Córdoba obrera
Hasta siempre, Abuela Sonia Torres
A los 94 años, falleció la Abuela de Plaza de Mayo Sonia Torres. Desde que su hija Silvina Parodi, embarazada de seis meses y medio, y su yerno Daniel Orozco fueron secuestrados no dejó de buscarlos. Se fue sin el abrazo de su nieto nacido en cautiverio a quien la dictadura cívico militar le robó su identidad.
“No soy una mujer heroica. Soy una madre del pueblo a la que le robaron sus hijos y nieto”, Sonia Torres.
Por Redacción PrensaRed • 23/10/2023 00:29 • Tiempo estimado de lectura: 8 minutos
Esta tarde recibimos la peor noticia. La Abuela Sonia Torres ha muerto. Se fue de este mundo rodeada del amor de la familia ampliada. Los propios, los nietos recuperados y las personas que integran los equipos de trabajo. Ha dejado un legado ejemplar. Desde que fueron secuestrados el 26 de marzo de 1976, Silvina Parodi y Daniel Orozco – militantes del PRT-ERP, detenidos desaparecidos- no ha cejado en su búsqueda y la de los nietos robados, víctimas del plan sistemático de exterminio implementado por el terrorismo de Estado y la dictadura cívico militar instalada el 24 de marzo de 1976.
Durante el desarrollo de la megacausa La Perla y Campo de la Ribera que juzgó la sustracción de su nieto, quedó claro que nació en 14 de junio de 1976, en la maternidad Provincial. Este año cuando cumplía 47 años, en una carta le expresa su deseo de conocerlo, abrazarlo, y encontrar en su mirada “el reflejo de tus padres: Silvina y Daniel” quienes asumieron un compromiso político con la sociedad de unir lazos solidarios que construyan “un mundo más justo para recibirte”.
En otro tramo le pide: “Anímate a buscarme. Seguro hay muchas preguntas que aletean en tu interior y juntos podemos responderlas. Mi deseo más grande es poder abrazarte y descubrir juntos el amor que los unió a tus padres Silvina y Daniel y que vive en vos y en mí”. Año tras año, renovaba esa esperanza sin fin de encontrarlo. No se ha dado. Pero ha tenido numerosas alegrías con la recuperación de la identidad de 133 nietos y nietas que abrazan la causa. También dijo en otra oportunidad que “El día que mi nieto se anime a buscar su identidad conocerá la libertad».
Durante las audiencias del megajuicio La Perla cuando se ventiló el expediente sobre la sustracción de su nieto, la testigo Giselle Parodi -hermana de Silvina- declaró que mientras era voluntaria en la Casa Cuna la monja Asunción Medrano (fallecida) le confirmó que Silvina había dado a luz un varón y que el domingo próximo la haría ingresar para que los vea. Cuando llegó, ya no estaban. El niño fue llevado a la ex Casa Cuna y la madre asesinada. En el cuaderno de tapas negras, que tenía en sus manos la madre superiora de la cárcel de mujeres El Buen Pastor, Monserrat Tribo, quedó registrado. Otro de los testigos, el pediatra Fernando Agrelo declaró que el niño estaba en “perfecto estado de salud y la madre estresada”. De inmediato el fiscal Facundo Trotta pidió que la religiosa sea convocada a declarar. Pero a los cuatro días, extrañamente, se esfumó.
La aparición del nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, conmovió a la sociedad y abrió una enorme puerta a la esperanza de otras familias. Aquél día saltó de alegría. “Yo estaba en La Cañada y Caseros, en esa vereda ancha, cuando me llaman por teléfono las chicas. ´Apareció un nieto y es el de Estela, me dijeron. ¡Salté, salté, salté! Se me cayeron la cartera, los anteojos, y lo que tenía en las manos. La gente que pasaba, pensó que me había dado un ataque. ¿Qué te pasa? ¿Te podemos ayudar? Y no, era la forma de expresar mi alegría”, describió, aquella jornada extenuante.
También destacó la complicidad civil que incluye a médicos, enfermeros y administrativos. Las monjas involucradas y el llamado Equipo Cristiano de Adopción y Guarda émulo del Movimiento Familiar Cristiano, integrado por piadosas señoras que reubicaban a los chicos nacidos en cautiverio. Esa vez y siempre aseguró que “Las Abuelas hemos hecho un compromiso de por vida. Hasta que no encontremos al último nieto, no vamos a cejar en su búsqueda. Cada vez se hace más fácil porque los nietos tienen cerca de 38 años y la gente va conociendo con la seriedad que trabajamos y eso contribuye a que nos traigan datos y vengan a buscarnos. En cuatro días vinieron más de los que se acercan en un año», expresó, con alegría.
En 2018, se realizó una charla con motivo de un nuevo aniversario de la organización con la presencia del periodista Horacio Verbitsky quien analizó el proceso de acumulación que, con avances y retrocesos, condujo al logro de las políticas de memoria, verdad y justicia. Alejandro Mareco coordinó esa entrevista pública, distendida, donde no faltó el humor. En esa ocasión, sostuvo que la Abuela Sonia “Es nuestro emblema, nuestra madre, nuestra Abuela. Ella es una de las mejores imágenes que nos puede devolver en una sola vida nuestro espejo colectivo (…). Si ella está de pie, nosotros lo estamos y seguimos como ella nos lo enseñó”, dijo, conmovido. Y recordó que luego de la sentencia de la megacausa La Perla, dijo ella: “Ni siquiera pienso que los culpables mueran en la cárcel. Las Abuelas trabajamos desde el amor, solo queremos justicia como la que hicieron este Tribunal y los tres fiscales(…) Para que los argentinos tomemos conciencia, para que no haya impunidad”. Más adelante, agregó: “Demasiados halagos para una sola persona. Soy una de las tantas madres que perdieron a sus hijos y nietos. No soy una mujer heroica. Soy una madre del pueblo a la que le robaron sus hijos y nieto”.
Sandra Comino, en el libro Historias de Abuelas, la retrata con certeza. “Sonia Torres busca, como tantas Abuelas hicieron y hacen. Busca en los parecidos. Hasta dice que se volvió experta en descubrir parecidos. Y a veces asegura que ve a alguien de espaldas y se adelante para mirarlo de frente. No puede evitarlo”. Muchas de esas historias las contaba en cada entrevista. Al comienzo junto a Otilia Lescano de Argañaraz, Irma Molina de Ramacciotti, Carmen Cornes “la Gallega”, y Emilia D’ambra que se sumó después. Salían a pesquisar ese dato anónimo que quizá las llevaría a un lugar donde había un niño o niña robados. También destacó la autora lo coqueta que era y el estilo para vestirse. No solo eso. Le sorprendió que usara zuecos.
Desde las redes de Abuelas de Plaza de Mayo sitio oficial destacan que “Nunca bajó los brazos” incluso cuando recibió amenazas y sufrió un atentado. Nada la intimidó para seguir reclamando justicia y saber el paradero de su nieto”. La despiden con la promesa de “seguir trabajando con todo el compromiso y amor que nos legó, para encontrar a su nieto, y contarle lo extraordinaria que fue su abuela”. La historia de Sonia Torres no cabe en un texto. De hecho hay libros – como Abuela Sonia, de Griselda Gómez y Mariana Romito -, notas y entrevistas que dan cuenta de algún aspecto de su enorme trayectoria.
En la última edición de la Revista Umbrales con motivo de un juicio pendiente que trata sobre la sustracción de la nieta 107 y el secuestro y tormentos de su madre María de las Mercedes Moreno, Sonia escribió la siguiente columna titulada:
Cumplimos la promesa que les hicimos a nuestros hijos
Por Sonia Torres, Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo filial Córdoba.
“Hemos conseguido junto a los organismos de derechos humanos y el pueblo argentino 40 años de democracia ininterrumpida. Desde Abuelas siempre trabajamos desde el amor a nuestros hijos y nietos que estamos buscando en estas cuatro décadas. Es la primera vez en la historia de nuestro país que tenemos un periodo tan largo de democracia por eso tenemos un compromiso todos los argentinos de cuidarla, sostenerla, y defenderla por nosotros y las generaciones futuras.
“Nos parece fundamental que se avance con los juicios de lesa humanidad ya que en estos últimos años hubo un retroceso por diferentes causas y a eso se le sumó la pandemia. Para las Abuelas es importante que comience el juicio que investiga la sustracción y la supresión de la identidad de la nieta 107, cuya mamá es una sobreviviente que se acercó a Abuelas por el trabajo que realizamos.
Seguimos buscando cumpliendo la promesa que les hicimos a nuestros hijos de buscar a los nietos que faltan porque no se puede vivir con la identidad cambiada. Y son muchos aún los jóvenes que nos faltan. Por eso le pedimos a la sociedad cordobesa que nos ayude con la búsqueda.”(1)
1- Para leer el informe completo ingresar a este link . O bien navegá la revista año 30, numero 29 , junio de 2023.
FUENTE: Agencia Prensared. Por Katy García. Periodista. Foto principal Prensa Abuelas de Plaza de Mayo.