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Villa Ascasubi: con 96 años salió por primera vez para vacunarse

Yolanda Branca salió ayer de su casa después de 365 días para concurrir a recibir la primera dosis de la vacuna que la protege contra el Covid-19.

Yolanda recibió la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19 ayer en Villa Ascasubi.

Por: Tercer Río Noticias

Si hay personas que comprendieron que la mejor manera de evitar el contagio del Covid-19 es cuidarse y si es necesario para ello, permanecer sin salir por un año hasta la llegada de una vacuna, ese es el caso de Yolanda Branca de 96 años y de su hija, también del mismo nombre. Ambas recién salieron de su hogar en Villa Ascasubi, cuando fue el turno de «Nego», como la conocen, para recibir la primera dosis de la Sputnik V. 

El 9 de marzo de 2020, antes de que el Gobierno Nacional decretara el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), observando lo que estaba sucediendo en Europa con la pandemia, con sistemas colapsados de salud y que el virus afectaba especialmente a las personas mayores, ambas optaron por quedarse en la casa. No fue necesario que le indicaran que debían hacerlo. Sólo adoptaron esa decisión y no se arrepienten de ello.

«Estoy bien, como si no tuviera los 96», señala y sonríe «Nego», agregando que está «muy cuidada en mi casa». Cumplió los años el pasado 24 de febrero. «Los festejé tranquila, en casa», expresa. «Mucha gente cumple con lo que le dicen y eso está bien», indica en diálogo con los colegas de Radio Capilla de Rodríguez de Villa Ascasubi.

«Yoli», su hija, apunta al medio radial: «Hemos permanecido en casa, con la misión de cuidarnos y de cuidar a los demás, rezando por todos». Y agrega: «Parece un poco exagerado, pero es lo que sintieron nuestros corazones; colaborar de esa manera (…) Estamos muy felices de que a este pequeño pueblo hayan llegado las vacunas».

Agradece por la organización para vacunar a los adultos mayores en la localidad, a quienes realizan esa tarea, y señala, que en este caso «el pueblo parece más grande que el mundo». La mujer, no es alguien que sólo conoce a su localidad. Ha recorrido y vivido en distintos países. «He vivido en diferentes lugares, grandes ciudades cosmopolitas, aquí se ve todo también, más sencillo, pero mejor tal vez; y eso es algo bueno», indica.

Recuerda nuevamente que estuvieron cuidándose, en su casa, agradeciendo a las familias que las ayudaban. Indica que todos los días, una de las vecinas las visitaba, «pero desde la ventana». Explica que le llevaba elementos que necesitaban. Poco antes de recibir la ansiada vacuna su madre, señala la expectativa de poder hacerlo , «algo tan esperado en el mundo». «Deseamos que les llegue a todos; ese es nuestro deseo», reitera.

«Yoli» cuenta que ya se inscribió para recibir su vacuna, aunque deberá esperar. No se encuentra en la franja etaria de los mayores de setenta años. «Pacientemente espero que llegue el tiempo, pero que se vacunen todos quienes sean esenciales; yo puedo trabajar desde casa y mamá puede estar en casa, pero hay gente que tiene que salir, que debe hacer sus cosas, y que sean los primeros» en recibir las vacunas contra el Covid, señala.

«El 24 de febrero de 2020 mamá cumplió 95 años, hicimos una hermosa fiesta y fue la última reunión en donde pudimos estar todos juntos. Éramos como 100 personas», recuerda. Y prosigue: «Luego de eso, viendo en Europa como estaba la pandemia, le dije ‘mamá, hay que quedarse adentro'». Y eso finalmente hicieron. No lo dudaron.

No obstante, señala, seguían llegando personas. «El día 9 de marzo, hace un año y dos días, cerré la casa. Desde ese momento no entró nadie más, antes de que el presidente (Alberto Fernández), declarara la cuarentena. Y nunca más salimos. Hicimos vida interna, que no ha sido mala, porque hemos aprendido mucho. Especialmente de uno mismo se aprende», asegura. «No tuvimos angustia, hemos tratado de pensar lo mejor», agrega.

La mujer explica que en estos 367 días intentaron pasarla de la mejor manera en su hogar. «Hicimos todo lo necesario para no sentir el encierro», señala. Para abastecerse durante poco más de un año, recurrieron al sistema de delivery. Rescata la disposición de quienes concurrieron para llevarles lo que necesitaban en la población. «Le digo a mamá, que no creo que si hubiéramos vivido en Córdoba habría sido así», reflexiona.

«Es un pueblo amoroso; lo que hemos pedido nos han traído: la mercadería, de la farmacia, todos los detalles, para que pudiéramos cumplir con esa verdadera cuarentena. Hemos recibido lo mejor», enfatiza «Yoli».

El momento de la vacuna para «Nego», como la conocen en el pueblo a la mujer de 96 años, una de las personas de más edad en recibir la dosis de la inoculación contra la Covid-19 y con la que se cierra el operativo de ayer jueves, finalmente llega al Salón de Jubilados. Cargan los datos y luego de un año sin salir de su casa, acompañada por su hija, recibe la primera dosis de la Sputnik V. Falta la segunda, por supuesto, pero ya comienza a estar protegida.

Las vacunas, son enviadas por el Hospital Provincial de Río Tercero, a Villa Ascasubi y otras poblaciones de la zona, ya que es el nosocomio de referencia para la vacunación Covid en el departamento Tercero Arriba. En la medida que llegan las dosis a quienes son notificados, como es el caso de la mujer, concurren a inocularse.

Luego de abrazarse con su hija, «Nego», señala a los colegas de Capilla de Rodríguez: «Estoy emocionada, muy emocionada, no sentí nada (con la aplicación de la vacuna), pero a esta edad Dios me regala la vida». Rescata que en su pueblo haya podido vacunarse, tener la posibilidad de comenzar a estar protegida. No es poco.

En un mundo, en donde se busca a personajes públicos para que reciban una dosis y la gente se vacune, como ejemplo de que es lo mejor, en Villa Ascasubi, una población del interior de Córdoba, en el departamento Tercero Arriba, eso no es necesario. Con «Nego», primero con su hija «Yoli» por cuidarse, y segundo por agradecer al recibir emocionada su vacuna, ya es suficiente. 

Fuente: https://3rionoticias.com/