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Chile: dura derrota del oficialismo en la elección de constituyentes

Por Redacción ACN • 16/05/2021 23:10 • Tiempo estimado de lectura: 2 minutos

Cerca de la medianoche avanzaba el escrutinio de las históricas elecciones en elpaís trasandino. De confirmarse la tendencia, el resultado configuraría una dura derrota para los candidatos identificados con el gobierno de Sebastián Piñera. Durante sábado y domingo, se eligieron 155 delegados de la convención constituyente, sus 16 nuevos gobernadores regionales, 345 alcaldes y 2.240 concejales, en unos comicios en los que se registra una baja participación.

Doble jornada electoral en el hermano país, para elegir delegados de la constituyente, gobernadores, alcaldes y concejales.

Los candidatos a convencional constituyente por la oficialista Vamos por Chile alcanzaban este domingo por la noche 21,29% de los votos frente a 33,24% de la oposición y 45% de los independientes, de acuerdo con el 60% del escrutinio oficial, informó el Servicio Electoral (Servel).

El resultado configura una dura derrota para los candidatos identificados con el gobierno de Sebastián Piñera, que debió convocar a esta instancia obligado por las protestas ciudadanas de octubre de 2019.

En total se elegirán 155 convencionales constituyentes, pero 17 de ellos están reservados para los pueblos originarios y habrá paridad entre mujeres y hombres, por lo que la asignación de los cupos deberá esperar hasta que finalice el conteo en cada uno de los 28 distritos.

Cada uno de esos distritos entregará cupos proporcionalmente a los habitantes de esas zonas.

Las fuerzas aliadas a Sebastián Piñera -que convergieron en oficialista Vamos por Chile- sufrió una dura derrota.

En Chile se utiliza el sistema D’Hondt para los cargos constituyentes, que consiste en un método matemático de carácter proporcional, que busca fortalecer la representatividad en los delegados a escoger.

Estos 155 convencionales constituyentes tendrán la tarea de redactar una nueva Constitución en un máximo de 12 meses, y cada norma debatida deberá contar con una aprobación de los dos tercios.

Luego el proyecto de nueva Constitución deberá ser sometido al llamado “plebiscito de salida”, en el que los chilenos votarán nuevamente si aprueba o rechazan la Carta Magna.

De ganar el «apruebo», se convoca a una sesión solemne del Congreso Pleno y se jura sobre la nueva Carta Fundamental.

En caso contrario, queda vigente el texto actual, que data de 1980, escrito durante la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet (1973-1990).

Fuente: Télam