Derechos Humanos

Que publicar no sea un crimen

El 28 de noviembre  se cumplieron 12 años del inicio del #CableGate y los principales periódicos del mundo publicaron una carta para que Estados Unidos abandone las acusaciones contra Julian Assange, quien cumple prisión preventiva en Belmarsh (Reino Unido) mientras se resuelve su extradición. 

Por Irene Adler • 30/11/2022 08:44 • Tiempo estimado de lectura: 3 minutos

The Guardian (Reino Unido), New York Times (Estados Unidos), El País (España), Le Monde Diplomatique (Francia) y Der Spiegel (Alemania) publicaron el lunes 28 de noviembre de 2022 una carta conjunta pidiendo al gobierno de Estados Unidos que deseche el proceso judicial contra Julian Assange y argumentando la grave amenaza que esta acusación representa para la libertad de prensa. 

Entre 2010 y 2011, éstos portales de noticias fueron elegidos para publicar más de 250 mil documentos sobre abusos militares de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en Irak en un evento conocido como Wikileaks. Como respuesta, el gobierno “americano” decidió procesar judicialmente a Julian Assange -quien pidió asilo político en la embajada de Ecuador en Londres- en una acción que podría condenarlo a la pena de muerte. 

La carta: 

Doce años atrás, el 28 de noviembre de 2010, nuestros cinco medios de comunicación internacional, publicaron una serie de revelaciones en cooperación con Wikileaks que llegaron a los titulares de todo el mundo. 

“Cablegate”, un conjunto de 251.000 telegramas confidenciales del departamento de Estado de Estados Unidos, reveló corrupción, escándalos diplomáticos y asuntos de espionaje de escala internacional. 

En palabras del New York Times, los documentos contaban “la historia desnuda y cruda de cómo el gobierno toma sus mayores decisiones, las decisiones que más cuestan al país en vidas y en dinero”. Ahora, en 2022, periodistas e historiadores continuan publicando nuevas revelaciones, usando este tesoro único de documentos. 

Para Assange, la publicación “Cablegate” y varias otras filtraciones relacionadas tuvieron las más graves consecuencias. El 12 de abril de 2019, Assange quedó detenido en Londres a pedido del gobierno de Estados Unidos y ahora se encuentra hace casi 4 años en una prisión de máxima seguridad junto con terroristas sentenciados. Si esta persecución continúa, Assange enfrenta una extradición y una sentencia posible de hasta 175 años de prisión. 

Los editores de los 5 periódicos que publicaron la carta “Publicar no es un crimen” trabajaron previamente con Assange y sintieron la necesidad de criticar públicamente su conducta en 2011 cuando se divulgaron copias no editadas de algunos telegramas, incluso cuestionaron el supuesto hackeo de Wikileaks a bancos de datos clasificados. Sin embargo, ahora se reunen para expresar su preocupación por este avasallamiento a la libertad de expresión que encarna Assange. 

La administración Obama – Biden -a cargo del ejecutivo cuando se publicó Wikileaks en 2010- se abstuvo de procesar a Assange, explicando que si así lo hiciera, también tendría que acusar a los medios de comunicación y los periodistas que habían contribuido a la difusión internacional. A diferencia de la postura demócrata donde prevaleció la libertad de prensa, cuando asumió Trump el caso dió un vuelco radical y el Departamento de Justicia de Estados Unidos se basó en una antigua ley de espionaje de 1917 para sostener la acusación contra Assange. 

Actualmente la acusación establece un peligroso precedente en materia de Derechos Humanos y amenaza con minar la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos referida a la libertad de expresión. 

Obtener y divulgar información clasificada cuando sea necesario en el interés público es una parte esencial del trabajo diario de los periodistas. Si se criminaliza este trabajo, nuestro discurso público y nuestras democracias se debilitarán significativamente.

Doce años después de la publicación de «Cablegate», es hora de que el gobierno de EE. UU. ponga fin a la demanda contra Julian Assange por publicar secretos.

Publicar no es un delito.