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Bolivia tiene nuevamente un presidente democrático

Tras casi un año de gobierno de facto, asumió ayer Luis Arce como presidente surgido de las urnas en el Estado Plurinacional de Bolivia.

Lo hizo con la presencia de Alberto Fernández e invitados nacionales e internacionales, tales como el rey Felipe VI, los presidentes de Paraguay, Mario Abdo, y de Colombia, Iván Duque, y el vicepresidente segundo del gobierno español, Pablo Iglesias, además de los expresidentes de Bolivia Eduardo Rodríguez y Carlos Mesa, y delegaciones de gobierno regionales y europeos.

En su discurso de asunción, Arce tuvo conceptos contundentes contra el gobierno de facto de Añez. «Las dos tareas que el gobierno de facto se impuso: pacificación del país y convocatoria inmediata a elecciones no se cumplieron, todo lo contrario. Se sembró muerte, miedo y discriminación, recrudeció el racismo y se usó la pandemia para prorrogar a un gobierno ilegal e ilegítimo.»

En otro párrafo de su discurso, Arce destacó la mayoría alcanzada en las urnas: «Somos mayoría. Eso quiere decir que la población boliviana votó por la paz y la estabilidad, por la esperanza y la dignidad, por el rencuentro entre todos y todas las bolivianas y bolivianos».

El presidente democrático sintetizó en tres aspectos la crisis que deja el gobierno ilegítimo que se hizo del poder el 10 de noviembre de 2019:

«La crisis política que generó un gobierno que no salió de las urnas ni del respeto de los reglamentos de la Asamblea Legislativa Plurinacional ni mucho menos de su apego a la Constitución Política del Estado.

La crisis sanitaria producto de la aparición de la pandemia mundial del COVID-19 en Bolivia, y a la que el gobierno de facto no pudo ofrecer ninguna respuesta integral adecuada.

La crisis económica derivada de la incapacidad del gobierno para generar estabilidad y crecimiento con justicia social, en un año se retrocedió en todas las conquistas del pueblo boliviano.»

Luego del juramento que fue tomado por el vice presidente David Choquehuanca, las nuevas autoridades electas saludaron a la multitud reunida frente al Palacio Quemado.