Gremiales

«Los diálogos, la plaza, la calle»

Por Sabrina Sartore

Mariana Mandakovic, secretaria general del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba

La dirigenta sindical Mariana Mandakovic habló sobre su trayectoria sindical, la situación de les trabajadores de prensa, el rol del periodismo, los desafíos del sindicalismo y la actualidad política.
Mariana Mandakovic es Secretaria General Adjunta Nacional de la CTA-A, Secretaria de Organización de la Federación de Trabajadores de Prensa (FATPREN) y Secretaria General del Cispren. También es profesora adjunta del Seminario de Economía Política y Medios de Comunicación y titular del Taller de medios autogestivos, ambos dictados en la Facultad de Ciencias de la Comunicación (UNC).
Inició su activismo sindical a los 24 años en el sindicato de Trabajadores de Gas del Estado. Paralelamente militaba en la Facultad mientras cursaba la Licenciatura en Comunicación Social en la UNC. Por ese entonces pertenecía a la agrupación estudiantil Movimiento de Liberación 29 de Mayo, una escisión de La Franja de 1983
vinculada al radicalismo de liberación.
En 1996, abocada exclusivamente al periodismo en Propuesta Editorial, es electa delegada. En los 2000 como Vocal Suplente en la Comisión Directiva del Cispren. Posteriormente fue Secretaria de Cultura y luego estuvo al frente de la Obra Social de Prensa (OSEPC). Desde 2017 hasta la actualidad es Secretaria General.
En cuanto a la CTA-A el Cispren siempre tuvo participación activa, a nivel provincial como en el armado nacional. Por lo que en 2018 Mandakovic se convierte en Secretaria de Prensa y Comunicación a nivel nacional. Y en 2022 es electa Secretaria General Adjunta Nacional.
Al respecto, explica que “la participación del CISPREN en la CTA Autónoma tiene que ver con la autonomía de los patrones, de los partidos políticos y de los gobiernos” y agrega “pero una autonomía para poder construir herramientas que garanticen una transformación más profunda”.
En ese sentido, reflexionando sobre las características de la Marcha Federal Universitaria, rescata que “fue -de alguna manera- la construcción de ese poder popular que tanto decimos que necesitamos construir para poder revertir la situación actual”.
En palabras de Mandakovic -la movilización del 23 de abril- se gestó, entre otras cosas, a través de las redes sociales y las reflexiones que despertó la jornada de lucha. Impulsando la participación de ciudadanes que no pertenecen a organizaciones sindicales o estudiantiles.
Por lo tanto considera que “la responsabilidad nuestra como organizaciones sindicales es hacer esas lecturas, profundizar esa construcción y sostenerla en el tiempo para poder dar las disputas”.

El rol del movimiento de trabajadores

En la última década el feminismo empapó las luchas sindicales, porque como lo expresa Mariana Mandakovic “el sistema capitalista es patriarcal, entonces necesita ubicar a la mujer en el lugar donde la requiere para garantizar su reproducción”.
Y agrega que “muchas de nosotras llegamos a donde llegamos (dentro de las conducciones gremiales) porque hemos disputado esos lugares desde el cupo de género, desde exigencias que nosotras reconocemos que si no hubiesen existido seguiríamos estando más invisibilizadas aún”.
Es por eso que “el gran desafío es mirar desde la perspectiva de género (…) en clave de reconocer al feminismo popular como la herramienta de lucha contra el patriarcado”.
Y profundiza explicando que “en tanto y en cuanto logremos que nuestros compañeros en los sindicatos puedan entender esto. Y discutir por qué es tan importante tener perspectiva de género en nuestra actividad gremial” se va a comprender que no son reivindicaciones aisladas.

Congresales de CiSPren a FATPren en el acampe de TELAM

Al mismo tiempo es necesario ponerse “a la cabeza de las necesidades de los trabajadores y las trabajadoras en su conjunto, del reclamo de los actores populares (..) animándonos a romper las estructuras que nos han llevado hasta acá”.
Para eso “ hay que profundizar las contradicciones y construir las herramientas que necesitamos (..) para que puedan llegar los mejores de nosotros a gobernar” pensando “cómo se harían hoy o en qué términos se pueden construir esos procesos revolucionarios, transformadores”.
Finaliza explicando que también “tenemos las herramientas de los sindicatos (..) que nos permiten disputar el sentido, construir un pensamiento propio” porque para Mariana Mandakovic “no importa cómo lo hacemos. Están las redes y usaremos las redes” aunque “las maneja el enemigo”. Pero también están “los diálogos, la plaza,
la calle”.

La salud del oficio

En cuanto a la actividad de prensa -para la gremialista- hay una correlación entre la democracia que tenemos y el estado de salud del oficio. Porque es “una democracia (…) más cerca de una ficción. En función de lo que te proponen las democracias liberales”. Donde “prácticamente el pueblo elige poco, te lo dan todo masticado y
servido con respuestas para otros intereses y no los del pueblo”. Por lo tanto “esta debilidad que se tiene en términos de democracia tiene que ver con la debilidad tan grande que tiene la actividad de prensa”. Entendiéndola “como aquella actividad con una función social determinante y que tiene que resguardar los valores de la democracia en términos de garantizar prioridad informativa, de garantizar la pregunta incómoda, que permita la reflexión, que permita aportar conocimientos desde distintas miradas”.
En esa línea considera que se ha perdido la investigación periodística rigurosa y como elemento “que permita arrojar luz a distintos acontecimientos, controlar a los otros poderes (…) poner límites a los avances de los poderes económicos, de los poderes públicos, o de cualquier otro tipo de poder”. Y explica que recuperar la rigurosidad periodística implica que “la sociedad entienda por qué es importante tener esa actividad presente”. Al tiempo que les trabajadores de prensa “tenemos la obligación de poner en debate nuestra actividad en las
distintas unidades académicas donde se forman los comunicadores (…) en los sindicatos, en los foros”.
A su vez la dirigenta gremial expone que “mundialmente pasa esto (..) hay que hacer una lectura de cómo el desarrollo de la tecnología -que funciona según los intereses del gran capital- nos ha devastado nuestra actividad y eso no es que fue una casualidad, fue intencional”. Y esto tiene su correlato en la “intencionalidad de la
precarización, de flexibilización del trabajo de prensa”. Porque “las condiciones de trabajo son uno de los limitantes de que el periodismo tenga la calidad informativa que tiene que tener”. Y aclara que “las actuales
condiciones de trabajo tienen que ver con los salarios que tenemos bajo la línea de la indigencia. Entonces un trabajador o trabajadora necesita tres trabajos para intentar alcanzar la canasta básica familiar”. Considerando esas circunstancias, se pregunta “¿Cómo va a laburar? ¿Cuánto tiempo te lleva a preparar una buena
entrevista?”.
A su vez considera que es necesario “que nos animemos a pensar estratégicamente la comunicación desde una mirada mucho más amplia que solo la producción de información”. Porque “comunicación hoy es todo, son las infotelecomunicaciones con todas sus variantes”.
Y no se puede soslayar que “usan nuestro trabajo (periodístico) gratuitamente porque ellos necesitan subir cosas para que vos consumas y en esas cosas que suben hay información que vos producís o hay cualquier cosa (…) Todo se sube porque todo se consume”.