Sociedad
La salud municipal, con personal extremadamente precarizado
Por Alejandro Gomez • 12/12/2020 00:01 • Tiempo estimado de lectura: 2 minutos
En Villa Carlos Paz, 8 de cada 10 trabajadoras y trabajadores de la salud municipal se vincula a través de contratos precarios.
‘Ninguna novedad. Como si no existiéramos’.
De esta forma, uno de los médicos que participa del sostenido reclamo que llevan adelante trabajadores de la salud del municipio de Villa Carlos Paz, evaluó el estado del conflicto.
Los médicos del hospital Sayago y de los diferentes dispensarios mantienen un plan de lucha que, por ahora, se concreta a través de la realización de asambleas de dos horas por turno (10 a 12 y 16 a 18) durante las que se atienen únicamente urgencias y emergencias.
La medida se articula en reclamo de cuatro ítems principales: aumento de sueldo de por lo menos el 35%; pago diferenciado de feriados; semana sanitaria para todo el personal de salud; y contemplar en la remuneración el ítem de trabajo de riesgo para todo el personal sanitario.
A pesar de lo justo del pedido, y aunque el gobierno que lidera el intendente Daniel Gómez Gesteira sostiene que la salud pública es prioridad, la realidad es que no ofreció ninguna respuesta.
La estrategia es, evidentemente, apostar al desgaste y a las presiones para doblegar a los trabajadores de la salud en sus reclamos.
En este sentido, un dato que sirve para contextualizar el escenario de la protesta muestra que 8 de cada 10 trabajadores de la salud se relaciona al municipio a través de contratos precarios, sujetos a la discrecionalidad del funcionario de turno para ser renovados.
Una encuesta entre el personal del hospital y los dispensarios arrojó que el 61% de los profesionales está vinculado bajo la figura ‘locaciones de servicios’ (monotributistas que no cuentan con ningún beneficio previsional ni de otro tipo), el 22% con contratos temporarios (se firman por tres meses) y solo el 17% pertenece a la planta permanente.
Pasando en limpio, el 83% de los trabajadores del área Salud del municipio deben ‘hacer méritos’ para que cada tres meses sus contratos les sean renovados.
Precarización extrema que explica por qué, aunque acuerdan con el reclamo, muchos prefieran no manifestarse públicamente por temor a las habituales represalias.
