Sociedad
Tres policías y un militar imputados por la muerte de Alejandro Bravo
Por Redacción ACN • 04/02/2021 16:04 • Tiempo estimado de lectura: 6 minutos
Ocurrió en La Rioja el pasado viernes 22 de enero, el reconocido tatuador Alejandro “CANISKA” Bravo falleció luego de protagonizar un confuso episodio mientras volvía a su casa. Están involucrados policías de la provincia y un militar superior del regimiento 15. Hasta el momento, cuatro personas están imputadas por homicidio simple.
En la madrugada del viernes 22 de enero, Alejandro Bravo falleció en el hospital Veras Barros de La Rioja luego de recibir “golpes contundentes”, según explicó el abogado de la familia en una conferencia de prensa ayer. La víctima volvía a su casa caminando, en el barrio Luis Vernet, cuando fue interceptado por efectivos de la policía y un militar, y luego trasladado a la Alcaidía policial. El confuso episodio, que todavía está en investigación, terminó con la vida de Alejandro. Desde la familia denuncian abuso policial y los responsabilizan de asesinar a Bravo.
Hasta el momento, en la causa, hay cuatro personas imputadas por la Justicia y apartadas de sus cargos, los policías Nicolás Ochoa, Matías Contreras y José Oviedo y un militar superior del regimiento 15 de nombre Oscar Ríos. Cabe aclarar que, uno de los policías y el militar, estaban de civil al momento de la aprehensión de Bravo. La causa -a cargo del Juez Farías- está caratulada por homicidio simple, pero los abogados de la familia de la víctima, Gabriel Pavón y Sergio Gómez, esperan que se cambie a homicidio agravado.
Desde ACNoticias hablamos con Laura Nores, pareja de la víctima, quien nos relató su versión de lo sucedido y lo que se sabe hasta ahora de la causa.
Según lo registrado por las cámaras ubicadas en la vía pública, a las que tuvo acceso la esposa de Alejandro, la víctima se dirigía a su domicilio caminando alrededor de las 5:40 de la madrugada, luego de haber estado en la casa de un amigo. En las cámaras se ve a Alejandro corriendo, tocando puertas y moviendo autos «como queriendo hacer sonar la alarma para pedir auxilio», nos dijo Laura. Lo siguiente que se sabe es que Alejandro fue abordado por un militar de civil y, al menos, un policía también fuera de servicio.
También se sabe que la víctima fue trasladada a la Alcaidía policial, lugar en donde -según la versión oficial- se habría descompensado y finalmente fallece alrededor de las 6 de la mañana en el hospital Vera Barros.
Lo que no se sabe es qué sucedió en esos minutos desde que aparece la imagen de Alejandro en las cámaras y el registro de la llegada de la víctima a la Alcaidía.
Nadie de la policía le avisó a Laura que su pareja estaba en la morgue. Fue su ahijada, que tiene un contacto en la morgue, quien le avisó de un cuerpo que decían se llamaba Alejandro Bravo. Ante eso, Laura, va a la morgue judicial donde no encuentra a nadie. Finalmente se dirige al área de investigaciones de la provincia en donde le informan que su pareja, Alejandro Bravo, había fallecido a causa de un paro cardíaco por sobredosis.
La versión que le dan a Laura en ese momento, según lo que ella nos relata, es que su marido había sido reducido por la policía luego de haber intentado robar en un domicilio y que luego, cuando era trasladado a la Alcaidía Policial se descompone y muere.
Desde la Secretaría de Derechos Humanos de La Rioja, se pidió un informe a la policía con detalles y aclaraciones sobre lo sucedido y los procedimientos llevados a cabo. Este informe policial, según lo publicado por Radio Brava 97.7, decía que el personal de la Comisaría Séptima procedió a la detención y traslado de Alejandro Bravo a la Alcaidía, donde se produjo un episodio de descompensación del detenido, que aún no había ingresado formalmente a la Alcaidía. El informe, tanto de Alcaidía como de la Comisaría Séptima, indica que fue atendido inmediatamente por personal sanitario de la institución referida, y al persistir el cuadro de gravedad, se pidió la asistencia de la emergencia médica 107, que trasladó a Bravo, produciéndose el deceso del mismo en el Hospital Vera Barros.
En las recientes declaraciones de los abogados de la familia, Pavón y Gómez, se afirma que la versión de un supuesto intento de robo por parte de Alejandro está descartada y que la víctima estaba pidiendo auxilio.
Además, en la investigación paralela que está realizando la familia, Laura nos comenta que los forenses dieron una segunda versión de las causas de muerte: según este informe, habría muerto por hemorragia cerebral luego de recibir múltiples golpes en la cabeza y, además, tenía lesiones en los nudillos de las manos y rodillas, signos de resistencia. En el examen toxicológico el forense dice -según el testimonio de Laura- que la víctima dio positivo de cocaína en sangre, pero que no hubo sobredosis. El horario aproximado del deceso que dieron los médicos es entre las 6 y las 7 de la mañana del viernes 22 de enero.
Luego de una primera versión brindada desde el área de investigaciones de la provincia a Laura, se sumó otra versión que se contradecía con las ya explicadas. En esta se dijo que, en realidad, habían sido los vecinos quienes lincharon a Alejandro, luego que él quisiera cometer un robo. Esta última versión fue desmentida por los mismos vecinos.
Ante las controvertidas y diferentes versiones del hecho, intervino la Dirección de Asuntos internos y la Justicia dando inicio a una investigación que estuvo en secreto de sumario desde el pasado viernes 22 de enero hasta hace algunas horas.
Desde el inicio la familia tuvo el apoyo tanto del Secretario de Derechos Humanos, quien pidió que se investigue a fondo la causa de muerte, como del gobernador riojano Ricardo Quintela y la de los amigos de la familia quienes ya hicieron una marcha en pedido de justicia el pasado sábado 23 de enero también pidiendo justicia y esclarecimiento del caso.
¿Quién era Alejandro Bravo?
Alejandro Bravo de 44 años, conocido como “Caniska”, era un reconocido tatuador de La Rioja, padre de familia y pareja de Laura Nores de 20 años. Tuvo negocio propio, vendió ropa y accesorios de rock, pero siempre se destacó por su talento con los tatuajes. Actualmente trabajaba a domicilio o tatuaba en su casa. Era muy querido por amigos y familiares.
Este viernes 5 de febrero la familia convocó a una nueva marcha para exigir justicia, la misma será 19 en la Plaza 25 de Mayo de La Rioja.
Video de la conferencia de los abogados