Sociedad
«En 1982 la mujer sirvió a la Patria al igual que los varones que actuaron en la guerra»
Por Redacción Diario Tortuga • 25/07/2021 08:00 • Tiempo estimado de lectura: 6 minutos
La cordobesa Stella Morales es la segunda mujer en ser reconocida por la Justicia como veterana de guerra. En su Villa María natal comprendió que el destino de su vida era ser enfermera y en Comodoro Rivadavia atendió y contuvo a los heridos que llegaban de la contienda militar. A 39 años de aquel fatídico episodio, aún resta que el reconocimiento alcance a todas las enfermeras que participaron del Conflicto del Atlántico Sur.
“¿Quién nos habla aquí de olvido, de renuncia, de perdón?”, menciona uno de los pasajes más conocidos de la Marcha de Malvinas. Si bien la canción fue compuesta muchos años antes del conflicto bélico de 1982, la misma se popularizó a partir de abril de ese año. La frase da cuenta de la persistencia en el reclamo de nuestro país ante la ilegítima ocupación de las Islas Malvinas por el Reino Unido, pero bien pude aplicar al proceso que se inició tras la guerra por el reconocimiento de los excombatientes y la lucha de enfermeras militares para ser consideradas como veteranas.
En relación a ello, la semana pasada, la Cámara Federal de la Seguridad Social dejó firme un fallo que reconocía a Stella Morales como veterana de guerra, siendo la segunda mujer en el país en ser admitida como tal. El precedente lo sentó su compañera de aquellos días, Alicia Reynoso, quien obtuvo el visto bueno de la justicia y abrió la posibilidad a que las demás enfermeras que participaron de la contienda sigan el mismo camino.
En diálogo con el programa Que No Se Te Escape de Radio Tortuga 92.9, Morales recordó sus inicios como enfermera, el ingreso a la Fuerza Aérea, la experiencia en Comodoro Rivadavia atendiendo a los heridos de la guerra y el significado de este reconocimiento por el que esperó tantos años.
¡Quiero ser enfermera!
Stella nació y pasó gran parte de su adolescencia en la localidad de Villa María, lugar donde descubrió su verdadera vocación. Es la hija menor de cinco hermanos y comenzó a estudiar Bellas Artes hasta que su madre sufrió un grave problema de salud y tuvo que ser internada. “Al ser la hija menor y la única soltera en ese momento, me interné con ella en el Hospital local y ahí conocí el trabajo loable de la enfermera”, según mencionó.
Mientras convivía prácticamente con las enfermeras, sintió cómo “esas mujeres se entregaban totalmente al sufrimiento de cada paciente” y eso despertó el interés por esa profesión que tanto en ese entonces como ahora, considera que es “poco valorada y remunerada”. De ese modo terminó estudiando enfermería y comenzó a trabajar en la misma localidad que la vio nacer.
“¡Má, me voy a la guerra!”
Al comienzo de la década del ‘80 la Fuerza Aérea Argentina realizó una convocatoria para sumar enfermeras a sus filas, cita a la que acudió Stella junto a 12 compañeras de Villa María. “Mi destino fue el Hospital Aeronáutico Central en Buenos Aires, donde trabajé en Terapia Intensiva desde 1981 y en 1982 me tuve que preparar y alistar para ir a la guerra”, precisó Morales al tiempo que agregó: “Estaba sola en Buenos Aires y lo primero que hice fue llamar por teléfono desde una central telefónica a la casa de mi hermano, pedí hablar con mi mamá y le dije: ‘Ma, me voy a la guerra”.
“En ese momento sentía muchísimo orgullo aunque supongo que habrá sido un golpe muy fuerte para mi mamá”, relató la cordobesa. Si bien el Hospital reubicable donde prestaron servicio, se ubicó en la pista de aterrizaje del Aeropuerto de Comodoro Rivadavia, el mismo tenía como destino final las Islas Malvinas pero la consistencia del suelo no lo permitió. “Nadie está preparado para una guerra, vivir esa situación de dolor, de gritos y de terror; ver cuando los heridos bajaban, todos corríamos, a las apuradas, en medio de la oscuridad y de mucha niebla”, relató.
El Hospital reubicable contaba de 11 módulos, que “se armaban uno atrás del otro como si fueran vagones”, según explicó la veterana de guerra que junto a las demás enfermeras también colaboraron con la instalación y el desarmado del espacio sanitario. “Éramos enfermeras militares de las Fuerzas Argentinas y estábamos preparadas para atender en ese hospital porque lo conocíamos”, enfatizó.
“Estuvimos desde el inicio hasta el final de la guerra, cumpliendo con nuestra labor, conteniendo y atendiendo a los heridos que llegaban de las Islas”, añadió Morales.
Un servicio a la Patria
El fallo de segunda instancia de la Cámara Federal de la Seguridad Social confirmó que la Fuerza Aérea Argentina (FAA) debe reconocer a Stella Morales como veterana de guerra. Para la enfermera, “la justicia comprendió que la mujer tiene los mismos derechos del varón y que en 1982 la mujer sirvió a la patria al igual que todos los varones que actuaron”.
El reconocimiento viene a traer luz a casi 40 años de oscuridad y olvido, lugar al que las propias fuerzas armadas primero, y luego el Estado Nacional, las obligaron a ocupar. “Siempre nos preguntamos por qué si habíamos trabajado a la par de los varones, no nos reconocían como veteranas”, señaló Stella, quien se enteró muchos años después que en 1985 la Fuerza Aérea hizo entrega de “un certificado donde dice que participamos del conflicto bélico” y que en 1994 habían sido “condecoradas con una medalla y un diploma de honor otorgado por el Congreso de la Nación”.
Para Morales el olvido en este caso viene por dos lados, primero por ser mujeres y luego por ser enfermeras: “Esta historia no se sabía, había sido prácticamente sepultada. No se sabía porque en un ámbito tan machista la mujer no tiene cabida, la labor de la mujer en ese momento no tenía ningún valor, menos siendo enfermera, por eso el descrédito viene tanto por ser mujer como por ser enfermera”.
“Pasaron los años, cada una con su dolor a cuestas y sus recuerdos, cartas, fotos, hasta que Alicia Reinoso que es la primera que fue reconocida por la Justicia levantó esta bandera de lucha”, rememoró y añadió: “Para nosotras, sentir que logramos que el Estado nos reconozca como veterana de guerra es un triunfo de la verdad, estamos vivas para decir que nosotras también estuvimos cumpliendo nuestra función como enfermeras profesionales”.
La historia de Stella y Alicia, junto a otras enfermeras que aguardan el mismo reconocimiento, puede conocerse en el documental Nosotras también estuvimos, estrenado este año. “Nos merecemos esto, estamos orgullosas y es un reconocimiento de la verdad”, concluyó Morales, no sin antes recordar a los caídos en la guerra: “Los únicos héroes son los 649 que están descansando y custodiando nuestras Islas Malvinas”.
Se puede escuchar la entrevista completa en Diario Tortuga.