Córdoba independiente
Festival Internacional de Títeres bajo el cielo de Paravachasca
El Festival Pan y Vino está de fiesta porque cumple 10 años y, en esta edición, lo celebran con una variada programación que estará itinerando durante enero por los pueblos del corredor. Organizado por la Fundación Hölderlin y el Espacio Abierto de José de la Quintana, esta propuesta que tiene por protagonistas a títeres es una invitación para niñes y para grandes, en el corazón del valle y bajo el cielo veraniego.
Por Redacción La Tinta • 20/01/2022 08:00 • Tiempo estimado de lectura: 7 minutos
Sobre la ruta provincial 56, entre las rutas 36 y 5, a 25 km de Alta Gracia, a 12 km de Anisacate y a 15 km de Despeñaderos, se encuentra José de la Quintana. Este pequeño poblado está rodeado de sierras, el río Cañada del Tala y el Dique; que recibe el agua del dique Los Molinos. Conserva la vida local de familias que nacieron ahí y otras que lo eligieron como lugar para hacer terruño. Mezcla de pueblo histórico, ruralidad y valle turístico, un universo heterogéneo conforman este territorio. De vecinos, están San Isidro y Los Molinos -otros dos pequeños pueblos muy bonitos para descubrir y disfrutar en esta temporada de verano-.
Almacenes de ramos generales, algún paisano a caballo por las calles de tierra, La Quintana -como le dicen quienes la habitan- es una de las localidades más antiguas y con mayor historia de la región, y se ve expresado en construcciones como: la Estancia San José y su capilla del 1700, la Casa de Piedra, el correo, los viejos chalets de los años cuarenta y la prodigiosa Estación del ferrocarril. Fue un punto central para el comercio y el desplazamiento de lxs habitantes de las Sierras, y tiene la primera escuela secundaria de minería del país.
Sobre la ruta, a pocos kilómetros de la zona más poblada, se encuentra el Refugio La Libertad, sitio de la memoria en lo que fue ex batallón 141, donde funcionó un Centro de Detención, Tortura y Exterminio en la última dictadura cívico-militar. Recuperado por un grupo de vecinxs, hoy constituyen un espacio de soberanía alimentaria de la mano de Trabajadorxs Unidxs por la Tierra (TRAUT) y la Escuela Nacional de Organización Comunitaria y Economía Popular (ENOCEP) de la Unión de Trabajadorxs de la Economía Popular (UTEP).
No se han conformado institucionalmente como comuna y las formas que se dan para resolver problemáticas y cuestiones de la vida cotidiana son comunitarias. Algo de eso se respira entre el fresco aire de monte, con una comunidad guardiana de sus verdes y los animales variados que allí la habitan, y que resiste al avance de desarrollos inmobiliarios y mineros.
En una de las calles principales del pueblo, funciona desde 2011 el Centro Cultural Espacio Abierto, sede de la Fundación Hölderlin, lugar de encuentro que todo el año -y sobre todo en la temporada de verano- tiene propuestas de talleres de artes y oficios, experiencias teatrales y de experimentación, arte y cultura variadas. Desde la autogestión, llevan adelante una cantina y ofrecen a la comunidad una amplia y rica programación artística. Son también un punto de cultura del Ministerio de Nación. La fundación lleva 15 años de organización cultural comunitaria, trabajando con estrategias de intervención social para impulsar y promocionar, a través del arte y la cultura, la agroecología y la educación, la transformación social.
Y este enero están de fiesta, porque el Festival Internacional de Títeres Pan y Vino cumple una década ofreciendo un mundo de fantasía y realidad con títeres entre las sierras. Más de 15.000 espectadorxs en diez años en sede y subsedes, más de 100 compañías de todo el país e internacionales, más de 50 grupos musicales han participado de esta fiesta popular en José de la Quintana. En esta edición, participan grupos de todo el país y de otras latitudes en lo que es una propuesta abierta a toda la familia con actividades gratuitas o a la gorra. Tendrá funciones en la Sede Central del Centro Cultural Espacio Abierto y en diferentes subsedes del Corredor Cultural Paravachasca (Anisacate, La Serranita y La Rancherita). Cuentan con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro y de Festivales Argentinos del Ministerio de Cultura de Nación.
“Traemos propuestas de diferentes técnicas de títeres: de guante, de mesa, de objetos, bocones, varillas, entre otros. Tratamos de tener una amplia variedad, ya que nuestro público es generalmente el mismo, la gente del pueblo. También trabajamos la conformación de los espectáculos con diversos ejes, desde la identidad hasta el cuidado del medioambiente, el amor y la familia son temáticas presentes. Proponemos un variado abanico de posibilidades donde las infancias se expresan y se nutren de nuevas experiencias artísticas que contribuyen a un desarrollo más sano, armónico y creativo”, nos cuenta Natalia Colautti, una de las organizadoras.
“El teatro de títeres tiene la particularidad de contener y captar la atención de niños, niñas y familias. Son insuperables en lo que ofrecen, son parecidos a los dibujos animados y son políticamente incorrectos, quien dice es un muñeco y dice lo que no se atreverían a decir las personas”, precisaron quienes llevan 10 años programando este festival. Y detallaron que el festival está planteado desde un esquema económico virtuoso, donde se benefician artistas, productores locales, feriantes, operadores técnicos, gestores y comercios a partir de las propuestas generadas. Muchos puestos de trabajo han sido generados en el verano y especialmente durante el festival.
Motorizado como una forma de ofrecer acceso a las artes escénicas a las infancias del pueblo, desde la organización nos cuentan que el nombre que lleva el festival, Pan y Vino, está tomado de un poema de Hölderlin, como símbolo de unión, reunión y amistad que, entre otras intenciones, agrupa y da pertenencia al espacio. “Nos atraviesa y queremos transmitir el sentido poético que encontramos en la obra y la vida del poeta que da nombre a nuestra Fundación y para quien la palabra, la naturaleza y el arte eran expresiones de lo sagrado, aquello que nos recuerda que somos parte de una misma humanidad”, expresaron integrantes del espacio.
Con la apuesta por la cultura local y el arte, buscan generar la participación de las comunidades, la construcción de nuevos públicos y el acceso igualitario a la cultura. “Las familias del pueblo ya nos conocen y se acercan año a año. Así hemos ido creciendo, tanto a nivel organizativo como en la propuesta, y estamos muy felices”, detalla Natalia.
Programación
Jueves 20. Espacio Abierto, José de la Quintana. 20 h – “Rojo Amor”, La Pericana Títeres (Mendoza). 22 h – “Valentino, Sofía y el Dragón”, El Tornillo (Pilar, Córdoba). 23 h – Cierre musical Sin Son.
Viernes 21. Enero, 20 h – “Poemario Visual”, Gaia Teatro (Perú/Bosnia). 21 h – “Bonecos do So Rindo”, Grupo So Rindo (Canela, Brasil)
Jueves 27. Espacio Abierto, José de la Quintana, 20 h – “El Pícaro Sueño”, Cía El desbarranco (CABA). 22 h – “Títeres a Cielo Abierto”, Manu Mansilla y su Teatro Anticostumbrista (Pcia. de Buenos Aires). 23 h – Cierre musical Mati Acosta + Invitades de lujo (Córdoba).
Viernes 28. La Cantina del Espacio Abierto, José de la Quintana. 22 h – Coghlan Títeres para Adultos, El Desbarranco (CABA).
Sábado 29. Subsede Anisacate, Plaza barrio Los Talas. 18:30 h – “Títeres a cielo abierto”, Manu Mansilla y su Teatro Anticostumbrista. 22 h – “Los tres propósitos del que anda cantando”, La Cantina del Espacio Abierto Música y Teatro Manu Mansilla (Pcia. de Buenos Aires).
Domingo 30. Subsede La Serranita, Calle peatonal (frente Sede Comunal). 20 h – “Títeres a cielo abierto”, Manu Mansilla y su Teatro Anticostumbrista (Pcia. de Buenos Aires).
Fuente: La tinta / Imagen de portada: Pan Y Vino -Festival Internacional de Títeres-.
