Regionales

Lo que despierta Isolina

Por Víctor Valente (www.launionregional.com.ar) • 15/07/2021 00:01 • Tiempo estimado de lectura: 3 minutos

La puesta en venta de una casa emblemática del casco céntrico de Saldán y la circulación de una nota para que el municipio la convierta en espacio cultural, detonó un viejo reclamo: poner en valor la avenida San Martín.

En Saldán, promueven convertir la emblemática casa en centro cultural.

Por Víctor Valente

La muerte del querido Tucho Ariza meses atrás, con la consiguiente desaparición del bar “La Cucaracha”, fueron motivo suficiente para que una vecina que mira la vida desde la ventana escénica, haga correr una nota solicitándole al municipio que alquile o compre esa casa.

Según la artista Carolina Vergara, quien se desenvolvió en el Sindicato de Cine y en el Polo Audiovisual de la Provincia, precursora de la misiva, la idea fue “meter ruido para preservar el espacio, el bar, las cosas que estaban lucidas allí” (fotos muy viejas, trofeos, cassettes, reliquias de las llamadas “románticas” o “tesoros”).

Carolina es una vecina relativamente nueva en Saldán, y luego de tomarse un fernecito en ese lugar, se deslumbró con todo lo pintoresco que había dentro, lo material y lo humano. “No quisiera que pase al olvido y la intención es rescatarlo para convertirlo en Centro Cultural”, reveló.

Por su parte, el intendente Cayetano Canto, tomó conocimiento de esa carta, pero se escudó en que se trata de una cuestión de índole privada. “Nosotros contamos con la Casa de la Cultura y no disponemos del dinero que se pide por la venta de esa casa, ni tampoco tenemos la intención de alquilarla. De todos modos, todo lo que haya dejado el querido Tucho como legado, si sus hijos están dispuestos a donarlo, será muy bien atesorado por el Estado”, explicó.

La casa en cuestión tiene entre 90 y 100 años, fue el hogar de Jesús Ariza y Rosa Díaz, quienes en vida se la cedieron a la mítica Isolina, la primera enfermera de Saldán, única hija mujer, a lo que asintieron sus hermanos. Luego de enviudar de José Valle, la propia Isolina quiso dejarle la propiedad a sus nietos Eli y Fabio, pero ellos consideraron que su papá, Hugo (uno de los hermanos de “la Iso”), dispusiera del bien de familia.

En diálogo con Fabio y Ariel Ariza, primos entre sí, ambos coincidieron en la necesidad de vender la casa, no sin antes dejar abierta la chance de que el municipio la ponga en valor. “Si se puede bien, si no también”, deslizó Ariel.

La San Martín

La venta de esta entrañable propiedad, puso en evidencia una vieja necesidad de algunos pobladores, en especial quienes residen en el Centro y, en algún punto, son los más antiguos saldanenses. Deslizaron que aguardan que el intendente Canto ponga más atención en esa parte de la ciudad, donde en apenas tres cuadras (desde la vieja Pritty hasta la plaza), se avizoran casas de antaño que, con la presencia del Estado en algún tipo de puesta en valor, ayudaría a “hermosear” el pequeño tramo.

Al respeto, el primer mandatario reconoció que “podríamos poner bonito el Centro con más iluminación, con la mejora de las veredas”, pero instó a los propios vecinos a que expresen algún tipo de voluntad e ideas para llevar a cabo alguna acción. “Eso sí –dijo Cayetano–, hasta el año que viene que pase la pandemia, la inmensa mayoría de los recursos estarán destinados a reforzar el sistema de salud”.

Fuente: www.launionregional.com.ar/wordpress