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Río Tercero y una postal hacia arriba: cuántos son los edificios en la actualidad

Por Tercer Río Noticias • 14/02/2021 12:00 • Tiempo estimado de lectura: 7 minutos

Nota destacada de la semana: Tercer Río Noticias

Observada la ciudad desde la distancia, se puede encontrar un detalle: cada vez son más las propiedades horizontales, inclusive de varios pisos que se aprecian. En los últimos años se sumaron varios edificios.

Desde los primeros edificios con más de cuatro o cinco pisos, que comenzaron a hacerse presentes en el paisaje urbano de la ciudad, especialmente en las décadas de los setenta y ochenta en Río Tercero, pasó ya mucho tiempo. Si alguien se marchó y retornó a la comunidad luego de 30 años, sin dudas que en ese aspecto la encontrará cambiada. 

Lo cierto es que la cantidad de estos inmuebles, inclusive con uno de 15 pisos, el más alto de la ciudad, ya se ha hecho algo cotidiano de observar. Otro detalle: no es igual mirar a la ciudad y su expansión en propiedades horizontales desde el interior de la misma que desde la distancia o también desde el aire. Allí se dimensiona ese cambio urbanístico.

Por ejemplo, lo señalado es notable si se visualiza a Río Tercero desde la circunvalación que transita por el norte del río Ctalamochita. La cantidad de edificios de varios pisos que se observan llaman la atención. «Parece otra ciudad», señaló un riotercerense que recorría por primera ocasión la circunvalación. También se percibe esa postal desde el sector del barrio El Portal, uno de los más nuevos, que se encuentra en el sector norte.

¿Cuántos edificios tiene Río Tercero, construidos o en construcción? La Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad informó 58 en total. Y de ese número, con más de cuatro pisos, suman 46 en diferentes sectores de la ciudad. De los mismos, como está señalado, varios superan los ocho pisos y el más alto, hasta ahora, es el ubicado en calle Uruguay con 15. El más nuevo, similar en altura, que comienza a construirse, estará en donde se encontraba la Sociedad Española, esto es sobre Avenida San Martín. El mismo tendrá más de 12 pisos. 

Del total de edificios hay 10 que se encuentran en construcción o en proyecto. Para este informe, además, se toman las propiedades horizontales en donde existen ascensores. Hace siete años Revista Tercer Río realizaba un informe similar al de este sitio de noticias. En aquel momento Río Tercero mostraba una tendencia, no sólo con nuevos loteos hacia diferentes sectores, sino además, hacia arriba en lo referente a los inmuebles.

Por entonces, los edificios de más de cuatro pisos, dato también brindado por el área de Obras Públicas de la Municipalidad, eran 34. Como está señalado, hoy suman, construidos, en construcción o a punto de iniciarse, un total de 46. Esto es que en siete años se sumaron otros 12, casi dos inmuebles de estas características por año que transcurrió.

Una tendencia

Sobre los motivos de que la ciudad se expanda no sólo hacia sus costados, sino hacia arriba, es algo en lo que coinciden los consultados para este informe. Más allá de la inversión de quienes construyen, está la demanda. Si bien es real que existen departamentos desocupados, desde hace algunos años crece el interés por vivir en altura.

No existe un sólo motivo para optar por habitar en edificios. «Uno de ellos es que hay parejas mayores, que al crecer e irse sus hijos les quedó una casa demasiado grande y optaron por venderla y comprar, por ejemplo, un departamento en algún edificio», señaló un corredor inmobiliario de la ciudad. «En mi caso, que tengo una inmobiliaria pequeña, cuatro clientes en los últimos meses vendieron casas y compraron departamentos», dijo.

Los motivos, además, es la cercanía con el centro y que se trata inmuebles nuevos. «Y por otra parte, está la cuestión de la seguridad», agregó. Pero, sostiene, no es la única motivación para elegir vivir en edificios ni tampoco la única franja etaria. «Esto se produce también en muchos jóvenes, en soledad o en pareja», expresó el agente inmobiliario. 

Señaló que no es algo que sólo observa como corredor inmobiliario en su caso particular, sino que, además, coinciden sus colegas. «Hay jóvenes que optan por cursar una carrera superior en la ciudad y no radicarse en otras, como el caso de Córdoba, pero desean independizarse, trabajan, pueden pagar un alquiler y optan por hacerlo con un departamento en un edificio», aporta. Y agrega: «Y las parejas, jóvenes, sin hijos, también».

Sería más pronunciado con una universidad pública

Entre las consultas realizadas por este sitio de noticias, se indica que si bien existen ofertas educativas superiores en la ciudad, las que motivan a jóvenes a quedarse y no emigrar a comunidades en donde existen universidades públicas y gratuitas, de radicarse una casa de altos estudios de esas características, potenciaría ese perfil urbanístico que ya muestra Río Tercero. «Sería así, una universidad pública, con diferentes carreras, haría que los estudiantes no emigraran, sino que llegaran de toda la región», señaló un consultado.

Si bien Río Tercero posee una diversidad de ofertas públicas y privadas en materia superior, la esperanza por una Universidad Nacional no se pierde. De hecho, el actual intendente, Marcos Ferrer, viene insistiendo que una reparación histórica del Estado Nacional por lo sucedido en noviembre de 1995, además de que se reactive la Fábrica Militar, industria madre de la ciudad, es que llegue finalmente una Universidad Nacional Pública.

Las comunidades con casas de altos estudios públicas con carreras de grado, se encuentran todas en ciudades ubicadas a 100 kilómetros: Córdoba, Río Cuarto y Villa María. Río Tercero se ubica en el centro de ese triángulo. La zona de influencia es importante en cuanto a quienes egresan del nivel medio. No sólo sería un beneficio para la ciudad.

El mismo se plantea desde lo educativo, aunque también desde lo económico, considerando el flujo de dinero que se marcha anualmente de la misma por quienes se radican para estudiar en otras comunidades y en muchas ocasiones no retornan. El beneficio sería también para poblaciones de la región, cuyos jóvenes tendrían una opción más cercana.

«Sabemos lo que representa una universidad pública y el cambio que produce, no sólo desde lo educativo, sino en la demanda de los estudiantes de otros lugares por departamentos, lo que también genera un cambio desde lo urbanístico. Sin dudas, con más demanda, se potenciaría aún más el crecimiento hacia arriba», se enfatiza.

Una inversión

No cambió la motivación de los inversionistas inmobiliarios en los últimos tiempos. Hay particulares, empresas, sociedades civiles de propietarios y fideicomisos, como se planteaba en aquel informe de hace siete años. Y en algo se coincide hoy como en 2013: «sigue siendo una buena inversión en ladrillos y una forma de resguardar ahorros».

Como está señalado, la tendencia de construcción hacia arriba, además de los nuevos loteos, al compararse aquel informe de hace más de un lustro con este, en los inicios de 2021, más allá de los avatares de la economía nacional de los últimos años, continúa. Para recordarlo, en siete años casi se construyeron dos edificios cada 12 meses.

La ciudad en tres décadas cambió en su fisonomía urbana. Y es una imagen que se puede apreciar de manera más elocuente si se la observa desde la distancia o desde arriba.