Córdoba diverse
¡Fútbol, fútbol, fútbol!
El fútbol femenino y disidente llena las canchas, festeja y celebra en los encuentros, los escenarios y se va al Encuentro Plurinacional. ¿Una moda? No, una pasión.
Por Utz Gregorczuk • 04/10/2022 08:27 • Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
Hace unos días el equipo femenino de Belgrano llenó la cancha: 28 mil personas gritaron los goles a todo pulmón. El fútbol femenino cordobés marcó un hito en el Gigante de Alberdi.
En el escenario principal del Paseo Sobremonte, la Feria del Libro 2022 propuso un ciclo de Fútbol Mundial y en pleno horario pico subió la Mesa de diálogo “Fútbol femenino: juego, territorio y género».
Con la participación de Arco Iris Fútbol Club, Abriendo la cancha y Club Forchieri, la charla rondó las temáticas de las conquistas de territorios históricamente masculinizados: la cancha, la cultura futbolera, las estructuras familiares.
Aye Mercado, jugadora de Arco Iris, empezó a jugar en el Recreativo y poco a poco insistió en sumarse al Torneo de La Dupla. Se sorprende para bien de que cada viernes no sólo avanzan en la tabla, sino que también se encuentran con equipos, con más jugadoras y con chicas y chiques que se suman a la hinchada.
«Cuando era niña, yo siempre pedía el fútbol, para Navidad. Y me regalaban cosas re lindas y que agradezco, pero nunca el fútbol. De grande me saqué las ganas de jugar y me encontré con un equipazo», comenta.
Sofi Losada, DT de Forchieri, comenta lo complejo, lo hermoso y movilizador que es trabajar el fútbol en el territorio de Unquillo, en Sierras Chicas, y que en poco tiempo se volvió un equipo conformado por todas las divisiones, igual que los equipos de los varones.
«Desafiamos un montón de prejuicios, en la familia, en la cancha, en los barrios. Y nos demostramos a nosotras mismas que somos más fuertes, de lo que creemos, que podemos correr, competir, crecer como jugadoras», comenta la DT.
Por su parte, Laura Cortéz, parte de Arcoiris y psicóloga del cuerpo técnico de Forchieri, señala que los equipos se han instalado en territorios que no tenían disputa, por lo que tuvieron que construir de cero. Eso les permitió empezar a construir comunidad, entre mujeres, disidencias, con adultes, niñas y adolescentes.
«De repente, una mujer de 40, madre, disidente, está en la cancha, rompiendo límites, estereotipos y se divierte, se encuentra con otres y genera nuevas dinámicas. Eso es cambiar la comunidad desde la cancha, desde las personas», señala.
Pato Ruiz, profesora de educación física y preparadora de equipos femeninos, está dando clases en Somos Nosotras, en el Espacio de la Memoria de Campo de la Ribera.
Ahí se encuentra con distintas realidades del barrio, de la gente, de las niñas. Necesidades básicas latentes, una estructura social muy enquistada en lo costumbrista y machista y una comunidad que realmente necesitaba ese espacio de encuentro.
«El fútbol atraviesa la realidad de todo este barrio y sobre todo de las niñas, porque se ven poniendo pie en la cancha, se fortalecen y se adueñan del espacio. Ahí se encuentra un espacio de entrenamiento, de diálogo y de escucha, pero también, de crecimiento», comenta.
El fútbol se trabaja en el territorio, se expande y abre puertas a nuevas posibilidades, resignifica los espacios y le cierra la puerta a viejos prejuicios.
El fútbol no es una moda, porque la cancha también es de las mujeres y Disidencias, que homenajean a nuestras pioneras, que está en los potreros, porque el fútbol siempre se jugó en los Encuentros Plurinacionales.
Y allí, este fin de semana largo estarán Arco Iris, Abriendo la Cancha y Club Forchieri de Unquillo, encontrándose en los potreros de San Luis, con los equipos de distintos puntos del país.
De paso, invitan al Taller de Fútbol que se realizará junto a otras organizaciones como Las Nuestras Fútbol Feminista y otras organizaciones, que desde las Sierras Chicas y Córdoba se estará acompañando.
En las canchas, en el encuentro, en los barrios, en los pueblos: porque el fútbol es pasión disidente y feminista.