Córdoba obrera

Llaryora avanza en la reforma sanitaria con críticas de los gremios

El gobernador presentó la reforma sanitaria provincial con los ejes de «desburocratización» y «aceleración del proceso de toma de decisiones», pero cuestionó los niveles de ausentismo y los reclamos. Desde UTS y ATE le respondieron.

Por Redacción Enfant Terrible • 19/01/2024 12:15 • Tiempo estimado de lectura: 5 minutos

El Gobierno de Córdoba impulsa una reforma en el sistema de salud provincial a partir del «Programa de Fortalecimiento Hospitalario», que consiste en la descentralización de la política hospitalaria respecto del Ministerio de Salud y el envío de recursos económicos, para que las instituciones los gestionen según sus necesidades cotidianas.

Así lo anunció este martes el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, junto al ministro de Salud, Ricardo Pieckemstainer, frente a directores y subdirectores de los hospitales de la provincia.

«El programa consiste en un cambio paradigmático, en donde hay dos ejes principales. El primero es dotar de los recursos económicos que los directores necesitan para poder funcionar y la otra, más importante, la definición de gobierno, es decir, la autoridad para la toma de decisiones», explicó Pieckemstainer.

De esta manera, el programa otorga atribuciones ministeriales a los Directores de los hospitales, donde cada directivo contaría con las competencias y los recursos económicos necesarios para gestionar los centros de salud, bajo la supervisión del Ministerio de Salud. El argumento del Gobierno para impulsar la reforma, es la desburocratización del sistema y la aceleración del proceso de toma de decisiones.

El ministro de Salud, Ricardo Pieckemstainer. Foto: Gobierno de Córdoba

A su vez, el fondo para la administración sería de 7 mil millones de pesos, que distribuidos entre las Direcciones. Para alcanzar dicha suma, para el primer semestre se creará un Fondo de Fortalecimiento Hospitalario de $2.200 millones, a los que se sumarán fondos provenientes del Plan Sumar, que en 2023 fueron 860 millones, y el 70% del porcentaje asignado actualmente del recupero de la facturación de las obras sociales.

“Esto muestra a las claras que no estamos en un plan de ajuste, o de reducción de inversión en materia sanitaria, sino todo lo contrario, estamos aumentando la inversión”, sostuvo el gobernador Llaryora al respecto del programa.

Llaryora, inconforme con los directorios: «estar en un hospital no es una ganga»

Sin embargo, tras estos anuncios el gobernador también mostró inconformidad por los supuestos niveles de ausentismo del personal de salud en las instituciones de salud, vinculando dichas faltas a las medidas de paro laboral y los reclamos que se vienen realizando desde sindicatos como SEP, ATE UTS, por ejemplo, en relación a los despidos en salud efectuados por la nueva gestión.

Asimismo, Llaryora reprochó a los directivos que reclamen al gobierno por infraestructura, ya que en la provincia «hay hospitales nuevos, muchos de ustedes están en hospitales nuevos, última tecnología. Después te dicen ‘no anduvo el aire’ y te paran el hospital», se quejó el gobernador. En este sentido, le pidió a los directivos «ejercer liderazgos» y «exigir a los empleados» ya que “no vienen las enfermeras y los médicos atienden siete, ocho o diez pacientes”, cuestionó.

Además, Llaryora cuestionó que haya reclamos salariales, haciendo una comparación con los salarios y jubilaciones del sector privado, aludiendo al contexto económico: «Hoy estamos pagando mejores salarios en algunas partes que en los privados, ¿ustedes saben de cuánto es la jubilación de la caja médica, cuánto es la jubilación del sistema de salud provincial? Entonces, hoy estar en un hospital no es una ganga».

Foto: Gobierno de Córdoba

La respuesta de los gremios

Al contrario de lo que sostuvo Llaryora frente a los directivos, distintos sindicatos como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y Unión de Trabajadores de la Salud (UTS) salieron a responderle, tanto por su enojo hacia el personal, como por la reforma que impulsa.

En principio, la UTS se expresó en un duro comunicado cuestionando los anuncios, donde sostuvieron que «la reforma de Llaryora es más ajuste y vaciamiento del sistema público de salud». De esta manera, plantearon que «al parecer el gobernador no quiere gestionar el sistema de salud y prefiere transferir las responsabilidades que implica esa tarea».

En este sentido, cuestionaron que la reforma «propone volver a una desarticulación que no tiene nada de novedoso y que ya fracasó. Incluso en 2013, hace ya más de 10 años, originó un duro conflicto en salud por la falta de insumos y los casos de corrupción que había traído consigo la descentralización de las compras».

Por otra parte, consideraron erróneo que el gobernador haya comparado los salarios del sector público con el privado: «el sueldo se debe medir en relación a lo que se necesita para que una familia pueda desarrollar una vida digna, ningún salario debe ser menor que la Canasta Básica Total«. Además, reprocharon que los niveles de ausentismo son «mentiras» que «buscan desprestigiar a los trabajadores para tener apoyo de la opinión pública y vía libre para licuar salarios, acallar trabajadores y aumentar la precarización».

Otro comunicado contundente fue publicado por ATE, cuyos delegados y delegadas hicieron una invitación al gobernador a «ser parte del equipo de salud por 24hs» adjuntando imágenes de pasillos llovidos, como forma de referirse a la infraestructura de los hospitales.

Además, también cuestionaron la reforma sanitaria: «éste es un proceso histórico llevado a cabo desde Mestre en 1995 pasando por el financiamiento del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) de De la Sota hasta la actualidad. Éste proceso denominado “descentralización” genera una transferencia sostenida de los recursos del estado al sector privado haciendo crecer la salud privada al ritmo de todas las prácticas que se derivan».

A su vez, en el comunicado plantean que existe un actual vaciamiento del sistema público de salud, que dicha reforma viene a profundizar, por ejemplo, con el reemplazo de las tareas propias de los trabajadores del sistema de salud por empresas tercerizadas, al respecto de tareas como cocina, ropería, limpieza, mantenimiento, farmacia, esterilización.

“Lo invitamos a conocer las verdades de las instituciones, las necesidades de la población, cuánto y cómo atiende cada médico, cuales son los horarios picos, que tipo de patologías se ven y tratan en cada nosocomio”, le propusieron desde ATE.

FUENTE: Enfant Terrible.