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#ELECCIONESBRASIL2022
Enfant Terrible, medio parte de la Red de Medios Digitales, organizó la cobertura de las elecciones a través de un Dossier que no hay que perderse. Compartimos el link de la producción de este medio cooperativo.
Por Redacción Enfant Terrible. • 31/10/2022 19:10 • Tiempo estimado de lectura: 3 minutos
El 2 de octubre se realizarán las elecciones presidenciales y para el Congreso en Brasil. Durante todo el mes estaremos haciendo un seguimiento semana a semana de la coyuntura a partir de artículos, análisis y noticias junto a medios digitales comunitarios y libres como Emergentes y Midia Ninja. La última semana de campaña Enfant Terrible estuvo presente en Brasil para cubrir sobre el territorio las que probablemente sean las elecciones más importantes de la región.
INTRODUCCIÓN
Este año la polarización es clara: la disputa entre dos modelos políticos diferenciados, el del ex presidente Lula Inácio da Silva (Partido de los Trabajadores) y el del actual mandatario Jair Bolsonaro (Partido Liberal). Aunque las últimas encuestas señalan una reducción porcentual de la brecha entre ambos candidatos -con unos no desdeñables 13 puntos de diferencia entre uno y otro-, todavía se mantiene la esperanza de que Lula pueda ganar en primera vuelta. Para esto, necesitará contar con más del 50% de los votos. Caso contrario, se producirá una segunda vuelta el 30 de octubre, que continúa otorgando ventaja al líder del PT según los actuales sondeos.
Si Lula lo consiguiera, la victoria se expresaría en varios planos. En primer lugar, restablecería la confianza en un gobierno popular que cuenta con el apoyo masivo de la base trabajadora y de sectores diversos, mostrando así la correlación de fuerzas. En segundo lugar, supondría una recuperación democratizante posterior a la historia brasileña de los últimos años. Nos referimos a los procesos inconstitucionales e ilegítimos que van desde la destitución de Dilma Rousseff, la proclamación de Michel Temer y su política gradualista, hasta Lava Jato y la operación judicial del fiscal Sergio Moro, cuyo resultado fue el encarcelamiento del propio Lula. Este último dato no es menor, justamente por las resonancias que desata en nuestro territorio por el actual caso de lawfare a Cristina. Por último, significaría una adhesión clave al mapa de la redistribución geopolítica de América Latina y el Caribe de gobiernos progresistas en la lucha contra el neofascismo y la desigualdad.
Frente a este escenario, con la impotencia de una probable derrota, Bolsonaro y algunos sectores recalcitrantes de la ultraderecha brasileña han venido deslizando la posibilidad de un golpe de Estado por “fraude” y “desconfianza” en el sistema electrónico de votación (que, por cierto, funciona en el país desde 1996). En Latinoamérica, el ruido de fondo que genera esta amenaza recuerda al resultado de otras elecciones recientes, las de Bolivia en 2020, cuyo antecedente no puede menospreciarse en tanto que vulneración y puesta en jaque de la democracia. A pesar de las alarmas a nivel local e internacional, en los últimos días el discurso de Bolsonaro se ha vuelto algo más moderado, desmintiendo y matizando la alternativa golpista. Aunque algunos analistas sostienen que el actual presidente no cuenta con el apoyo necesario de las Fuerzas Armadas para su montaje -aun cuando éste sirva a la alineación de sus intereses-, no cabe subestimar la consolidación y rotunda movilización, violenta y odiante, que ha logrado de sus bases políticas y fascistas en estos años. En última instancia, la lucha no acaba en las urnas. La resistencia continúa, siempre, en las calles.
FUENTE: Enfant Terrible.