Medio ambiente y sustentabilidad
La Reserva venció a la grieta
Por Víctor Valente • 15/12/2020 19:05 • Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
La Municipalidad de Villa Allende acaba de lanzar el isologo de la “Reserva Natural, Hídrica y Recreativa”. Para lograrlo fue menester que el Estado y los grupos ambientalistas se juntaran, se disculparan y se lanzaran a la tarea conjunta. Toda una proeza.
“De acá hacia adelante qué hacemos, porque no sirve pelear”. Esa es la frase que evocó Joaquín Deón, geógrafo, becario del Conicet y uno de los principales referentes en causas ambientales. Resume lo sucedido tras la nueva ordenanza (N° 21/20 promulgada el 30 de octubre), llamada “De Patrimonio Histórico y Cultural de la Reserva Natural, Hídrica y Recreativa Villa Allende”, para lograr acuerdos y consensos en el sentido de valorar, potenciar y cuidar la Reserva. Días atrás, desde el municipio de Villa Allende, que tiene a Eduardo Romero como intendente, se publicó el isologo con detalles explicativos y con una invitación a conocer la Reserva. Fue luego de que las partes se sentaran, se pidieran recíprocas disculpas y se pusieran a trabajar en conjunto tomando como base el después de los incendios y la flamante ordenanza votada por unanimidad.
Qué se logró
Uno de los acuerdos comunes fue que no se quiere minería en Villa Allende. Eso significa, que lo que está siga su curso, pero sin atentar contra otros lugares. En ese sentido, la cartelería que se viene dejará plasmado el posicionamiento municipal de que el camino queda público y abierto en la traza actual, frenando cualquier emprendimiento minero. Además, la señalética manifestará la prohibición de la circulación de motos enduro y las prácticas de motocross en la reserva, en consonancia con las reservas de Unquillo y Río Ceballos, evitando la proliferación indiscriminada de nuevos circuitos.
“Otro acuerdo es que en la Reserva no se harán nuevos loteos, además de empezar a establecer acciones tendientes a una reglamentación a largo plazo del manejo participativo, que aún no empezó”, destacó Deón, ilusionado en que dicha reglamentación no tarde en llegar, y que en todo caso “salga a la brevedad como decreto provisorio”.
Como parte de esos logros, también hay que resaltar que merced a la voluntad de salir a caminar y advertir el deterioro de la cuenca, con el agravante de los incendios, los funcionarios y concejales, participantes de esas salidas, pudieron dimensionar de qué se trata la cosa. “Han sido las caminatas un espacio de creación, no sé si de conciencia, pero sí de cuidar ese lugar, y de un acuerdo que emerge porque hubo y hay gente movilizada”, señaló el geógrafo.
Lo que falta
“Hasta ahora lo que venimos teniendo es un proceso acelerado pero lindo, aunque van faltando cosas que debemos incorporar a la brevedad, como por ejemplo establecer de uso público y con bajo impacto ambiental, actividades de senderismo y ciclismo”, comentó el becario del Conicet. Reveló también el armado de un grupo con gente muy capacitada en el tema (guías, comunicadores, funcionarios, los Consejos de Ambiente y Cultura que tienen una comisión común por la Reserva, y una nueva área que es la Comisión “Antonio Leal” con historiografía clave archivada por el propio Leal), para apuntar a reglamentar con urgencia esta nueva norma.
Semanas atrás se conoció que el Corredor Sierras Chicas se une a las ciudades de Colonia Caroya y Jesús María para potenciarse turísticamente, para lo cual hay que tener claro qué se puede hacer y qué no en la inmensidad de la Reserva; y al mismo tiempo resta dialogar con los dueños de campos. “Son cuatro y muy poderosos, que no quieren saber nada con ser parte de la Reserva porque temen que se le metan en los campos”, deslizó Joaquín Deón, y de inmediato agregó: “Lo que se les va a pedir es que levanten los alambrados en arroyos y pongan molinetes, consensuando horarios de uso público, porque a nadie que circule por un arroyo lo pueden sacar con un rifle”.
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Fotos: Facebook Emi Tulian
