Ambiente y sustentabilidad

Argentina ante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26)

Por Alberto Gurruchaga (*) • 22/06/2021 12:00 • Tiempo estimado de lectura: 3 minutos

Responsabilidades comunes pero diferenciadas

Bajo el lema “Uniendo al mundo para hacer frente al cambio climático”, la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que se llevará a cabo en Glasgow, Escocia, del 1 al 12 de noviembre de 2021, reunirá a representantes de unos 200 gobiernos con el objetivo de acelerar las acciones frente al cambio climático, a fin de dar cumplimiento al Acuerdo de París.

Este acuerdo, fue aprobado por Argentina junto a 195 países en el año 2015, (COP21) y constituyó un hito para poner un freno al cambio climático.

Los compromisos asumidos, implican mantener el incremento de la temperatura media del planeta muy por debajo de los 2 °C respecto a los niveles preindustriales y trabajar para limitar ese aumento a 1,5 °C.

Asimismo, se acordó intensificar los esfuerzos para adaptarse a los impactos del cambio climático y lograr que los flujos de financiación fueran consistentes con la transición hacia una economía baja en carbono y un desarrollo resiliente.

La acción climática se ha convertido en parte fundamental de los planes de recuperación tras la pandemia de COVID-19. Una recuperación que debe generar puestos de trabajo sostenibles y que aborde los desafíos vinculados a la salud pública, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad en miras a proteger “nuestra Casa Común”.

Durante la COP26, se pondrá a prueba la capacidad de cooperación internacional para hacer frente al cambio climático, avanzando hacia una economía neutra en carbono.

En ese marco, Argentina se compromete, de acuerdo a lo afirmado en la “Segunda Contribución Determinada a Nivel Nacional”, a una meta consistente en no exceder las 359 megatoneladas de dióxido de carbono equivalente al año 2030. Cumplir este compromiso será un desafío importante que demandará la construcción colectiva de una visión de largo plazo de país.

Implica también, reafirmar que en materia de cambio climático Argentina asume “responsabilidades comunes pero diferenciadas”. De acuerdo a lo establecido en la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), las decisiones en materia de prioridades, transferencia tecnológica y de fondos, deberán tener en cuenta el reconocimiento histórico de la responsabilidad desigual por los daños del calentamiento global.

En ningún caso el endeudamiento externo del país frente a los Organismos de Crédito Internacional puede implicar un cambio en el principio de responsabilidades comunes y diferenciadas.

Es clave desvincular las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático de los condicionamientos derivados del endeudamiento externo. La idea de “canje de deuda por clima” implica riesgos inconmensurables para la situación actual del país.

Hasta la actualidad, las experiencias de mecanismos financieros para hacer frente al cambio climático, lejos de detener el calentamiento global han extendido en el tiempo la inercia contaminante. Argentina debe enfocarse en recuperar el camino del desarrollo sustentable con inclusión social, aprovechando las oportunidades que le ofrecen sus recursos naturales y su capacidad científica y tecnológica para alcanzar los objetivos ambientales comprometidos en la “Segunda Contribución Determinada a Nivel Nacional”, y reclamar ante los países desarrollados el cumplimiento de metas consistentes con su responsabilidad en la situación actual.

(*) Economista, Magister en Gestión Sostenible del Ambiente