Género y Diversidad
La ausencia de Tehuel en la casa de Andrés De la Torre
Se cumplen dos años de la desaparición de Tehuel De la Torre. Enfant Terrible viajó a Tristán Suárez, a la casa de Andrés, -su papá- para conversar con él. Andrés toma un mate, le da una pitada a su cigarrillo y detalla el recorrido de estos dos años que se cumplen hoy. Hay aniversarios de tantas cosas. Tantas que también hay aniversarios de desapariciones. «Tenés que vivirlo para darte cuenta de qué se trata», escupe.
Por Redacción Enfant Terrible. RMD • 14/03/2023 11:09 • Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
Andrés dice que trabajó de todo, de cualquier cosa: Andrés fue pintor, albañil, mecánico, bicicletero. Ahora, Andrés dice que es jubilado, remisero y se las arregla comprando y vendiendo distintos objetos para hacer una diferencia. Hay algo más, pero que no lo dice Andrés –porque no hace falta, porque lo sabemos–: Andrés de la Torre es el papá de Tehuel.
El 11 de marzo de 2021, Tehuel de la Torre iba a trabajar como mesero en un evento en Alejandro Korn. Para eso –para llegar a su trabajo– salió de su casa de San Vicente cuando la noche estaba cayendo. Desde ese día no se supo nada más.
Andrés está sentado en una mesa en el patio de su casa –mi casa hace 46 años, cuenta– en Tristán Suárez. Pone la pava, arma el mate, trae el azúcar, deja un atado de cigarrillos al lado y se dispone a hablar. Andrés es el papá de un desaparecido –de otro desaparecido- en democracia, en el país de los desaparecidos.
Los detenidos en la causa son Luis Alberto Ramos y Oscar Alfredo Montes, acusados de «homicidio agravado por odio a la orientación sexual e identidad de género», y aguardan el juicio que, espera Andrés, empiece pronto. También espera que la condena sea perpetua, que si no les dan perpetua que no les den nada, que los suelten, dice. ¿Qué les dirías a Ramos y Montes si pudieras hablar con ellos?
«Que si tuvieron las pelotas de hacer lo que hicieron, que también las tengan para decir dónde está Tehuel».
Hubo rastrillajes, hubo allanamientos, hubo más rastrillajes y más allanamientos. Si la orden no
tardaba meses en firmarse, el procedimiento se realizaba mal. La justicia argentina, frente a la desaparición de personas, parece convertirse en apóstol del hágalo usted mismo: ¿querés encontrar a tu hijo desparecido? Andá a buscarlo vos, movete vos, morite en el intento vos.
Pero Andrés no quiere morir en el intento, dice. Que no pierde la esperanza, que no tiene miedo, que busca a Tehuel porque, sostiene, el Poder Judicial es una porquería. «Para la justicia no sos nada», sentencia.
¿Qué es un desaparecido? ¿qué siente un desaparecido? ¿qué sienten los familiares y amigos de un desaparecido? ¿por qué desaparecen personas? ¿qué nos dicen los desaparecidos? ¿dónde está Tehuel?
Desde 1983, en Argentina hubo 218 desapariciones registradas. En la mayoría de los casos estuvieron involucradas las fuerzas de seguridad y policiales. Tehuel, que sepamos, no fue víctima de una desaparición forzada por fuerzas policiales y de seguridad, pero, sostiene Andrés, es posible que haya sido víctima de una red de trata. Y, continúa Andrés:
«En la trata, sabemos, las complicidades son amplias: políticos, policía y el abanico se abre al infinito. ¿Qué preferís? ¿Encontrar un cuerpo y darle un cierre o sostener que fue víctima de trata y seguir buscando hasta encontrar? Si yo mañana encuentro un cuerpo, igual no sé qué pasó: los acusados tienen que hablar».
Andrés toma un mate, le da una pitada a su cigarrillo y detalla el recorrido de estos dos años que se cumplen hoy. Hay aniversarios de tantas cosas. Tantas que también hay aniversarios de desapariciones. «Tenés que vivirlo para darte cuenta de qué se trata», escupe.
El relato del papá de Tehuel es inseparable de la cruzada de Susana Trimarco, la mamá de Marita Verón, desaparecida en 2002 a manos de una red de trata. La esperanza es el engranaje que impulsa el mecanismo necesario para enfrentar esto que, dijo Andrés, «no entendés hasta que te toca». Y la cruzada de este papá y esta mamá es tan hermana de las demás. «Yo voy a encontrar a Tehuel«, asegura su papá; «yo voy a encontrar a Marita», ha asegurado su mamá. «A Luciano Arruga , -desaparecido en 2010- no lo encontró la justicia: a Luciano lo encontramos todos nosotros», dijo Vanesa.
Andrés cuenta que, con Tehuel y Ailén –su melliza– viajaron por todo el país en auto. Recuerda que acampaban, la pasaban muy bien, se divertían. Y comparte una anécdota: en la ruta, cuando él al volante sobrepasaba a un auto, Tehuel le hacía fuck you al otro conductor. Tehuel haciéndole fuck you al mundo.
¿Qué vas a hacer si encontrás a Tehuel? Le voy a dar un abrazo y vamos a volver a casa.
FUENTE: Por Andrés Masotto y Agustina Byrne para Enfant Terrible.