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Campaña solidaria del papel: “El Refugio Cura Brochero es un lugar de contención”

Por VillaNos Radio • 15/09/2021 00:01 • Tiempo estimado de lectura: 5 minutos

Lleva 23 años esta tarea social esencial en Villa Carlos Paz. El Refugio brinda asistencia y acompañamiento a personas que se encuentran en una situación vulnerable.

Hace 23 años que el Refugio Nocturno y Hogar de Tránsito Cura Brochero realiza una tarea social esencial en nuestra ciudad, brinda asistencia y acompañamiento a personas que se encuentran en una situación vulnerable. Todas las noches abre sus puertas solidariamente para recibir a quienes necesitan un lugar donde alojarse y recibir un plato de comida.

El sostenimiento económico del refugio está basado en tres ingresos fundamentales: el subsidio municipal de $44416, el aporte mensual de lxs socixs y la venta de papel y plástico reciclado.

“El alquiler nos asciende a $39400.  Nos quedan 5 mil pesos del subsidio del municipio para mantener todo un mes una casa que es gigante, donde damos de cenar por lo menos a 30 personas por noche y se les da el desayuno por lo menos a 7 personas todos los días”, detalló Anika Bossi en diálogo con VillaNos Radio.

Anika es voluntaria hace 10 años. Comenzó a los 15 y hoy forma parte del grupo de trabajo que realiza todo tipo de tareas en el refugio, desde clasificar y ordenar las donaciones de papel y cartón hasta recibir a las personas y preparar la cena.

“Nosotros somos voluntarios y hacemos todo a pulmón. Tratamos de arreglarnos con lo que es el papel, el cartón y con los socios, porque hay gente que dona $200 por mes y nos va ayudando”, expresó.

En ese marco, este mes se realizó el lanzamiento de la campaña solidaria de papel, cartón y botellas de plástico (PET) para sostener el trabajo de contención que realiza la organización.

“Todos los años en septiembre hacemos una campaña, pero este año estamos más ajustados con tema dinero así que la lanzamos hasta fin de año directamente. Las 24 hs. del día recibimos papel, cartón, libros que no usen, cajas, apuntes. Todo eso lo vendemos y de ahí sacamos un poco más de plata para tener las puertas abiertas ese ingreso es vital para nosotros”, explicó.

El PET se paga $10 el kg., el plástico $10 por kg., el papel $12 el kg (reciben blanco y de color menos maple de huevo) y cartón $6 el kg. El dinero que se obtiene va directamente para sostener la actividad diaria y pagar gastos como impuestos, servicios y compra de alimentos y otros insumos.

En agosto, el refugio recibió las urnas y papelería que sobró de la elección del Defensor del Pueblo. “Fueron un montón de urnas, nos vino recontra bien porque estamos con lo justo y en rojo en tema de dinero. Lo tomamos con mucho entusiasmo”, valoró Anika.

El “Cura Brochero” va cambiando en función de las necesidades de la gente que recurre en búsqueda de ayuda. Ante un aumento sostenido de los pedidos de asistencia en los últimos años, la situación económica que atraviesa es crítica. “Mientras más demanda hay más dinero se necesita, más comida, más servicios. La mayoría de los días estuvo todo ocupado con 7 varones”, aseguró.

Por este motivo, se decidió implementar el método de las viandas, las personas que no se pueden quedar a dormir van y buscan su plato de comida todas las noches. “Hubo varias mujeres víctimas de violencia de género y con niños. Algunas vienen a pedir la vianda, esas situaciones siguen llegando y nosotros hacemos lo que podemos”, señaló. Vale mencionar que el refugio es el único espacio en la ciudad que brinda alojamiento a mujeres e identidades disidentes que se encuentren en una situación de violencia.

El mayor problema es que “no hay gente capacitada y especializada”, sostuvo Anika. “Para dar una mano trabajamos derivando a la Casa de la Mujer, pero nosotros seguimos abriendo las puertas ha habido casos este año y siguen llegando”, agregó.

La pandemia del coronavirus ha limitado la capacidad de alojamiento para poder respetar el protocolo biosanitario. Sin embargo, este verano se ha llegado a alojar 15 personas. “A la mayoría le fue muy difícil conseguir un trabajo estable. El problema habitacional y laboral es muy difícil de resolver en un par de días en Carlos Paz”, advirtió.

La motivación de Anika para sumarse al voluntariado está en “las ganas de la gente de salir adelante”. “Yo creo que a todos nos hizo falta una mano de la familia o amigos para llegar a donde estamos hoy y hay personas que no tienen a nadie”, manifestó sobre el rol de contención que asume cada integrante de la Asociación Civil.

“Es un lugar donde los ayudamos a superar diferentes cosas. Acompañamos a chicos con problemas de adicciones, a mujeres con situaciones de violencia, a niños, se han dado clases particulares, personas que no pueden cobrar una pensión”, precisó.

Hay personas que han solicitado alojamiento y, al poder resolver su situación, deciden mantener el vínculo como voluntarixs. “Esos son los casos que hacen que una se llene de orgullo y que todo vale la pena cuando se pueden ubicar y consiguen un trabajo estable. Eso es lo que más me llena que quieran devolver a la comunidad lo que un día les otorgo y que el refugio sea un lugar a donde quieran volver desde otro lugar”, enfatizó.

Asimismo, destacó el compromiso solidario que tiene la institución: “El refugio es un lugar de contención, es un lugar super transparente, la gente sabe que lo que se lleva a ahí llega realmente a quienes lo necesitan. No es una casa que se mueve desde la caridad, sino que se acompaña solidariamente. Estamos muy presentes. Es algo que se mueve desde el corazón de la gente.”

Foto destacada: La Jornada Web

Fuente: villanosradio.com.ar