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«Río Tercero merecía y necesitaba un museo de arte»

Por Redacción Tercer Río Noticias • 14/09/2021 00:01 • Tiempo estimado de lectura: 8 minutos

Lo dijo el jueves pasado Raquel Piedrabuena, en oportunidad de la inauguración del Museo Enrique Gandolfo. El espacio se presentó en el marco del aniversario 108 de la ciudad.

El pasado jueves fue inaugurado el Museo Gandolfo en Río Tercero.

La artista plástica Raquel Piedrabuena, fue quien, en nombre del Grupo de Amigos de Enrique Gandolfo, hizo uso de la palabra al quedar finalmente inaugurado el museo que llevará el nombre del reconocido artista, fallecido en 2013, en donde se expondrán sus obras pero, además, será una galería de muestras artísticas.

«Río Tercero merecía y necesitaba un Museo de Arte», señaló Piedrabuena. De allí en más, hizo un recorrido por las gestiones que fue realizando este Grupo de Amigos, que se conformó en 2007, cuando el artista atravesaba un delicado estado de salud. Aquel grupo, conformado por Raquel, Miguel Monteverde, Marisa Farías, Elver Ressa, e Ilda Piedrabuena, se planteó dos objetivos: propender al sostenimiento y al cuidado de su salud, además de realizar todas las gestiones para la creación de un Museo de Artes, que llevara su nombre y preservara su obra.

Las gestiones comenzaron en ese mismo año. Gandolfo, en 2008, fue declarado Ciudadano Ilustre de Río Tercero. En diciembre de 2010, el artista, decidió, mediante una escritura certificada por escribana que se procediera a la donación con cargo a la Municipalidad de la totalidad de sus obras y objetos personales artísticos, quedando en «custodia» de sus amigos para que, en el plazo no mayor de cuatro años, se creara el museo, en donde serían ubicados sus pinturas. Transcurrido ese periodo, ya el artista había fallecido. Se gestionaron distintas alternativas para crear ese espacio físico, pero no se concretaron.

Recordó Piedrabuena que los familiares de Gandolfo, no vivían en la ciudad, sólo su sobrina «mayor, como él». «Nunca quiso irse de Río Tercero, razón por la que decidimos acompañarlo en sus últimos años», rememoró. «Paralelamente, comenzamos a pensar en tener un museo en la ciudad que albergara su producción y es así, como el grupo lo empezó a gestionar entre las diferentes intendencias que se sucedieron hasta 2014, pero, lamentablemente, sin lograr un resultado positivo. A partir de 2015, y hasta el corriente año, se comenzó a hacer público el reclamo y se sumaron artistas de todas las disciplinas», señaló Piedrabuena.

Recordó que los medios de comunicación se hicieron eco, mientras comercios «prestaban generosamente sus vidrieras o locales para mostrar un arte que no tenía un lugar específico para ser exhibido». «Fueron 14 años de lucha hasta hoy, que ese preciado tesoro, en custodia del Grupo de Amigos, pasó a ser propiedad de nuestro pueblo», enfatizó. «Todo el legado artístico del maestro Gandolfo, felizmente ya tiene su lugar», dijo. 

El museo se encuentra en la restaurada y ampliada estación del ferrocarril. A la misma, el municipio agregó una galería en donde se podrán realizar muestras. Piedrabuena, recordó que en estos años, por ejemplo, las obras del reconocido artista, fueron resguardadas en la Fundación Juntos a la Par – La Luciérnaga Río Tercero; en el domicilio de la escritora, Azucena Gribaudo; y en la Cooperativa de Promoción y Desarrollo Regional, que permitieron «sucesivamente, guardar ese valioso patrimonio», hasta que se concretara el museo para el mismo.

La palabra de Ferrer

A su turno, el intendente Marcos Ferrer, señaló que fue «una enorme alegría» poder reencontrarse en el aniversario de la ciudad, luego de un tiempo que eso no había sido posible, y en el marco de la inauguración del museo. «Es un día feliz, pero también hoy quiero hacer un pequeño paréntesis, porque seguramente mucha gente hubiera querido estar presente, muchos que han luchado por esto (el museo), y todos quienes fallecieron en la pandemia», expresó el jefe comunal, quien solicitó un minuto de silencio en su memoria.

Indicó luego que el jueves fue un día, además, para recordar al fundador de la ciudad, Modesto Acuña, «que tuvo la capacidad de ver algo en donde no había nada y que en esa visión, que tienen algunos seres humanos que son diferentes, nos hizo posibles a todos nosotros; porque probablemente si Río Tercero no existiera, muchos de nosotros tampoco existiríamos», señaló, indicando que ese fue lo que logró el fundador de la ciudad.

Recordó que en la ciudad hacía muchos años que no se hacía una obra pública para la cultura, agregándose la misma al «circuito cultural». «Para los artistas en general, para que la disfruten, la utilicen, y para que todos los riotercerenses también la incorporen a su patrimonio cultural, que hace a la historia de cualquier ciudad», dijo.

Señaló que la concreción del museo «es un acto de Justicia con Enrique Gandolfo, uno de los artistas más importantes de la historia de Río Tercero, que durante mucho tiempo tuvo sus obras guardadas y que a partir de ahora van a ser exhibidas en este lugar, que además lleva su nombre (…) y porque también pone en resalto, que Río Tercero es una ciudad industrial, como lo dice nuestro himno, es la Capital Nacional del Deportista, pero también es la cuna de muchos artistas» que generan orgullo para la comunidad y merecen tener un espacio.

Señaló que, además, es la recuperación de «un lugar emblemático de Río Tercero». «La estación de tren en la historia de la ciudad tiene un peso muy especial. Encierra este lugar miles de historias, de personas que llegaron a Río Tercero a buscar un trabajo, a poner un comercio, buscar una nueva vida», manifestó. Recordó que Gandolfo llegó en 1940 a la ciudad, «y no sé si no habrá venido en el tren, por lo que es doblemente emblemático este lugar», indicó. «Y recordaba también a mi abuelo, que era ferroviario», dijo.

Indicó que una de las imágenes, por caso, que tiene de su abuela, era «cuando me decía que escuchaba la bocina del tren los viernes, en ese momento sabía que mi abuelo estaba llegando porque era maquinista». «De esas historias, hay miles vinculadas a la estación del tren, de personas que fueron a buscar otros rumbos, de viajes, de llegadas para quedarse para siempre en esta ciudad y merecía este lugar que fuera recuperado», señaló.

Destacó Ferrer, para concluir, el trabajo realizado en el lugar por el secretario de Obras Públicas, Leonel Messi, con el equipo de esa área municipal, por el trabajo realizado, como así también a los artistas que intervinieron realizando para la fachada exterior una réplica de las obras de Gandolfo, a través de la técnico del mosaiquismo. Recordó, finalmente que cuando comenzó el año se asumió un compromiso desde el municipio, luego de un 2020 «muy duro por la pandemia, por todo lo que enfrentamos», que éste sería el de las obras.

Enrique Gandolfo

Enrique Gandolfo, fue un pintor, dibujante y grabador, nacido cuando corría el año 1924 en Hernando. Es considerado uno de los paisajistas cordobeses más destacados a partir de los años ’60 y ’70, con proyecciones a las décadas siguientes. 

Fue discípulo de Emilio Pettoruti entre 1951 y 1953, lo que en su juventud dejó en su obra la impronta del placer por el rigor geométrico. En la década de 1950, después de permanecer en Buenos Aires casi 15 años, volvió a radicarse en Río Tercero, al que seguía visitando. Calles y edificios emblemáticos, el río, los cerros, los árboles, los animales, las flores y las distancias infinitas, forman parte de su profusa obra.

Fue en 1940, cuando tenía 15 años, que se radicó en Río Tercero, ingresando en la Escuela de Aprendices de la Fábrica Militar. En 1945, vivió durante un año en Córdoba, y desde allí, se trasladó a Buenos Aires. 

Cursó las cátedras de Visión con Héctor Cartier y de Historia del Arte con Abraham Haber, en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Fue amigo de la reconocida artista, Marta Minujín, a quien retrató. Antes que comenzara la década de 1960 regresó a Río Tercero, aunque seguía viajando a la capital del país.

En 1966 el Fondo Nacional de la Artes le otorgó una beca por concurso para pintar en Río Tercero. Su obra ha sido premiada en distintos salones oficiales y particulares, y seleccionada para integrar colectivas destinadas a representar el panorama plástico argentino en el exterior.

Entre las mismas, se encuentran “Primitivos actuales de América”, organizada por el Instituto de Cultura Hispánica en Madrid, Barcelona y Valencia (1967); Festival Internacional de Pintura (UNESCO) en Cagne-Sur-Mer (Francia) y en el IX Premio Internacional de Dibujo Joan Miró en Barcelona (1970). Fue seleccionado para una serie de exposiciones en los Estados Unidos iniciadas en el Miami Art Center y obtuvo votos para el premio.

Sus pinturas formaron parte de selecciones realizadas por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) y el Hospital de Niños de Buenos Aires, para ilustrar tarjetas y agendas con fines benéficos entre 1970 y 1995. También por el Patronato de la Infancia (PADELAI) y la Asociación Civil Navidad de Córdoba, con iguales propósitos y en el mismo período.

Fuente: 3rionoticias.com