Medio ambiente y sustentabilidad
Las brigadas forestales continúan su trabajo silencioso
Sin focos activos en el Valle de Paravachasca, las brigadas forestales continúan su trabajo con perfil bajo. Después de algunas semanas de alerta máxima, las condiciones climáticas extremas han cedido y las lluvias trajeron alivio respecto de los incendios. Sin embargo, el trabajo silencioso de las brigadas continúa.
Por Redacción Diario Tortuga • 01/02/2022 08:00 • Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
Para conocer más sobre el trabajo que realizan, el magazine matutino de Radio Tortuga, Que No Se Te Escape, entrevistó a Brenda Isidori, integrante de la Brigada Paravachasca, quién analizó: «Gracias a las lluvias ahora tenemos un respiro. Nos toca finalmente siempre darle las gracias a la Pachamama, por estos pequeños momentos de tranquilidad. Antes de estas luvias veníamos muy al límite con nuestro físico, porque estaban siendo muy seguidos y simultáneos los focos, lo cual hace muy dificil el poder abordarlos».
Con respecto al trabajo que realizan los y las brigadistas, Isidori distinguió «tres momentos de acción, que son el antes de que se produzca el incendio, el durante y el después de cada foco«. Y se explayó: «En el antes intentamos trabajar la prevención, darnos el tiempo para organizar cómo sería una respuesta ante un incendio, para hacer mantenimiento de los equipos o gestionar los que nos estén faltando. Luego en el durante, principalmente acercarse al lugar y analizar qué está pasando. Muchas veces nos llegan alertas sobre una columna de humo o un fuego activo y tenemos que corroborarlo, llegar al lugar y ver cuál es la realidad. A partir de lo que uno ve, evaluar cómo accionar».
También aseguró que «siempre lo que uno tiene que hacer es comunicarse con bomberos, con Defensa Civil. De todas maneras hoy existe una red bastante fuerte donde podemos dar una primera respuesta a un incendio y en donde se activan los recursos que necesitamos para cada circunstancia. En principio siempre son voluntades, personas que puedan dirigirse al lugar de forma organizada y después conseguir que estén los equipos y herramientas. En el después, cuando el fuego ya se controló, vemos cómo podemos colaborar cuando hay personas damnificadas, ver cómo hacemos para cuidar ese espacio que se acaba de quemar para acompañar un proceso de restauración, qué aprendizaje sacamos de esa situación, qué podemos mejorar para la próxima».
Respecto de la prevención, Isidori consideró que «es importante concientizar que estamos atravesando un situación climática muy particular. Como ejemplo, el último foco en Anisacate sucedió durante una semana de condiciones climáticas extremas, altísimas temperaturas, sequía profunda, entonces tenemos que tener conciencia de esa situación y si hay que hacer una quema de poda no hacerla en esas circunstancias. Es importante tener conciencia del momento que vivimos y de alguna manera estar siempre alertas, si uno tiene que hacer esa quema no hacerlo solo, buscar un espacio acorde, tener agua cerca, pedir permiso y dar aviso a los vecinos, a las autoridades del lugar. Por eso es importante concientizar, saber que podemos hacer las cosas de manera segura, tomando las precauciones necesarias y evitar situaciones críticas. El fuego hoy por hoy tiene otro comportamiento, otra forma de reaccionar poe eso es realmente muy dificil de controlar.
Las brigadas forestales se multiplicaron por el territorio provincial a partir de los incendios de 2020 que afectaron más de 300.000 hectáreas de bosques nativos. En su mayoría son conformadas por vecinos, que autogestionan los recursos que permiten la formación, equiparse y estar disponibles para entrar en acción. En ese sentido Isidori explicó que «para acompañar a las personas que estamos yendo a apagar los fuegos o hacer las guardias de cenizas, lo que estamos intentando hacer es completar un buen equipo de seguridad para poder entrar a trabajar a esos lugares de forma segura. Para eso estamos necesitando ropa gruesa de trabajo, borseguíes, antiparras, cascos, bandanas, guantes. Además herramientas manuales como machetes, palas, rastrillos, picos. Luego hay algunas herramientas que son más específicas para el combate de incendios forestales como son las hachas Pulaski y rastrillos Derki, que se usan para raspar el suelo. Las mochilas de agua son también importantes, pero como a veces los incendios suceden donde no hay acceso al agua, por eso es importante tener chicotes y estas herramientas de mano».
Por último la brigadista consideró que «es importante que las personas sepan que todo lo que se pueda aportar, aunque sea pequeño, es importante, tanto para las brigadas como para las persona afectadas por los incendios. Destacar que todos somos necesarios, aquel que va al fuego, quien puede hacer los traslados, quien cocina y organiza las raciones para atender a los brigadistas. Siempre hay alguna tareíta que uno puede hacer. Es importante no dudar nunca si se siente el impulso de ayudar, siempre se puede ayudar de alguna forma».