensa del ambiente, y forma parte de la Coordinadora en Defensa de los Bosques Nativos, que está conformada por asambleas regionales de la Provincia de Córdoba.
A continuación, se reproduce el citado comunicado:
Valle de Paravachasca, 10 de marzo de 2021
“Variante Ruta 5. La autovía no es prioridad”
El 15 de diciembre de 2020 el Ejecutivo provincial envió a la Legislatura de Córdoba el proyecto de ley 31991/e/20 en el que solicita la expropiación de “los bienes necesarios para la ejecución de las obras: “Variante Ruta Provincial N° 5 – Tramo: Rotonda Ruta Provincial N° 5 (Km. 25,5) y el Acceso a la Localidad de Villa Los Aromos (km. 45,2)”.
Con el argumento de descomprimir la congestión de tránsito que se genera en verano y el último día de fines de semana largos en el tramo Villa Ciudad de América a Anisacate, el Gobierno Provincial propone una nueva ruta, llamada VARIANTE RUTA 5 que pasaría por detrás de Dique Chico, en zona de campos, cruzaría el río Anisacate en un nuevo puente, luego por detrás de Los Talas y llegaría a Villa Ciudad América.
Inicialmente el trazado incluía atravesar la Reserva Natural de la Rancherita. Ésta, que apareció como primera opción, realmente era tan obscena por el nivel de daño socioambiental que implicaba, que resulta difícil creer que era realmente una “alternativa”. Luego, aún sin pasar por la Legislatura Provincial, apareció en los medios de comunicación un trazado que implicaría una conexión que bajaría desde la variante a la altura de Los Aromos hasta la localidad de La Serranita (entre la primera y segunda entrada).
Si bien a la fecha no contamos con la información suficiente porque aún no disponemos del Aviso de Proyecto, según trascendidos en la prensa y a través de autoridades comunales, el camino propuesto está diseñado para pasar por zonas que aún conservan bosque nativo de las Categorías I y II (roja y amarilla), algunas de las cuales fueron incendiadas durante los meses de agosto-septiembre de 2020. Por lo tanto, deberían protegerse. En su artículo 30, la Ley 9814 de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos de la provincia de Córdoba, establece que “en todos los casos de incendios se mantendrá la categoría de conservación del bosque que se hubiere definido en el ordenamiento de los bosques nativos provincial establecido por la presente Ley”.
La coincidencia de la ruta demarcada con la ocurrencia de los incendios forestales alimenta las conjeturas respecto a la intencionalidad del estado provincial. La mayoría de las zonas afectadas por incendios terminan en un cambio de uso del suelo, siguiendo una tendencia progresiva que avanza desde la apertura de caminos y la planificación de redes viales provinciales, aunque esto vaya en contra de la ley. A su vez, el mismo gobernador de Córdoba ha anunciado públicamente un Plan de Restauración para las zonas incendiadas y que en el caso de Los Aromos, por donde se conectará la autovía con la actual rotonda de la Ruta Provincial N° 5, es uno de los sectores que estaba contemplado para dicha restauración.
Un proyecto que amenaza al ambiente y a las comunidades que lo habitamos
El punto central en el cual gira la discusión sobre la realización de este proyecto, refiere al impacto socio ambiental en las zonas circundantes sobre las que se pretende realizar el trazado de esta enorme obra vial. Como habitantes del Valle de Paravachasca, nos preocupa las consecuencias que irremediablemente puede generar la concreción de proyectos de esta envergadura, específicamente todo lo relacionado al crecimiento desordenado del desarrollismo inmobiliario que en los últimos años parece llevarse adelante sin ningún tipo de control y en clara complicidad con quienes deben velar por el cuidado y conservación de las zonas de protección, es decir, en zonas de categoría rojas y amarillas de alto y mediano valor de conservación.
¿Cuál es la lógica de ocupación de los territorios en el Valle de Paravachasca? ¿Esa lógica de ocupación de los territorios guarda coherencia con los Planes Estratégicos Territoriales 2017 elaborados por la Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública de la Nación propuestos para los municipios y comunas del Valle?
No es difícil imaginar que en poco tiempo la población aumentará. A través del sistema vial y su planificación en la Provincia de Córdoba (que siempre se basa en conectar la provincia con la capital, alimentando el llamado “centralismo cordobés”), es posible inferir las tendencias que favorecen al avance y ocupación de determinados usos del suelo sobre las zonas serranas, que sin duda afectarán a los ambientes naturales de gran valor de conservación, vulnerando el bienestar de las poblaciones actuales y potenciales.
La velocidad de los traslados propicia la extensión de las ciudades e influye fuertemente en la expansión de los centros urbanos regionales. Los impactos socioambientales, culturales y económicos de las variantes a las rutas principales resultan significativos fundamentalmente en las localidades que se conectan a los grandes centros urbanos. Por lo que es fácil inferir que el traslado de las problemáticas urbanas avanza hacia las zonas serranas sobre la traza de la ruta planificada.
Lamentablemente, a pesar de la existencia de estudios que documentan la relevancia que tienen los ecosistemas nativos en la provincia de Córdoba, hoy se encuentran nuevamente amenazados. La construcción de autovías y el consecuente aumento de las zonas urbanas en el paisaje circundante a las mismas, presentan consecuencias importantes que se extienden más allá del lugar que ocupan las obras. La eliminación de los ecosistemas nativos o su transición hacia ecosistemas menos complejos, es un proceso que trae como consecuencia efectos notorios en diferentes procesos ecosistémicos así como en los bienes y servicios asociados a ellos, que son fundamentales para la vida humana. Se han documentado efectos sobre los cursos de agua (cantidad y calidad), la vegetación, la invasión de especies exóticas, las poblaciones de animales y la frecuencia de incendios.
Cabe aclarar que el anticipo de que habrá “forestación compensatoria” es absolutamente insuficiente porque la biodiversidad que se destruye en un bosque nativo de categoría roja no puede ser reemplazada por una plantación de árboles nativos.
¿Qué va a pasar con los campos que se encuentran alrededor de la nueva ruta? ¿De dónde va a salir el agua y servicios para esos lotes? ¿Dónde van a ir a parar sus aguas negras y grises?
¿Cómo se va a abordar la cuestión de la basura, siendo que ya casi está colapsado el predio de enterramiento para estas comunas? ¿Cómo va a afectar a los comercios de la actual ruta que viven del tránsito? ¿Qué propuestas hay para el transporte público entre los pueblos de la zona?
Es previsible que las problemáticas aún no resueltas en la zona se vean incrementadas a partir de la concreción de una obra como la proyectada. El deterioro de la cuenca del Río Anisacate por el desmonte, la invasión de especies exóticas y el nulo tratamiento de aguas negras y grises. El acceso al agua potable aún está pendiente para muchos/as vecinas/os del Valle. La falta de planificación en cuanto al tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos crece en impacto con el aumento de la población. El sistema de transporte público es insuficiente y con una vía alternativa deberá atender a más usuarios y se dividiría perjudicando a las/os vecinas/os de los poblados sin acceso directo a la autovía.
Tenemos al menos un ejemplo concreto para analizar que nos permite hacernos una idea del sentido que tiene la realización de un proyecto de estas características y sus posibles consecuencias. Es el caso de Sierras Chicas que siguió un curso similar al propuesto para nuestro Valle. El incremento de obras viales no hizo más que aumentar la mancha urbana y, en poco tiempo, se vieron incrementados los problemas ambientales como la falta de agua potable, las inundaciones, etc. Más aún, el crecimiento demográfico sumó vehículos a las rutas nuevas y preexistentes, lo que en poco tiempo demandó abordar nuevamente la problemática de congestión de tránsito. De esta manera, se reincide en la supuesta “necesidad” de seguir avanzando en infraestructura vial, fragmentando, vulnerando y transformando la configuración de las comunidades alcanzadas.
La fragmentación de las comunidades no sólo se visualiza a nivel general, sino que de manera individual. En el proceso de las expropiaciones, según el régimen de expropiaciones de la provincia de córdoba (Ley 6394 modificada por Ley 10210), se habilita que ciertos terrenos se expropien en parte, incluso si lo que le queda al propietario no es habitable. Esto ha sucedido en el proceso de expropiación para la reciente infraestructura vial de Punilla. Cuando se declara en la legislatura que una obra es de utilidad pública, el poder ejecutivo define las propiedades que serán alcanzadas. De aquí surge una lista de quienes podrían ser afectados, sin embargo los vecinos de esa lista raramente se enteran hasta que tienen la máquina en su patio. Es así que también según lo vivido en Punilla, algunos vecinos han quedado pegados al paredón de la bajada a la autovía, para el caso del puente de San Roque.
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