Género y Diversidad
Endeudamientos, géneros y cuidados
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Ministerio de Economía de la Nación llevaron a cabo la Encuesta de Financiamientos y Medios de Pago (EFyMP), que indaga las estrategias de financiamiento de los hogares, tanto las relacionadas con fuentes formales como informales, incluyendo en estas últimas los préstamos de familiares o amigos, el fiado en comercios, los préstamos de empleadores o prestamistas, entre otras.
El informe se organiza en tres partes. En la primera sección se presenta un análisis del acceso al financiamiento, sus condiciones, aplicaciones y los principales indicadores de vulnerabilidad financiera. En la segunda se presentan los resultados del módulo de Usos de medios de pago, que presenta información novedosa sobre los tipos de medios de pago que utilizan los diferentes grupos poblacionales, y en particular los hogares en situación de mayor vulnerabilidad. Por último, se presentan las conclusiones.
Para acceder al informe completo, link: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/2023/05/endeudamientos_generos_y_cuidados_en_la_argentina_-_dneig_cepal.pdf
Gentileza Sol Prieto
Por Redacción ACN • 31/05/2023 08:22 • Tiempo estimado de lectura: 9 minutos
El documento confeccionado por CEPAL y el Ministerio de Economía de la Nación presenta información novedosa sobre las estrategias de financiamiento y su vínculo con la vulnerabilidad financiera de los hogares de la Argentina desde una perspectiva de género, a fin de poner de relieve y analizar una de las principales dimensiones en que se manifiesta la desigualdad de género en la actualidad: la feminización de los endeudamientos.
Los hogares utilizan estas fuentes de financiamiento no solo para suavizar su consumo de bienes de elevado valor, sino también –ante la inestabilidad o falta de ingresos– como herramienta para sostener consumos cotidianos y básicos, muchos de ellos ligados a los cuidados, como la compra de medicamentos o alimentos. La dificultad para acceder a financiamiento formal genera, en muchos casos, la necesidad de recurrir a diversas fuentes informales, que suelen tener un costo financiero mayor o redundar en formas de dependencia personal improcedentes, que generan situaciones de elevada vulnerabilidad financiera.
La Encuesta de Financiamientos y Medios de Pago (EFyMP) muestra que esas situaciones se manifiestan, sobre todo, en los hogares con mayores demandas de cuidados bajo responsabilidad exclusiva de las mujeres. De acuerdo con el relevamiento, casi el 60% de los hogares sostenidos por mujeres reportó haber recurrido a financiamiento, en sus distintas formas, en el período de realización de la encuesta (octubre-noviembre de 2022), frente a un 50% de los hogares sostenidos por varones; en promedio el 64% de los hogares destinaron el financiamiento obtenido a la compra de comida y medicamentos. Esta disparidad se explica, en gran medida, por la elevada incidencia de la informalidad laboral en los hogares sostenidos por mujeres, ya que las mayores necesidades de financiamiento se presentan, precisamente, entre las personas que carecen de un trabajo registrado, como se refleja en el hecho que el 69,2% de las trabajadoras informales solicitó algún tipo de financiamiento en el período de realización de la encuesta, frente a un 49,4% de sus pares con inserciones laborales formales.
Los hogares con responsabilidades de cuidado de niños, niñas y adolescentes (NNyA) encabezados por mujeres enfrentan situaciones de elevada vulnerabilidad financiera: el 72,6% destina el financiamiento a la compra de comida y medicamentos (el 65,9% en el caso de los encabezados por varones), 7 de cada 10 de esos hogares arrastra atrasos en los pagos de deudas o de servicios, 4 de cada 10 tiene atrasos en ambos, y casi la mitad destina todos sus ingresos para hacer frente a sus deudas o sostiene que sus ingresos le resultan insuficientes para afrontarlas (el 46,2% de los hogares encabezados por mujeres respecto al 38,3% de los encabezados por varones).
La EFyMP permitió construir un indicador de vulnerabilidad financiera, en función de la existencia de atrasos en los pagos de gastos o deudas previas y la proporción de los ingresos comprometidos en el pago de las deudas y atrasos. En el período de referencia de la encuesta (octubre-noviembre de 2022), el 30,7% de los hogares con NNyA encabezados por mujeres se encontraba en una situación de alta vulnerabilidad financiera, en contraste con el 22,9% de la situación promedio.
La Encuesta de Financiamientos y Medios de Pago (EFyMP), que indaga las estrategias de financiamiento y el uso de medios de pago de los hogares es fruto de un relevamiento efectuado en hogares, de alcance nacional, realizado durante los meses de octubre y noviembre de 2022, con más de 3.500 casos y representatividad en las principales regiones del país . Se prevé que la encuesta se transforme en un relevamiento anual que permita monitorear la situación de financiamiento y endeudamientos de los hogares, así como nuevos aspectos dentro de esta temática, por lo que este informe es el primer número de una publicación anual.
El fenómeno de la feminización de las deudas revela la vulnerabilidad económica y la falta de autonomía económica a las que se ven expuestas las mujeres, que las lleva a endeudarse más que los varones y en mayor proporción con fuentes de financiamiento informales y de mayores costos –monetarios y no monetarios–. Refleja, además, la desigual distribución de las tareas de cuidado, ya que las mujeres no solo son las principales responsables de la provisión de cuidados sino también de su gestión mental y financiera. La información relevada por la EFyMP ha permitido constatar que son los hogares con responsabilidades de cuidado, en especial cuando estos se encuentran encabezados por mujeres, los que están más endeudados y expuestos a situaciones de mayor vulnerabilidad financiera, y los que destinan una mayor parte de los endeudamientos al pago de gastos básicos ligados al cuidado, como la alimentación o los medicamentos.
En efecto, de acuerdo con el relevamiento efectuado, el 59,5% de los hogares sostenidos por mujeres reportó haber recurrido a financiamiento, en sus distintas formas, en el período de realización de la encuesta, frente a un 50,3% de los hogares sostenidos por varones. Además de la mayor necesidad de financiamiento, los hogares encabezados por mujeres recurren en mayor proporción (17,2%) que los varones (13%) a fuentes exclusivamente informales. Esta brecha es relevante, ya que el financiamiento informal depende de acuerdos privados que suelen establecerse en momentos de necesidad, se caracterizan por una mayor opacidad en sus términos y por relaciones de poder asimétricas, que implican no solo mayores costos financieros sino cargas que pueden desembocar en situaciones de elevada vulnerabilidad financiera, e incluso física.
Un aspecto central, muchas veces invisibilizado en la información disponible sobre inclusión financiera, es el destino o aplicación del financiamiento de los hogares. Cuando se aplica a la compra de bienes onerosos como una vivienda o un vehículo, de consumo durable como electrodomésticos o computadoras, o a bienes de capital para pequeños emprendimientos, puede considerarse como una estrategia de “suavización del consumo” o de inversión y contribuir al bienestar de los hogares.
Sin embargo, la EFyMP ha permitido apreciar cómo en hogares de ingresos bajos o inestables predomina el uso del financiamiento como una estrategia para sostener consumos corrientes frecuentemente ligados al cuidado, como el pago del alquiler, la educación, la salud o, incluso, el consumo de alimentos.
La encuesta realizada muestra que el 63,8% de los hogares utilizó los créditos/préstamos solicitados para costear gastos en comida y medicamentos, un porcentaje que asciende al 65,4% en el caso de los hogares cuyo principal sostén son mujeres. Otra estrategia de financiamiento que presentan los hogares es el diferimiento o atraso de los pagos de gastos corrientes, como los impuestos, determinados servicios, el alquiler, o las deudas contraídas previamente, entre otros. La existencia de espirales de endeudamiento, en combinación con ingresos que apenas cubren el servicio de ese endeudamiento, redunda en distintas situaciones de vulnerabilidad financiera, como se desprende de la EFyMP, que refleja que el 22,9% de los hogares se encontró en una situación de alta vulnerabilidad financiera en el período en que se realizó el relevamiento, proporción que alcanza al 30,7% cuando se trata de hogares encabezados por mujeres con responsabilidades de cuidado .
La información presentada en este informe muestra, además, cómo esa mayor vulnerabilidad financiera se asocia con las inequidades de género existentes en la inserción laboral, en los ingresos percibidos y en la calidad de los puestos de trabajo, y, sobre todo, cómo se relaciona con la injusta división sexual del trabajo –donde las mujeres son principales proveedoras del trabajo de cuidado–. Para hacer frente a estas problemáticas, desde el Estado nacional se han desarrollado una serie de iniciativas para fortalecer los ingresos de las mujeres, tales como los incrementos en la Asignación Universal por Hijo (AUH) –cuya titularidad corresponde en un 93,3% a mujeres (ANSES, 2021)–, la Asignación Universal por Embarazo (AUE), la prestación Alimentar, y la Pensión para Madres de 7 o más Hijos. Además, se han llevado a cabo políticas destinadas a la inclusión financiera, como los reintegros5 a sectores vulnerados previstos en la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva prorrogados en junio de 2022 y enero de 2023; las líneas de crédito especiales para mujeres emprendedoras previstas en el programa Emprender Mujeres, de la Subsecretaría de Desarrollo Emprendedor del Ministerio de Economía; los microcréditos provistos por el Fondo de Capital Social (FONCAP), destinados en un 70% a mujeres; la apertura de cuentas bancarias gratuitas en el marco de diversos programas de transferencias monetarias; las líneas especiales de préstamos preferenciales, la asignación de cuentas sueldo (con tarjetas de crédito y acceso a créditos personales del Banco Nación) a trabajadoras de casas particulares a través del Programa Registradas, así como la creación de una línea de créditos para las trabajadoras de casas particulares por parte del Banco Nación (sean parte o no del programa Registradas); la creación de la línea de crédito “40 Nación Democracia” del Banco Nación y el “reperfilamiento” de las deudas con la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) de titulares de AUH (DNEIyG, 2021). Además, teniendo en cuenta la situación de vulnerabilidad financiera de las mujeres que encabezan hogares con NNyA y que 3 de cada 5 de esos hogares no reciben la obligación alimentaria en tiempo y forma (UNICEF, 2022), el Ministerio de Economía y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) crearon el Índice Crianza, una herramienta que permitirá contribuir a la organización y planificación familiar y a la gestión de los cuidados, que constituirá el primer valor oficial de referencia para saber cuánto destinan las familias a alimentar, vestir, garantizar vivienda, trasladar y cuidar niños, niñas y adolescentes.