Deportes

Apostando al deporte inclusivo

Arco Iris Fútbol Club comenzó a gestarse en 2016. Se conciben como un espacio de fútbol femenino y feminista de Sierras Chicas que busca un desarrollo deportivo con perspectiva de derecho y géneros.  

Por Eric Espíndola 

Por Redacción La Unión Regional • 01/04/2022 00:05 • Tiempo estimado de lectura: 7 minutos

La Unión Regional dialogó con Laura Cortez, Florencia Bracco y Sofía Lozada, integrantes de la agrupación, quienes analizaron la realidad del fútbol femenino local y sus perspectivas. 

El femenino de Forchieri es el único cuerpo técnico interdisciplinario de mujeres de la región ¿Cómo se originó el equipo? 

LC: Se originó en Sierras Chicas. Un grupo de personas empezamos a jugar al fútbol, luego los terceros tiempos nos empezamos a organizar, quisimos avanzar más y armamos una organización que es Arco Iris Futbol Club. Lo importante de eso es que cuando nos empezamos a organizar nos invitan a trabajar en el club porque empezamos a hacer escuelitas de fútbol para niñas, también un recreativo para mujeres y disidencias. Desde el club convocan a la directora técnica de aquel momento a que lleve el femenino, a que nos incluyamos dentro. Desde el inicio siempre hemos sido organizadoras mujeres y disidencias, todas jugadoras de fútbol, nos gusta también la organización comunitaria y además el fútbol como deporte. 

FB: Arco Iris empezó en 2016, después nuestra escuela de fútbol estuvo trabajando desde agosto de 2019 y en 2020 empezamos de nuevo y vino la pandemia. A fines de 2019 el club le propone a Aye (Ayelen Bruno Kunath), que estaba de profe de la escuelita y de recreativo, que sea la DT de Forchieri. En realidad ahí es donde empezamos el vínculo, porque al principio teníamos la escuelita por fuera, usábamos el mismo predio que es el poli pero como otro grupo. Cuando retomamos las actividades en 2020, ya el presidente del club de Forchieri le dice a la profe que quería armar una escuela para niñas. Así fue como empezamos a trabajar todo lo que es tanto escuela como lo que se labura con la categoría de primera. Incluso empezamos con una sola categoría de niñas, hasta que fuimos armando allá en el 2020 dos grupos, dos categorías (que) hoy ya están consolidadas. Se va armando el desarrollo con el tiempo. Sostenerlo ya arma la posibilidad que haya más gente, que vayan llegando, que uno pueda armar un laburo más adecuado a las edades y demás. 

¿Cómo es trabajar en Bº Forchieri? 

LC: Todas tenemos experiencias en laburo comunitario y organizativo, de alguna manera siempre nos hemos vinculado. En lo personal es muy importante el fútbol como herramienta de inclusión social, de integración, de desarrollo deportivo para niñas y mujeres desde la perspectiva de géneros y de derechos. El trabajo en ese lugar fue un poco situacional porque el poli está ahí pero la decisión política nuestra de seguir y trabajar tiene que ver con lo territorial. 

FB: Y el hecho que el club tiene un lugar muy importante en la comunidad. Hoy los clubes sociales, sobre todo en los pueblos o espacios más alejados de las grandes ciudades, tienen un lugar valorizado en la comunidad que cumple un rol de inclusión, de identificación. Entonces a partir de ese espacio podes llegar a las familias. Lo dice la gente de la comisión, tienen muy claro que por ahí un pibe que está haciendo un deporte no está haciendo otra cosa y es cierto. De alguna forma ese espacio así como funciona para los niños también funciona para las mujeres. Además es un espacio de protagonismo, de empoderamiento porque justamente el fútbol no vendría a ser el deporte más relacionado con lo femenino, también tiene un componente particular.  

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¿Cómo fue transcurrir estos años desde la creación del club? 

FB: Fue creciendo sobre todo por la constancia de generar el espacio. El fútbol femenino siempre existió, pero por ahí es esto de la invisibilidad. Hoy es más común, más visible por varias razones que también son bastante polémicas porque no son todas las mismas condiciones. Las posibilidades que tiene un club grande, la competencia que te permite estar en una liga o no. Nos dimos cuenta cuando empezó la “Chun” en primera y que nosotras empezamos con la escuela, (que) lo clave era relacionar lo que uno viene haciendo en la etapa formativa con lo que pasa después en primera, que eso no está pensado para las mujeres. En las categorías de varones tenés niños que van desde los siete años y después llegan a primera. En las mujeres arrancas con primera. Nunca vas a poder armar un equipo porque no vas haciendo el laburo que tenés que hacer antes. Debemos tener la categoría formativa, hay que hacerlo en todos los clubes, es la única forma que desarrollemos el fútbol femenino. 

SL: Soy una de las últimas incorporaciones, me sumé el año pasado con la categoría juveniles. Soy profe de educación física, venía trabajando con fútbol en clubes más grandes o con otros contextos y el proyecto en si te enamora un poco, esta trayectoria. Es increíble volver a esto del equipo interdisciplinario de mujeres. Creo que no es menor, no es solamente la contención del club o el fútbol como herramienta de atracción para que los chicos y chicas se acerquen a las instituciones y que de ahí se puedan laburar un montón de cosas. Este equipo interdisciplinario le pone unos códigos diferentes. Cualquier cosa que pasa se hace otro abordaje.  

El trabajo sigue, si bien está creciendo un montón, a pasos agigantados y a una velocidad que nos sorprende, siguen bien presentes estas desigualdades en todos los clubes y todos los niveles. 

¿Cuáles son las perspectivas a futuro? 

FB: Una de las perspectivas o apuestas es este desarrollo de las categorías formativas y que un proyecto de futbol femenino en un club sea en ese largo plazo de proyección, que le puede dar mucha más bases de sostén. Pensarlo en un proceso más amplio hace que también pueda ser más firme lo que se pueda lograr en términos de desarrollo deportivo y eso va a traer la visibilización, más allá de los resultados incluso. Los clubes tienen que apostar a eso. 

SL: A futuro pensar que todas esas categorías o esos bloques de juveniles, infantiles, estén acompañados, coordinados y dirigidos por mujeres en el fútbol femenino. Va a llegar algún momento que vamos a poder construir esto que decimos siempre, otro futbol. A veces pasa que las juveniles están dirigidas por varones, se van reproduciendo un montón de micro machismos, de códigos del fútbol masculino que el femenino no tiene. Venimos trabajando en red con otras DT, con otras áreas de clubes pero así y todo sin son profes mujeres, dirigentes, DT, lo mismo hay otras cosas que se ponen en juego. Me parece que es otro el fútbol que nosotras jugamos en todos los niveles. Hay otras cuestiones que nos atraviesan y a futuro sueño que desde las nenas hasta primeras divisiones los cuerpos técnicos estén constituidos en su mayoría por mujeres.  

FB: Hemos tenido una oportunidad con entendernos con el club, con encontrar las compañeras que están en esta sintonía. Detrás de este proyecto hay un montón de compañeras que empezaron como un grupo de amigas jugando al fútbol y hoy sostienen que todo esto funcione, eso es importante. Eso significa organización. Una profe sola no va a poder hacer esto nunca, tiene que haber una apuesta, una confianza del club, hay un montón de hechos concretos de la organización de las mujeres que hay que señalarlas y eso no debería ser siempre así. Eso hace también que tengamos potencia porque una cree que podemos hacer las cosas. Quedan un montón de deudas, no tenemos los espacios que queremos porque hay alguna idea de que siempre es menos importante el fútbol femenino y eso es difícil de erradicarlo. 

LC: Se logra estando dentro y fuera de la cancha, se logra trabajando y jugando al fútbol. Así lo logramos, ese es nuestro sello.