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Argentina quedó afuera del Mundial pero dijimos que estaríamos hasta el final y esto es sólo el principio

Las vimos intentar hasta último momento, abroquelarse frente a cada ataque sueco, presionar ante cada posibilidad, no achicarse a pesar de la diferencia jerárquica y buscar nuevamente la épica como contra Sudáfrica el jueves pasado.

Por Redacción La Marea • 04/08/2023 01:29 • Tiempo estimado de lectura: 3 minutos

Qué difícil es explicar la nostalgia por algo que no pasó. La sensación de haber estado tan cerca del objetivo no una, sino tres veces y no haberlo conseguido. Estaban convencidas de que éste iba a ser el mundial que nos quitaría de encima la ansiedad por la primera victoria; y quizás la tristeza las haya agobiado tras el resultado pero queda en la retina la impresión de haber estado sólo a un paso de conseguirlo.

Era justo que lo lograra esta generación de jugadoras que lo dieron y lo dijeron todo, que pusieron el cuerpo y la voz contra la AFA y el silencio cómplice de sus titiriteros. El equipo que vio a su capitana y máxima estrella, Estefanía Banini, ser apartada por decir lo necesario, por gritarles en la cara a los de traje y corbata que así no se podía seguir, por mostrarle al ex técnico que en el fútbol la que no arriesga, no gana.

Y aunque no se obtuvo la victoria deseada, está garantizado que no habrá historia del fútbol  femenino argentino que no hable de una tal Banini, que no cuente de la garra y las hazañas hechas goles de Florencia Bonsegundo, que no mencione las atajadas de Vanina Correa, que no narre sobre la estadounidense que no sabe hablar español pero que decidió jugar con la celeste y blanca porque así se lo transmitió su mamá.

Por ellas, por las que jugaron hace 50 años y tuvieron que ser rescatas del olvido y por las que este miércoles pudieron verlas por televisión -jugando ante estadios llenos-, siendo las 4 de la mañana, queriendo imitarlas, soñando ser ellas; esto es un triunfo.

El fútbol es adrenalina, es pasión, un sentimiento inexplicable, tan inexplicable que pese a ser discriminardas como futbolistas, ahí están todas ellas, gritándoles goles al mundo entero. Bienvenidos, bienvenidas, bienvenides todes quienes se suman a este deporte tan lindo y tan frustrante al mismo tiempo. Sepan de antemano que, por suerte, siempre da revancha.

Las vimos intentar hasta último momento, abroquelarse frente a cada ataque sueco, presionar ante cada posibilidad, no achicarse a pesar de la diferencia jerárquica y buscar nuevamente la épica como contra Sudáfrica el jueves pasado.

Queda la sensación de que Argentina pudo haber hecho más. No tanto por déficit de las jugadoras sino por errores ajenos. Cambios tardíos con el marcador ya en contra, jugadoras inexplicablemente titulares, goleadora sentada en el banco hasta último momento, defensoras históricas que no fueron convacadas.

Mucho más no se le puede pedir a una selección que tiene apenas 5 años de semiprofesionalización en su liga local, la cual terminó escasos días antes del Mudial, imposibilitando que las jugadoras entrenen y practiquen juntas el tiempo necesario; un equipo nacional que tuvo que viajar a la Copa del Mundo en tandas repartidas en 3 días distintos porque no le consiguieron otro vuelo y que fue uno de los últimos en llegar a Nueva Zelanda.

FUENTE: La Marea Noticias. Nota completa. Por Laura Farina.