Política y Economía
El pacto que no fue…
La mañana del sábado amaneció en Córdoba tan fría como se había pronosticado. La nieve blanquea las Altas Cumbres y el sol, que brilla sin obstáculos, hace que se destaquen y se muestren como en la mejor postal invernal.
Desde temprano un grupo de manifestantes había llegado hasta el ingreso del aeropuerto internacional Ingeniero Taravella. Las cubiertas se amontonaron y gendarmería arremetió contra la columna de ATE. El tedeum en la catedral de Buenos Aires no había concluido y el fuego ya ardía en la capital cordobesa. Rápidamente quienes se manifestaban en contra de la llegada de Milei se replegaron y se encaminaron hacia el centro de la ciudad.
Colón y Gral. Paz, la tradicional esquina con una larga historia de expresiones populares, había sido elegida para levantar el escenario del acto convocado bajo la consigna «La Patria no se vende».
A pesar del frío, miles de cordobesas y cordobeses acudieron al acto organizado por las dos expresiones de la CGT local y las dos CTA, más las organizaciones sociales que había participado en la preparación. Esta expresión de unidad se plasmó en la palabra de quienes son referencias de cada una de las centrales sindicales. El documento consensuado entre las organizaciones fue leído por Mariana Mandakovic, secretaria general del CiSPren e integrante del secretariado Nacional de la CTA Autónoma y Leticia Medina, secretaria adjunta de ADIUC y secretaria general de la CTA de los Trabjadores Córdoba. En tanto, el cierre del acto estuvo a cargo de Ilda Bustos, secretaria general de la CGT Córdoba y Rubén Urbano que ostenta igual cargo en la otra versión de la CGT. En ambos casos, los discursos resaltaron la unidad de los trabajadores en contra del ajuste de Milei por encima de las diferencias que pudieran tener.
En la masiva concentración, se levantaban las banderas de gremios, organizaciones políticas y sociales que habían convocado para manifestar su rechazo a las políticas de ajuste aplicadas desde el gobierno central.
El acto transcurrió sin inconvenientes a escasos 400 metros del palco que esperaba la presencia del presidente de la Nación. Durante la desconcentración, hubo quienes se quedaron en la esquina de Vélez Sársfield y 27 de Abril, a dos cuadras de la Plaza San Martín. Allí hubo enfrentamientos con la policía que reprimió con gases. Detuvieron a dos mujeres docentes que querían dirigirse a la plaza donde estaba hablando el presidente y no se les permitió.
El discurso y la plaza
No fue el escenario ni la plaza esperada. En su discurso del 1 de marzo ante el Congreso, el presidente convocó a los gobernadores de todo el país y al jefe de gobierno de CABA a firmar un pacto sobre la base de la aprobación de la Ley Bases. La imposibilidad de conseguirlo en la Cámara de Senadores cambió la esencia de la convocatoria.
Sólo el gobernador Martín Llaryora estuvo presente. Sentado en primera fila, junto a la vicepresidenta Victoria Villarruel, fue olvidado a la hora de los agradecimientos en el discurso presidencial. Tampoco fue mencionado por el presidente el anfitrión de la casa a cuyas puertas se realizó el acto, el intendente Daniel Passerini. Ambos, gobernador e intendente, recibieron abucheos y silbidos cuando la locutora oficial destacó su presencia.
Había sido convocada la ciudadanía en general, sin embargo, la concurrencia le dió la impronta de un acto partidario. Para llegar hasta el lugar, había que sortear los diferentes anillos de seguridad que se había dispuesto y en el perímetro alrededor del escenario, sólo ingresaban quienes tenían una identificación a tal fin.
En ese contexto, el presidente Javier Milei brindó un discurso en el que designó como bárbaros a quienes habitaron nuestro suelo hasta 1860 y destacó el crecimiento de fines del siglo XIX solo «comparable al desarrollo de Estados Unidos como nación».
En un tono conciliador, volvió a reiterar el llamado a «invitarlos a todos que tomemos conciencia del enorme desafío que tenemos por delante, el sacar a nuestra nación del camino de la decadencia y volver a ponerla en el camino de la prosperidad».
Afirmó que contiuarán los esfuerzos para sancionar la ley Bases y el paquete fiscal y anunció la creación del Consejo de Mayo, organismo que tendrá la responsabilidad de delinear los proyectos de ley que surjan del Pacto de Mayo. Acá el discurso completo.
Además del gobernador y el intendente, estuvieron como espectadores privilegiados del discurso presidencial, la vicegobernadora Myriam Prunotto, el viceintendente de la ciudad Javier Pretto, integrantes de la legislatura y el Concejo Deliberante. Acompañaron al presidente la totalidad del gabinete de ministros, el vocero Manuel Adornis y por supuesto su hermana y secretaria general de la presidencia Karina Milei.