Ciudadanos
Me gustas cuando callas
Tras la publicación de parte de la investigación “La reacción conservadora en la Argentina”, sus autoras sufrieron el hostigamiento y las amenazas de los sectores más reaccionarios del país. La situación puso de relieve la violencia digital que afecta a 3 de cada 4 trabajadoras de prensa en el mundo y se focaliza en aquellas periodistas defensoras de los DDHH e implicadas en el ámbito de la política.
El aluvión reaccionario no se hizo esperar. Desde que el fin de semana se publicó parte de una investigación titulada “La reacción conservadora en la Argentina” que describe la trama de la nueva derecha argentina y cómo opera la comunidad en las redes sociales, no solo está caída la página oficial del trabajo periodístico, sino que sus autoras – la mayoría mujeres – fueron amenazadas telefónicamente, escrachadas y hostigadas online según informaron desde elDiarioAr.
Acusadas por difundir “listas negras” y comparadas con la “Triple A” o “La Gestapo Argentina”, las periodistas fueron objeto de una violencia inusitada en las redes sociales y protagonistas de lo que habían detallado en su informe: cómo la comunidad conservadora instala temas/tendencias y organiza ataques masivos online contra ciertos usuarios/personas, sobre todo si pertenecen al movimiento feminista, militaron a favor de la Ley IVE y sus ideas son afines al gobierno nacional.
Al coro se sumaron medios hegemónicos – que guardaron un oportuno silencio frente al espionaje ilegal perpetrado por la AFI macrista – ; distintos representantes y figuras opositoras como Juan José Campanella y Sandra Pitta; y Juntos por el Cambio que “se puso el sayo” y publicó un comunicado en donde advierte que el artículo pone en alerta “a todo nuestro espacio”. Del otro lado de la vereda, las trabajadoras de prensa recibieron el apoyo de la Red PAR y el Cispren, entre otras organizaciones.
Lo cierto es que las agresiones que sufren las mujeres periodistas en las redes sociales no es algo exclusivo de Argentina. De acuerdo a un informe encargado por la UNESCO y elaborado por el Centro Internacional de Periodistas, 3 de cada 4 reporteras han sido objeto de violencia en la red. “Aquellas que son defensoras de derechos humanos y están implicadas en política, son más vulnerables a esta violencia”, detalla el informe.
Las agresiones y ataques virtuales tienen un profundo impacto en la vida y el desempeño laboral de esas mujeres. La autocensura, el alejamiento de la visibilidad pública, los efectos en la salud mental y la percepción de que existe un mayor riesgo de sufrir daño físico son algunas de las consecuencias. Sin ir más lejos y en el terreno político-partidario, la legisladora por el FDT de CABA, Ofelia Fernández, cerró su cuenta personal de Twitter luego de los reiterados ataques de la comunidad derechosa y antiaborto que la convertía, con mucha frecuencia, en Trending Topic bajo ideas/conceptos hostiles para su persona.