Derechos Humanos
El colectivo Paravachasca por la Memoria se quejó por la destrucción de murales
Por Redacción ACN • 26/02/2021 00:01 • Tiempo estimado de lectura: 2 minutos
Las pinturas estaban en el «Anfiteatro de la Memoria» de la Plaza Mitre de Alta Gracia. El municipio decidió blanquearlos pese al compromiso de respetarlos que había asumido en 2020.
El Colectivo Paravachasca por la Memoria, expresó en un comunicado su repudio “por la vulneración perpetrada por la Municipalidad de Alta Gracia contra los murales que con mucho esfuerzo plasmaron artistas de esta ciudad en conjunto con este Colectivo de Memoria hace algunos años”.
Las intervenciones artísticas de Plaza Mitre fueron realizadas en las gradas del “Afiteatro de la Memoria” y, según sostiene la agrupación, el año pasado sus integrantes se reunieron con Pablo Ortiz –secretario de Servicios Públicos de la municipalidad de la ciudad del Tajamar- celebrando la renovación del espacio verde pero solicitando la preservación de esas pinturas. “Éste fue el acuerdo verbal y de absoluta buena fe al que arribamos en la última reunión sobre el final del 2020”, dice la nota.
No obstante, los murales fueron tapados. “Hoy nos despertamos tristemente ante el panorama de una plaza `en blanco´, sin colores ni memoria, sin esos murales que eran mojones que daban cuenta de un proceso social de construcción de memorias locales a través de los años, y por ello eran únicos e irreproducibles, imposibles de replicar con copias porque las mismas carecerían de toda la carga emotiva puesta a lo largo de dicho proceso, y por ende carentes de sentido alguno”, se quejan los integrantes del colectivo.
La nota termina señalando “Es evidente que para estos funcionarios, que no respetaron la palabra empeñada, la puesta en valor de un espacio público implica borrar su historia, el recuerdo de cada asamblea, de cada acto, de cada 24 de marzo reunidos en la plaza. Poner en valor, según su mirada, significa borrar el recuerdo de los 30.000 desaparecidos, de los árboles que plantamos y por los que desde hace 45 años nos faltan en Alta Gracia. Significa borrar la huella de cada secuestro, pero también de cada acto de memoria y resistencia de nuestros valientes sobrevivientes que se animaron a narrar el horror, la resistencia de nuestras Abuelas, Madres y Padres de la Plaza, de Emi y Santiago (D`Ambra). Significa borrar, con un triste y premeditado acto, el trabajo enorme y a pulmón de muchos vecinos empeñados en mantener viva nuestra memoria, único reaseguro para no repetir el pasado y consolidar la consigna NUNCA MÁS al terrorismo de estado en Argentina”.