Derechos Humanos

Cuando la verdad está cerca

En el comienzo de los alegatos en el juicio al terrorismo de Estado en Córdoba, los abogados de la querella pidieron condena máxima para los imputados.

Por Diego Barrionuevo • 10/12/2020 14:49 • Tiempo estimado de lectura: 2 minutos

En el marco del 12° juicio al terrorismo de Estado, comenzaron los alegatos de la querella en la causa Diedrichs/Herrera.
Los abogados Claudio Orosz y Lyllan Luque, patrocinantes de la familia De los hermanos Soulier, Adriana Díaz y de Miguel Ángel Arias incluidos en la causa Diedrichs se explayaron sobre los operativos de secuestros, circunstancias y planificación de los mismos en un contexto de planificación sistemática de persecución y exterminio.
El Doctor Orosz dio el marco jurídico de los juicios de lesa humanidad en Córdoba, mientras que la Doctora Luque detalló la condición de militares de las víctimas, motivo de persecución y secuestrado por dicha condición.
También hizo hincapié en el material probatorio que dan cuenta que víctimas estuvieron en el centro clandestino de La Perla y de la participación responsables de los imputados

A su vez, Orosz al referirse sobre el secuestro y desaparición de Hugo Donemberg incluido en la causa Herrera, detalló lo aceitado y planificado del plan sistemático de secuestro, tortura y exterminio comandado bajo el tercer cuerpo de ejercito, cuyo jefe era Luciano Benjamín Menéndez.

«Todos los hechos que hemos relatados están certera y materialmente probado» dijo Claudio Orosz y agregó «la participación de los imputados esta certeramente probada», por lo que pidió la pena de prisión perpetua para los represores.

«Todos los hechos que hemos relatados están certera y materialmente probado» Lyllan Luque y Claudio Orosz

Finalmente, Orosz culminó su exposición con un reconocimiento a Roberto De los Santos, Dora Zarate, dos médicos que estuvieron secuestrados en la Perla. «Ellos fueron secuestrados el 26 de marzo de 1976, componían la unidad sanitaria de Montoneros en Córdoba (…) Ninguno de los dos entraron a La Perla por propia voluntad, fueron víctimas y siguieron siendo víctimas fuera del campo» , concluyó.