Política y Economía

Vacunación VIP en Córdoba: vacunas “sobrantes” y el Hospital Iturraspe en el centro de las miradas

Tras conocerse la lista de funcionarios, legisladores e intendentes que se vacunaron en la provincia, dos datos relevantes: los beneficiados pertenecen al oficialismo como a la oposición y el rol del Hospital Regional José Bernardo Iturraspe de San Francisco.

El Hospital Regional José Bernardo Iturraspe de San Francisco.

Por Fabián García (https://enredaccion.com.ar/)

A esta altura, ya existe una larga lista de funcionarios, legisladores e intendentes que se vacunaron en Córdoba al margen de la reglamentación existente. También se puede observar un “modus operandi” de cómo y dónde se hace la vacunación. El caso de Córdoba se suma al escándalo nacional y al denunciado la semana pasada en la provincia de Santa Cruz. La diferencia, es que del proceso de vacunación irregular participan tanto intendentes del oficialismo provincial como de la principal fuerza opositora, la UCR.

Dos hechos sobresalen de la información existente hasta el momento:

-La mayoría de los casos conocidos corresponden al hospital Iturraspe de la ciudad de San Francisco, según la lista difundida por los legisladores Marcelo Cossar (UCR) y Cecilia Iturrazpe (ARI-CC).

-Dos intendentes explicaron cómo se vacunaron y en ambas vacunaciones aparece “la dosis sobrante”. Es decir, alguien no concurrió al turno o no fue citado y, por lo tanto, queda una dosis sin utilizar. Como se sabe, las 5 dosis de cada set de Sputnik V deben colocarse en un tiempo máximo de 30 minutos, de lo contrario no se pueden utilizar.

Veamos: La resolución 2883/2020 del Ministerio de Salud de la Nación dice con toda claridad: “El inicio de la vacunación será, en los grandes AGLOMERADOS URBANOS, donde la evidencia indica que se presenta una mayor proporción de casos confirmados, con transmisión comunitaria sostenida y las mayores tasas brutas de mortalidad”.

Luego señala cuál es el orden de la vacunación:

1) Personal de salud (escalonamiento en función de la estratificación de riesgo de la actividad)

2) Adultos de 70 años y más // Personas mayores residentes en hogares de larga estancia.

3) Adultos de 60 a 69 años.

4) Fuerzas Armadas, de Seguridad y Personal de Servicios Penitenciarios.

5) Adultos de 18 a 59 años de Grupos en Riesgo.

6) Personal Docente y No Docente (inicial, primaria y secundaria).

7) Otras poblaciones estratégicas definidas por las jurisdicciones y la disponibilidad de dosis.

Por lo tanto, lo ocurrido en Buenos Aires y lo que ocurre en Córdoba, se encuentra fuera de la reglamentación vigente.

De acuerdo a la información oficial de la provincia, “en esta etapa, el plan de inmunización está dirigido a profesionales de la salud en actividad vinculados con la atención crítica de pacientes Covid-19, a personas mayores residentes en geriátricos y docentes en actividad mayores de 60 años o que presenten comorbilidades”. Recién este martes 23 comenzó la vacunación a personas con más de 70 años.

Todos los que se vacunaron en Córdoba, conforman el universo de “Otras poblaciones estratégicas definidas por las jurisdicciones y la disponibilidad de dosis”. Está claro que no había disponibilidad de dosis, ya que el primer objetivo había sido vacunar a todo el personal de salud de la provincia, pero ante la incertidumbre respecto de la cadena de suministros, el Ministerio de Salud y el COE provincial decidieron utilizar las vacunas existentes para vacuna en los geriátricos. De ese modo, sólo los equipos de salud de la primera línea de combate contra el COVID-19 quedaron como grupo a proteger.

La provincia y la Nación no definieron, ni comunicaron, cuál es la población estratégica del Estado a proteger. Es decir, como en cualquier hecho situación de crisis extrema como una guerra, un accidente nuclear o una pandemia, como la que vivimos, el Estado sigue un protocolo, un plan determinado para que exista el gobierno y haya conducción del Estado. Por eso, el presidente de EE.UU tiene un bunker debajo de la Casa Blanca que lo protege hasta de una bomba atómica. Pero allí no puede ingresar cualquiera, ya que existe una odiosa lista que dice quiénes deben salvar sus vidas para seguir gobernando a la Nación. Incluso, está establecido quién toma el mando si muere. Sin embargo, en Argentina y en Córdoba eso no está escrito ni fue resuelto por nadie.

Los vacunados en el «Vacunatorio VIP» del Iturraspe

1) Ignacio García Aresca (PJ) intendente de San Francisco. Vacunado el 30/12 y 20/1.

2) Víctor Blengino (UCR), intendente de Colonia San Pedro. Vacunado el 9/1 y 1/2 en H.Iturraspe.

3) Alejandra Piasco (PJ), legisladora. Vacunada H. Iturraspe 11/1 y 8/2

Gustavo Tévez, intendente de Brinckman. (Foto Gentileza).

4) Gustavo Tévez (Juntos por Brickman), intendente de Brickman vacunado el 11/1 y 8 / 2 H.Iturraspe.

6) José Gualdoni (PJ), intendente de Alicia. Vacunado el 11/1  y 9/2 en H. Iturraspe.

7) Elio Sánchez (PJ) intendente de El Fortín. Vacunado 11/1 y 8/2 en H. Iturraspe.

8) María Fernanda Grimaldi intendente de La Francia. Vacunada 11/1 y 9/2 en H. Iturraspe.

9) Adrián Walker (PJ), intendente de Miramar. Vacunado el 11/1 y 9/2 en H.Iturraspe.

10) Rubén Para (PJ), intendente de La Paquita, Vacunado el 11/1 y 8/2 en H. Iturraspe.

11) Claudia Bordoni (PJ), intendente de La Tordilla, vacunada el 12/1 y 9/2 en H, Iturraspe.

Claudia Bordoni, intendenta de La Tordilla. (Foto Gentileza).

2) David Mercado González (PJ), intendente de Villa Concepción del Tío. Vacunado el 13/1 y 9/2 en H.Iturraspe.

13) Gustavo Benedetti (UCR), intendente de Arroyito, vacunado el 13/1 y 9/2 en H. Iturraspe.

14) Liliana Garraza (PJ), Subdirectora de Infancias de Municipalidad de Córdoba. Vacunada el 19/2 H. Iturraspe.

Vacunatorios en las localidades

El intendente de San Francisco del Chañar, Marcelo Eslava (PJ). Dijo que había sido vacunado porque, de lo contrario, la dosis de la Sputnik iba a ser tirada a la basura.

Mientras que el intendente Gerardo Cerutti (UCR) de Colonia Marina relató el lunes, al programa “Despertate” de Telefe Córdoba, un mecanismo parecido: «Fue por mediados de enero. Recibo una comunicación que había una vacuna disponible para que me vacunara. En ningún momento pedí ser vacunado. Evalué cuál iba a ser el sentido de que yo fuera vacunado… Habíamos terminado de vacunar, en nuestro sistema de salud, a todo el personal que hasta ese momento se podía vacunar. Y en ese momento, tampoco se podía vacunar a mayores de 60 años…», explicó.

La excusa parece ser siempre la existencia de un remanente accidental. Y los beneficiados, vaya casualidad, en primer lugar, los mismos: los habitantes del poder político.

Fuente: https://enredaccion.com.ar/