Medio ambiente y sustentabilidad
El monstruo desarrollista en Villa del Dique
La empresa GNI S.A. de negocios inmobiliarios pretende avanzar sobre el Cerro de la Cruz con un proyecto que privatiza áreas comunes, destruye el ambiente y está destinado a un puñado de “privilegiados”. Es la foto de un monstruo que saquea y destruye a su paso caminando por diferentes territorios de la provincia. Les Vecines autoconvocades y el municipio desarrollan diferentes estrategias para frenar el desastre.
Por Red • 25/08/2021 08:00 • Tiempo estimado de lectura: 6 minutos
“Punta Mansa es el más exclusivo complejo residencial sobre el lago (…) Consta de tan solo 13 casas con diversas tipologías, pileta, cocheras para autos y lancha. 13 Casas, 13 privilegiados”. Así presenta la empresa Generadora de Negocios Inmobiliarios (GNI S.A.) al proyecto Punta Mansa, en la localidad de Villa del Dique. Se trata de la continuación de Punta Peñón, un loteo en altura sobre el Cerro de la Cruz, con extensos terrenos y hermosas vistas a “uno de los lagos más fabulosos del país, con muelle privado y guardería náutica”.
Para avanzar con Punta Mansa, se apropiaron de las costas del lago y del camino público Vuelta al Cerro, ofreciendo casas de lujo en un predio de 48 hectáreas sobre las orillas del lago, ocupando el tradicional camino público. Ahora se impide el paso a la comunidad, ya que desde GNI afirman que se trata de un área privada. Además, denuncian la construcción de un camino por el medio del cerro, deforestando monte nativo y generando un deterioro ambiental en una zona roja según la Ley de Ordenamiento Territorial de Bosque Nativo (Ley de Bosques).
En enero de 2020, la fiscalía de Río Tercero ordenó que GNI presentara nueva documentación y la suspensión de la obra, pero, con la pandemia por COVID-19, habrían aprovechado para avanzar. El municipio efectuó entonces denuncias contra la empresa y el arquitecto por construcciones y el cierre del camino. En junio pasado, la Cámara de Apelaciones de Río Tercero ratificó la orden de frenar las obras hasta que presente nuevos documentos para ser evaluados por el municipio, por no cumplimentar los procedimientos correspondientes ni tener en cuenta la normativa local de edificación. Sin embargo, el Área de Inspección Municipal, desde mayo de 2020 a julio pasado, lleva realizadas 12 actas de inspección a los desarrollistas por realizar trabajos sin autorización, planos ni permisos y por incumplimiento de directivas judiciales.
Organización vecinal
El Colectivo de artistxs, docentes y vecinxs es un espacio vecinal autónomo y autoconvocado “con una mirada socio-ambiental”, define Gabriel Marco en conversación con La tinta. Realizan diferentes acciones artísticas para visibilizar el conflicto. Organizaron caminatas por el cerro para difundir el conflicto en la localidad, porque “una vez que ves el daño, lo que han hecho, tomás conciencia, la gente se va sumando a medida que conoce”.
En 2020, elaboraron un pedido de firmas en la plataforma Change para que la empresa devuelva el camino público que rodea el Cerro de la Cruz y las costas del barrio de Embalsina. Allí, reclaman que se declare al cerro como patrimonio ambiental, paisajístico y cultural de lxs vecinxs, preservando la corona del cerro mediante una reserva forestal y salvaguardar así la flora y la fauna nativa.
La avanzada desarrollista destruye el monte nativo al mismo tiempo que privatiza los espacios comunes. “Al principio, nadie se animaba porque esto es un pueblo, pero apenas lo hicimos nosotros, se sumó la gente y el 90% de los comentarios nos apoyan, obtuvimos el apoyo de vecinos del pueblo, de la región y de muchos ambientalistas de Córdoba”, señala Marco.
El Colectivo exige a la empresa y a la intendencia el cumplimiento de la ley, poniendo en el centro el cuidado del ambiente. Piden que se haga una auténtica Evaluación de Impacto Ambiental, una reparación y reforestación. La legisladora Luciana Echevarría apoya la causa y solicitó un pedido de informe a la Secretaría de Ambiente sobre la situación de GNI S.A. en Villa del Dique, que todavía no obtuvo respuesta.
Acciones desde el municipio
La actual gestión, con Ricardo Scoles como intendente de Villa del Dique, decidió revisar en enero de 2020 la factibilidad del proyecto de GNI S.A. y encontraron profundas irregularidades. A partir de allí, hubo un extenso camino institucional para frenar las obras.
El Presidente del Concejo Deliberante, Alejandro Kordich, explicó en Radio Villa del Dique que la ordenanza 628 establece que, para el desarrollo de barrios cerrados, se deben aplicar las disposiciones del Código de Edificación de la localidad. Este prohíbe la habilitación o venta de nuevos loteos en la zona del cerro porque es de protección turística y paisajística. Por otro lado, el Código también establece que los propietarios de lotes frentistas al lago deben dejar una franja de 30 metros de ancho, medida desde la cota máxima del lago, destinado a espacio verde, algo que también se incumple.
Así, señala que, en el año 2012, la obra obtuvo la factibilidad con un plano que respetaba el camino de costanera de Vuelta al Cerro, pero que, años después, lo modificaron y presentaron otro plano. “Evidentemente, es un negocio atractivo el desarrollo de casas particulares sobre la costa. Acá se privilegian viviendas con jardín para un puñado de personas por sobre el uso público de todo el pueblo”, denunció el concejal.
La empresa desarrollista argumenta que la calle que cerraron es privada y que abrieron otro camino más seguro y con mejor infraestructura. “Si hay loteo, hay calle pública. Si no hay loteo, se viola la disposición de los 30 metros”, resume Kordich. En relación al camino nuevo, el informe en vialidad evidenció que no se presentaron estudios de suelo en algunas zonas que indiquen verificación para esas alturas y que el proyecto carece de firma de profesional responsable. “Abrieron un nuevo camino sobre la ladera del cerro, que la destruyeron, y ahí ya existía una calle. El Departamento Calamuchita está encuadrado como Reserva Hídrica Natural y Reserva Recreativa Natural (…) En el ámbito de estas reservas, se prohíben acciones de destrucción o innecesario deterioro de recursos de ambientes naturales o artificiales”, afirma el concejal.
Finalmente, Kordich explica que, en el cerro, existe el emprendimiento de 48 hectáreas y otras 61 hectáreas de propiedad de una familia, que incluyeron en un proyecto de ordenanza para declararlas Zona de Protección Turística y Paisajística. “Si consideramos al cerro como una unidad, entendemos que es un ecosistema que tiene un alto valor de conservación. Lo ambiental merece suma importancia”, concluye.
#SalvemosAlCerrodeVilladelDique. Podés firmar acá.