Feminismos

Travesía Feminista: de Córdoba al Encuentro Latinoamericano y Caribeño

El próximo será en Haití, con el apoyo de República Dominicana. La elección no solo responde a la necesidad de abordar la crisis en la región, la intervención de Estados Unidos y el persistente temor a ser expulsadas de sus propios países, sino también a la lucha contra el racismo que muchas compañeras enfrentan. 

Por Redacción La Tinta • 05/12/2023 00:36 • Tiempo estimado de lectura: 4 minutos

Más de 1.600 feministas de 29 países llegamos a El Salvador para participar en el XV Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe (EFLAC), que se realizó del 22 al 25 de noviembre y que sucede cada tres años con un formato asambleario, donde cada sede define los ejes a discutir en las plenarias que responden a problemáticas y debates necesarios para el momento histórico. También se realizan talleres y actividades paralelas propuestas por las participantes que pertenecen a colectivas, asociaciones, ONG. Es uno de los espacios de articulación más grandes y potentes de los feminismos. El primero se realizó en Bogotá en 1981 y de allí nació la conmemoración del 25N como “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres”, y luego, el 28S, “Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible en América Latina y el Caribe”. Si bien esta edición estaba prevista para 2020, las condiciones globales hicieron que se atrasara hasta este año. 

El próximo será en Haití, con el apoyo de República Dominicana. La elección no solo responde a la necesidad de abordar la crisis en la región, la intervención de Estados Unidos y el persistente temor a ser expulsadas de sus propios países, sino también a la lucha contra el racismo que muchas compañeras enfrentan. 

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Imagen: Luciana Mazziotti

Viajé por primera vez al EFLAC. Desde Córdoba, participamos con compañeras de CISCSA y referentas de otras organizaciones, entre ellas, de «La Poderosa» y el espacio de género «Las Mechas» de barrio Villa 9 de julio. Fue movilizador encontrarme con mujeres y disidencias de toda nuestra región, escuchar la pluralidad de voces de sus experiencias y resistencias ante las crisis y retrocesos democráticos que viven. En el contexto que tenemos por delante en Argentina, donde el fascismo se alzó con la victoria de un gobierno, con propuestas y discursos que destilan odio y nos excluyen de su visión política, la resistencia feminista se vuelve esencial. No solo para enfrentar las crisis regionales, sino también para desafiar y contrarrestar la hostilidad que encontremos en casa, este viaje adquirió un significado aún más profundo.

En el corazón de este tremendo evento, se realizaron doce asambleas correspondientes a tres ejes principales: Contexto: análisis para superar retrocesos democráticos en clave feministaCuerpo, Tierra y Territorio: experiencias, caminos y acciones políticas para nuestra soberanía, y Potencia Feminista: debates para la autoconstrucción y transformación.

Frente a los momentos de crisis y procesos de restitución autoritaria, el eje Análisis para superar retrocesos democráticos en clave feminista puso en prioridad la protección integral feminista de los movimientos y las comunidades: “Hay que poner el cuidado y la protección en el corazón de nuestra acción política, viéndolos como estratégicos para sobrevivir juntas en la región y, para lograrlo, necesitamos ser generosas y aprender de aquellas que han enfrentado dictaduras y conflictos armados”. 

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Imagen: Luciana Mazziotti

Una de las realidades dolorosas y presentes fueron las voces de las exiliadas, como el caso de quienes quisieron volver a sus ciudades y su país les negó la entrada, o en el caso de lxs compañerxs haitianxs que cruzan a República Dominicana indocumentadxs para acceder a servicios fundamentales y básicos para la vida como la salud, y viven con el constante miedo de ser deportadxs nuevamente a su país. Y los casos de presas políticas, muchas de ellas defensoras de derechos humanos y ambientales, perseguidas y amenazadas por los gobiernos. En la asamblea de Ciudades feministas resistentes y resilientes, coordinado por la Red Mujer y Hábitat de América Latina y el Caribe, emergieron problemáticas compartidas: ciudades marcadas por el capitalismo voraz, neoliberales y masculinizadas, con diseños que excluyen y ritmos acelerados que expulsan, obligando a algunas a desplazarse de los territorios y exiliarse en otros dejando atrás sus vidas. Nos confrontamos con la realidad de ciudades divididas en términos productivos y reproductivos, donde la precarización laboral y la feminización de la pobreza son moneda corriente.

Preguntarnos y resignificar el concepto de seguridad fue central: ¿quién nos cuida? La respuesta traslada el enfoque de la fuerza pública a sistemas de cuidado basados en afectos y atención mutua. La verdadera seguridad no reside en tener más policía, sino en garantizar necesidades fundamentales como vivienda, educación, alimentación y salud. Y sobre todo, es importante destacar que no se empieza desde cero, las feministas latinoamericanas y caribeñas contamos con diagnósticos, propuestas y estrategias diversas y concretas para transformar nuestras ciudades y territorios en entornos más inclusivos y sostenibles.

FUENTE: La Tinta. Nota completa.