Córdoba obrera
Río Cuarto: 32 familias en la calle tras el cierre de una cadena de panaderías
Por Maxi Chiapezzoni • 11/12/2020 19:01 • Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
El intempestivo cierre sorprendió a los trabajadores y trabajadoras. La panificadora “La Nueva Central” de Río Cuarto, de 40 años en el rubro, cerró sus puertas el pasado sábado. cinco de diciembre y sin aviso previo a las 17 mujeres y 15 hombres que allí trabajaban, algunos con 30 años de antigüedad
El cierre repentino de «La Nueva Central», significó dejar en la calle, sin aviso previo, a las 17 mujeres y 15 hombres que allí trabajaban, algunos con 30 años de antigüedad
“Nos juraron hasta por sus hijos que nos iban a dejar trabajando, que no nos íbamos a quedar en la calle”, comentaron sin consuelo los trabajadores que exigen a los propietarios “que den la cara”. Desde aquel día comenzaron una larga peregrinación en reclamo por sus puestos laborales y salarios adeudados.
“Nos dejan tirados en la calle sin un centavo”
Vanesa Crespi, trabajadora con 11 años en la firma dijo que se enteraron del cierre “por un mensaje que se hizo viral, porque ellos (los propietarios) nunca nos dijeron nada, siempre todo turbio para podernos cagar hasta el último centavo. Nos dejan tirados en la calle sin un centavo”, declaró.
Desde aquel sábado, las 32 familias comenzaron un acampe frente a la fábrica y local comercial central en busca de una respuesta, permanecieron allí todo el fin de semana largo hasta el día de ayer donde llegaron a un principio de acuerdo.
En la segunda audiencia en el Ministerio de Trabajo provincial, delegación Río Cuarto, los trabajadores aceptaron en una larga asamblea en las puertas del organismo la única propuesta que realizó la familia Rotelli, propietaria de la firma “La Nueva Central”. Se trata del pago en el día de hoy del 70 % del salario del mes de noviembre y el 30 % restante el jueves próximo luego de devolver materia prima almacenada y así recuperar el dinero para pagar los salarios adeudados a los 32 trabajadores. Como condición solicitaron que los trabajadores levanten la medida de fuerza.
“Lamentablemente tuvimos que aceptar lo que ellos nos proponen, sino no veíamos un peso”, declaró Vanesa Crespi, damnificada y una de las voceras del grupo de trabajadores que quedó en la calle. Crespi lamentó la actitud de la empresa que produjo el cierre de la empresa sin previo aviso el pasado sábado. Dijo que fue “una vergüenza lo que han hecho con nosotros. Encima si no levantábamos el campamento amenazaban reprimirnos con la policía”.
Elacuerdo solo contempla el pago de los salarios del mes de noviembre. Aún no fueron notificados del despido y exigen saber cuál va a ser su futuro laboral, el pago de las indemnizaciones correspondientes, vacaciones, el salario de diciembre y aguinaldo. El letrado Federico Bonino, patrocinante de dos trabajadoras detalló que “se encuentra vigente una intimación por la cual se solicitó (a la patronal) que se aclare la situación legal de cada uno de los empleados en el plazo de 48 horas para que después cada trabajador sepa cuál es el reclamo individual que deberá encausar para cobrar su crédito”.
La audiencia de conciliación pasó por momentos de tensión cuando el Ministerio de Trabajo, a cargo de la delegada Marcela Santini, negó la participación de los abogados particulares a la audiencia y solo pudo ingresar el representante legal del Sindicato de Panaderos de Río Cuarto porque entendía que el mismo era un reclamo colectivo. En esta instancia, la primera audiencia estuvo a punto de fracasar. El abogado representante de otro grupo de trabajadores y trabajadoras, Claudio Bonamico, declaró que el Ministerio “dilató mucho y no tuvieron una real dimensión y de la gravedad que tiene el conflicto de tener 32 trabajadores en la calle durante cuatro días y que necesitaban respuestas. Independientemente de manejarnos siempre dentro de la ley, esto también tiene un sentido social, el Ministerio es una instancia administrativa, entonces no podemos complicarlo más y no puede un funcionario elegir quién va a ser el que te va a representar, viola el derecho de defensa y constitucionales”.
Mientras esperarán los juicios laborales para el cobro de los cánones adeudados, de ahora en adelante, para las 32 familias “nos queda salir a buscar trabajo, empapelar Río Cuarto con nuestros curriculum y esperar a tener suerte”, finalizó Crespi.