Política y Economía

Por primera vez una mujer al frente de la Policía de la Provincia

Este sábado Liliana Rita Zárate Belletti fue designada nueva jefa de la Policía. El anuncio del Ministerio de Seguridad incluyó al nuevo subjefe Ariel Darío Lecler.

El ministro Alejadro Mosquera presentó a la jefa y subjefe de la Policía de la Provincia.

Poco después de conocida la noticia, el ministro de Seguridad Alejandro Mosquera presidió en el Salón Azul de la Jefatura de Policía el acto de presentación de los nuevos integrantes del Estado Mayor de la Policía de la Provincia de Córdoba. Posteriormente, el propio gobernador Juan Schiaretti recibió a la comisaria General Zárate Belletti en el Centro Cívico.

Es la primera vez que una mujer estará al frente de la fuerza policial provincial. Tendrá por delante el desafío de conducir una institución de poco más de 22 mil efectivos. Una  sucesión de hechos escandalosos que involucró a integrantes de la institución, en los últimos meses llevó a un creciente desprestigio de los policías en la sociedad. Recuperar la confianza en la fuerza será la prioridad.

Los cambios en la plana mayor se dispusieron tras los recurrentes casos de supuestos gatillo fácil y abusos, más las denuncias de corrupción y la creciente inseguridad urbana. La ahora jefa policial, revistaba desde el año pasado como directora de Recursos Humanos. Y desde agosto, tras el asesinato del adolescente Valentino Blas Correas, tras la purga dispuesta, fue designada al frente de la Dirección General de Seguridad Capital. Su nombramiento como jefa significó el pase a retiro forzoso del comisario General Gustavo Vélez, tras cinco años como jefe.  

En contexto

El cambio dispuesto en la cúpula policial por las autoridades provinciales no sorprendió. Sí lo fue el golpe de efecto: el nombramiento, por primera vez, de una mujer como jefa de la Policía.

Tomando solamente el periodo de excepción, con las restricciones por la pandemia del Coronavirus, tres casos de supuestos gatillo fácil conmocionaron a la sociedad.

José Antonio Ávila (35), fue baleado por la policía los primeros días de julio en Villa El Libertador; el crimen importó la detención de dos uniformados, imputados por homicidio doblemente agravado, abandono de persona y por no reportar el hecho.

El 6 de agosto, Blas Correas, de 17 años, fue muerto por una bala policial; en un control de tránsito policías dispararon contra el auto donde se conducía el joven y unos amigos. A diferencia del caso Ávila, el asesinato de Blas generó una verdadera conmoción social; quizás fue por el segmento social al que pertenecía el chico y sus amigos, pero la cobertura mediática no fue igual al primer caso y el hecho permaneció en la agenda pública por varias semanas. El gobernador Schiaretti fue entonces fue centro de duras críticas –incluyendo de la familia de Blas- por la falta de un pronunciamiento. La nueva jefa policial, buscó suplir el silencio de la más alta autoridad  y a pocos días de asumir la Dirección de Seguridad Capital visitó a la familia. “Los casos (de gatillo fácil) han sido episodios aislados, no creo que sea algo constante en la fuerza”, declaró en la oportunidad.

Pero el pasado 25 de octubre, en Paso Viejo, un tranquilo pueblo del noroeste provincial, un nuevo hecho involucró a efectivos policiales. Joaquín Paredes, de tan solo 15 años, recibió un balazo en la espalda. Un grupo de policías desataron una verdadera balacera contra varios amigos que se encontraban a la madrugada en la plaza. Joaquín murió, otros dos chicos resultaron heridos. Este hecho, asociado otra vez a la violencia institucional, fue la gota que rebalsó el vaso.

Tras el asesinato de Joaquín, el pasado martes el ministro Mosquera presentó un nuevo protocolo de acción policial. Avanza sobre el anterior, muy similar y dictado tras el asesinato de Franco Amaya en 2017 en un control de tránsito en Carlos Paz. Esta vez se establece de manera taxativa que el uso de arma de fuego “es una excepción”.

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El ascenso de la mujer en la policía

En diciembre de 2003, por primera vez en la historia policial argentina, una mujer fue designada para el más alto cargo de la Policía de Santa Fe. Se trato de la comisaria comisario mayor Leyla Perrazo. Y desde septiembre de este año, nuevamente en esa provincia la institución es presidida por otra mujer, Emilce Chimenti.

En 2019 fue la provincia de Salta la que dispuso que una mujer encabezara la Policía Provincial. La comisaria General Norma Morales se convirtió en la primera mujer en los 194 años de historia de la institución en desempeñarse en el máximo cargo.