Derechos Humanos

Semana de la Memoria: “Queridas presencias” en el Archivo

El jueves pasado, el Archivo Provincial de la Memoria reabrió la “Sala de Objetos y Vidas para ser Contadas”, un espacio que sigue sumando detalles, relatos y fotografías de desaparecides, y reconstruyendo la vida. Una actividad especial y sentida que busca conectarnos con las esencias y memorias más subjetivas que habitan el espacio, siempre con las puertas abiertas para que la Memoria, la Verdad y la Justicia sean nuestras banderas.

El Archivo Provincial de la Memoria está en pleno centro de la ciudad de Córdoba. Situado en el edificio donde funcionaba el Departamento de Informaciones D2 (que, durante la dictadura de 1976, fue uno de los Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio), el Archivo es hoy un sitio lleno de vida, de actividades, de visitantes y contingentes de estudiantes.

En el lugar, la Sala de Objetos y Vidas para ser Contadas “recupera las historias de vidas de hombres y mujeres asesinadas y desaparecidas por el terrorismo de Estado, a través de objetos, álbumes y fotos que ponen rostros y nombres a lxs 30 mil”. Como explican desde el Archivo, aunque la sala nació con la idea de producir álbumes donde quedaran plasmadas las historias de vidas, el espacio permitió advertir el proceso por el que atraviesan aquellos hijos, padres o sus amigos que van produciendo esos álbumes y que eligen conservar en este espacio.

“Queridas presencias” fue la invitación de la semana pasada para “compartir ese proceso de trabajo realizado junto a familiares que donan sus objetos, resignificando el espacio con sus presencias, construyendo entre todes nuestra memoria colectiva. La idea es acercarnos a estas identidades a través de experiencias y relatos de nuevos objetos y álbumes que se han ido sumando en los últimos años”, cuenta el equipo organizador a La tinta.

“Esta sala relata momentos, recuerdos, vidas, experiencias, amores… Es un espacio permanente que intenta reconstruir la vida”, explican. Y agregan: “Las prácticas del terrorismo de Estado implicaron no sólo el secuestro y la desaparición física de la persona, sino también de sus pertenencias, apuntando a borrar su vida, su identidad, su rostro y sus recuerdos”. En estos días, en la sala, hay desde recortes de diarios, fotos, certificados (bautismos, escolares, etc.), D.N.I., hasta cartas, poesías, pequeñas notas, libretas de ahorro, habeas corpus, diarios íntimos, documentos relacionados a la actividad profesional o política, cassettes, discos y libros.

Marzo acontece, sucede, interpela, dicen desde el Archivo. “Marzo es imperativo para No Olvidar. Marzo invita a recordar. Marzo y sus memorias. ¿Qué recordamos? ¿Para qué? ‘Queridas presencias’ fue una actividad especial y sentida porque nos conecta con las esencias y memorias más subjetivas que habitan el Espacio de Memoria”.

La invitación es a mirar los ojos de Hermenegildo, a proyectar con la mirada de Raúl, a escuchar el cuento de Ana María. A transmitir con la antena de Osvaldo, a pasear con la moto de Esther y Luis, a bailar con el vestido de Mabel y muchas historias más.

El convite es a no olvidar. A ir “tejiendo memorias, buscando verdad, exigiendo justicia, conquistando derechos”, hoy y siempre.

FUENTE: Redacción La tinta / Fotos: Diana Segado para La tinta.