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Almafuerte: la ciudad fundada por Pedro C. Molina hace 109 años

Por Fabián Menichetti • 13/09/2021 19:18 • Tiempo estimado de lectura: 8 minutos

El cumpleaños fue el domingo. Por las elecciones PASO, las actividades conmemorativas se trasladaron a este lunes.

Pedro C. Molina, fundaba Almafuerte hace 109 años.

Por Fabián Menichetti

Tal vez muchas personas que pasen por Almafuerte, la ciudad que cumplió sus 109 años el domingo 12 de septiembre, y que por las PASO, debió trasladar las actividades por el aniversario al lunes, supongan que lleva ese nombre en homenaje al poeta Pedro Palacios, que utilizada ese seudónimo. No es así.

Almafuerte lleva ese nombre por la decisión de su fundador, el abogado, político y periodista, Pedro Carlos Molina, quien firmaba sus columnas en el diario  «El Eco» de Córdoba como «Alma Fuerte», así, por separado. Unió ambas palabras y así quedó el nombre de la ciudad, cuyos planos fueron aprobados en 1912.

La imaginó en la casona de su propiedad, ubicada en la actualidad junto al lago Piedras Moras. Se trata del casco de la estancia denominada «La Ventura», bautizada así por su primera esposa, Ventura Barros Mateu.

El perfil del fundador

Molina, que nació en 1853 en la estancia El Salto, fue una figura gravitante en la política nacional de finales del siglo 19 y principios del 20. Con su hermano, Abrahán, integraron el grupo que liderado por Leandro Alem, llevó adelante la revolución que originó el nacimiento de la Unión Cívica, luego Unión Cívica Radical. 

Mantuvo fuertes diferencias con Hipólito Yrigoyen, en la línea de los denominados «antipersonalistas». Fueron famosos sus duelos epistolares (por cartas) con el caudillo radical. Ya retirado y alejado de la política, en su casona, casco central de la estancia La Ventura, imaginó y fundó a la población como una cuadrícula perfecta, con un centro cívico central y cuatro avenidas, que en diagonal, terminan en igual número de plazas. 

Se dice que se inspiró en los planos de La Plata. Están quienes señalan que fue por su amistad con Dardo Rocha, pero se indica, también, que lo hizo en homenaje a Ventura, oriunda de la capital de Buenos Aires. Hoy el crecimiento urbano de la ciudad, considerando no solo el desarrollo natural de la misma, sino por los emprendimientos en cabañas por el atractivo que representa el lago, hizo que aquella cuadrícula inicial dejara de ser tal como era, aunque desde las alturas, en las imágenes aéreas, se la adivina todavía.

La Casona del fundador, que aún se preserva, se encontraba a no mucha distancia del río Ctalamochita. Recién 70 años después se convertiría en un lago, el Piedras Moras, cuando se construía el cuarto dique del curso de agua, entonces llamado Tercero. En 1902, Ventura fallecía, y la estancia inicial era bautizada con su nombre.

Ideas difundidas en dos diarios

Molina, con su hermano, Abrahán, fundador del vecino Los Cóndores, como está señalado, fueron activos protagonistas de la Revolución del Parque. Sus ideas políticas eran publicadas en el Eco de Córdoba.  

Había sido electo en 1904 como Presidente del Comité Nacional de la UCR junto a Hipolito Yrigoyen como Presidente honorario. A ese cargo lo ejerció hasta finalizada la Revolución Radical de 1905. Debió exiliarse en Montevideo. Retornaba al país contrayendo enlace con su segunda esposa, Leocadia Ballesteros Barros. 

Con su hermano adquirían el diario La Libertad de Córdoba que utilizó para difundir sus posturas políticas, motivo por el que cuatro años más tarde, era clausurado por el gobierno provincial. En 1912 la Convención provincial de la UCR lo designaba, sin su presencia, candidato a Diputado Nacional. Elpidio González le habló para que aceptara la nominación. Resulto electo como legislador nacional pero renuncio sin asumir el cargo.

Características especiales y canales de riego

Ya retirado de la política, imaginó al pueblo que fundaría desde su casona. Así nacía Almafuerte. Como está señalado, una particularidad de la diagramación de los planos, fue la estructura, con el centro cívico con cuatro avenidas, terminando en igual número de plazas.

Tenía otra particularidad: al ofrecerse los lotes, se vendían con un servicio no habitual en la época. Contaban con un sistema de agua corriente, que el fundador había diseñado. 

Antes de la fundación, Molina ideó un sistema de canales de riego, que hasta hoy continúan abasteciendo al cinturón verde. El diseño tenía la forma de una mano, con cinco brazos. Uno de ellos llegaba hasta lo que es hoy Río Tercero. El principal, corre a modo de pequeña cañada por el cantero central de la Avenida Buenos Aires. Ese canal  lleva su nombre.

Para construir el sistema de riego, según explicó en su momento el historiador Fabián Tarquini, mandó a construir un dique con troncos, aguas arriba y se debió excavar un tunel en la roca, además de construir acueductos aéreos, para sortear los desniveles del terreno, que se asemejan a los puentes romanos que se observan en libros de historia.

El agua que llegaba por esos canales, regaban campos de su propiedad, sembrados con cebada, por ejemplo, pero también viñedos y manzanares. Dichas manzanas, se recuerda, hasta fueron exportadas a Inglaterra.

Molina fallecía en 1920, y Leocadia, su segunda esposa, se casaría con el médico, Ernesto Gallardo. Era un reconocido profesional que inclusive se había especializado en el exterior. Se recuerda de él, que donó, por ejemplo, su rica biblioteca en textos de medicina, a la Universidad Nacional de Córdoba y, en los setenta, con su esposa, hizo lo propio con el sistema de riego para regar el cinturón verde, cediéndolo a la Provincia. 

El Salto Norte, el antecedente de Almafuerte

El antecedente poblacional de Almafuerte, sin dudas, es el Salto Norte, un caserío con una iglesia y un camposanto, que en los setenta, cuando se llenó el Piedras Moras, quedó oculto por el lago. Es un atractivo en la actualidad para quienes practican buceo, considerando, además, lo cristalino del espejo de agua.

El Salto, se ubicaba en la margen norte del río. Tenía un oratorio, que luego se convertiría, como está apuntado, en una iglesia, la de San José, inaugurada en 1914. Textos del pasado precisamente citan a dicho lugar. 

Fue el caso del militar británico, Alexander Gillespie. Luego de las primeras invasiones de 1806, llevado prisionero con otros, a San Ignacio, en Calamuchita, escribiría un diario de viaje, que luego se transformaría en un libro editado en Europa. Allí alude a diferentes lugares de la región, entre ellos, Capilla de Rodríguez, actual Villa Ascasubi, y precisamente a El Salto Norte, como está señalado, antecedente poblacional de Almafuerte. 

En la zona de lo que es hoy La Cascada, que toma ese nombre por la vieja usina que se instaló para generar la energía necesaria para la construcción del dique de Embalse, existía, antes de ser oculto el lugar por la elevación del caudal de agua, un salto del río, que inclusive fue descrito en las memorias del general José María Paz. Este, con sus tropas, en la guerra entre unitarios y federales, antes de la batalla de La Tablada, permaneció allí. Se indica que también había pasado por el este, Facundo Quiroga, con sus tropas.

Aquel puente de hierro

El dique y llenado del embalse, que convirtió al río en lago, hizo que la fisonomía del lugar comenzara a cambiar para siempre. El Salto Norte quedaba oculto por el espejo de agua, aunque permanecería en el recuerdo de los almafuertenses, muchos de ellos bautizados en la Iglesia San José. Las fiestas en homenaje al santo se continúan realizando. 

Una de las imágenes que perduran, previas al  llenado del lago, es la del viejo Puente de Hierro, inaugurado poco después de la fundación de la ciudad, para sortear el río Ctalamochita por la ruta nacional 36. El mismo sería desmontado, cuando se construyó el dique, quedando solamente sus bases en la costa sur.

Molina ni tampoco los primeros habitantes, seguramente nunca imaginó los cambios que llegarían con los años: el curso de agua, el Ctalamochita, transformado en lago, con playas que son visitadas por miles de personas y el desarrollo de otras actividades como la navegación a vela, en kayak, la pesca o el buceo. Tampoco que la ciudad que había fundado, sería abrazada por una autovía, como sucede hoy, siendo el punto intermedio de la misma.

Su descendencia

Molina, que poco es considerado en los textos nacionales de la historia política argentina, como sucede con su hermano Abrahán, fallecía en 1920. Sus restos descansan en la Iglesia del Apostol San Pedro, en donde por el aniversario se depositó una ofrenda floral. Al momento de su muerte, aun sin haber ocupado cargos públicos, por decisión oficial, las banderas de los edificios públicos flamearon a media asta, en señal de duelo.

El fundador de Almafuerte no tuvo hijos. Como se ha planteado ya en este sitio, tal vez esa es una afirmación algo relativa, ya que puede considerarse como tal al pueblo que fundó hace 109 años, y que decidió inclusive bautizarlo con su propio seudónimo: «Alma Fuerte», pero uniendo ambas palabras, «Almafuerte».

Fuente: 3rionoticias.com