Maradona, cuando era El Pelusa

“jugué con el mejor Diego”

Por Diego Barrionuevo • 24/01/2021 00:05 • Tiempo estimado de lectura: 7 minutos

Hubo un tiempo de tv en blanco y negro, pero de sueños en colores. Los primeros años en el fútbol de Maradona y Cesar Bartolomei, futbolista cordobés, como testigo.

Sus gambetas en Argentinos, el equipo a sus hombros y líder de un club de barrio humilde. Allí el mundo futbolero comenzó a hablar de él. «Pelusa» o «el pibe de oro». El diez de Argentinos que convocaba multitudes.

En estas entregas recorreremos sus primeros años en primera división del fútbol argentino visto con los ojos de cuatro jugadores cordobeses que entrenaron, compartieron concentración, anécdotas e  historias con el astro antes de irse a Europa.

Diego Armando Maradona, el “Pelusa”, el de la Paternal. Cuando ya era “el pibe de oro” e iba en camino de ser “D10S”.

1° entrega Cesár Bartolomei

“Yo jugué con el mejor Diego”. El que lo dice es Cesar Bartolomei, oriundo de Villa Dolores y con una trayectoria de más de quince años en el fútbol. En Córdoba jugó en Talleres, All Boys, Argentino Peñarol, Lavalle y Unión San Vicente. En Buenos Aires se puso la de Ferro Carril Oeste y compartió equipo con Diego, uno de los cuatro jugadores de Córdoba que compartieron vestuario con Diego Maradona antes de irse al fútbol europeo.

La historia de Diego es conocida. Debutó el 20 de noviembre de 1976 contra Talleres y un rival que marcara como un antecedentes de otro de sus debuts. Rápidamente su nombre cobró notoriedad. Era “El  Pelusa”, luego “El Pibe de oro”, después lo nombraron como D10S. 

Cuando debutó en primera, Argentinos venía teniendo torneos malos, pero con Maradona, se animó a pelear palmo a palmo por el título con River, Boca e Independiente. Diego atraía público y auspiciantes y en el 79 la dirigencia comienza a pensar en la necesidad de rodear a su estrella. Para ese año  llegaron varios refuerzos entre ellos un cordobés, Cesar Bartolomei.

“Yo soy de Villa Dolores.  A los 16 años ya jugaba en la primera de la liga dolorense, en Las Flores . Allí me ve un allegado de Talleres y me lleva a una prueba. Quedé en el plantel. Yo era volante número ocho, pero el maestro (Miguel) Ponce me pide jugar de cuatro porque se había lesionado el titular”, nos dice Cesar desde su casa en Villa Dolores.

Cesar Lén Bartolomei sigue su pasión por el fútbol, su padre León, también fue futbolista, pero que nunca salió del fútbol dolorense.  Comienza su carrera en un Talleres en los primeros años de la década del 70. Por aquellos años la “T” debía soportar a un Belgrano protagonista, pero ya se estaba gestando en Barrio Jardín el gran equipo de la segunda parte de los setenta.

Su paso por Buenos Aires

En el año 74 asume Amadeo Nucetelli la presidencia de Talleres y llegan muchos jugadores. Ante la llegada de figuras, Bartolomei es uno de los jugadores del club que debe emigrar. primero se va a préstamo a All Boys de Córdoba, que lo dirigía Atilio Willington,  el padre de Daniel, y en el 75 Roberto “La Chancha” Cortez lo lleva a Argentino Peñarol.”Allí me destapo, juego dos años muy bueno, me pide Belgrano, pero un dirigente de Ferro que fue a ver un partido de la liga habla con el presidente de Peñarol y me compran. Allí empieza mi periplo por Buenos Aires”

Jugando en Ferro enfrenta a Maradona en el año 77. “Fue un partido chato, la revista Goles me da como figura a mi y El Gráfico lo da  a él. Fue un uno a uno”. Con el equipo de Caballito se va al descenso ese año, pero al siguiente vuelve a primera y juega el nacional 78 con el verdolaga.

“En el 79 me vuelvo a Córdoba, juego en lavalle (hoy Unión San Vicente) y hacemos un campañon. Terminamos primero, pero perdimos en las finales con Belgrano. Allí me ve Luis Segura y me habla para ir a jugar a Argentinos. Imaginate, estaba Maradona y no dude.” 

De esta manera, César vuelve al fútbol porteño a jugar nada más y nada menos que con Pelusa. “En mis primeras prácticas Diego todavía estaba jugando el mundial juvenil de Japón. Cuando volvió se le hizo un homenaje por el título juvenil”

Al lado del Pelusa

Maradona siempre arriba ala derecha, Bartolomei abajo con su característico bigote

 A partir de esa segunda parte del año 79, para Bartolomei convivir con Maradona fue algo común y cotidiano. El 14 de septiembre de ese año contra Independiente Rivadavia en Mendoza juega el primer partido oficial con Maradona en la derrota del Bicho por dos a uno con gol del Diez. “El Diego era el líder natural de ese equipo. Siempre arengaba. Cuando perdíamos no responsabilizaba a nadie”. Ese liderazgo lo acompañó durante toda su trayectoria y Barlotolei ya lo vivía (disfrutaba). “En un partido en Tucumán. Tiro libro por izquierda, perfilado para un diestro. Espindola y yo éramos lo que hacíamos los tiros libres desde esos lugares. Yo acomodo la pelota. El Diego  me dice con un tono bien porteño ‘fiera, déjamelo a mi que la clavó en el ángulo’, Le pegó y la clavó nomas en el ángulo”, recuerda el dolorense.

Ese nacional, Maradona no pudo jugar los primeros partidos por estar en el mundial juvenil. Allí Argentino pierde algunos puntos, sumada a la derrota en Tucumán contra Atlético, le impide  a Argentinos acceder a las instancias finales del torneo. Sin embargo, Diego es el goleador del nacional y “Bartolo” se afianza como el dos titular del equipo dirigido por Miguel Ángel “ Zurdo” López. 

Los viajes y los amistosos

La figura de Maradona convoca en todos lados. Eran frecuentes las giras del club por el interior del país y también por el exterior. “Con Diego recuerdo los viajes, como cuando viajamos a Barcelona a jugar al Nou Camp. En diciembre de 1979. Allá en Europa ya era conocido”.

Con Barcelona no fue el único amistoso internacional, la selección de Hungría (“allí hago un gol”) y con el emblemático Cosmos de los Estados Unidos con Franz Beckenbauer como figura, fueron otros de los partidos que Bartolomei jugó con el Diez.

En el 80 Argentinos trajo varios jugadores para rodear a Diego. Pasculli llegó de Colón y Giusti de Newell’s. Argentinos tenía un buen equipo, pero Diego marcaba la diferencia. “Le ganamos a Boca (el famoso de los cuatro goles a Gatti) a River en el monumental, Independiente”. Ese año Argentinos sale subcampeón y Diego es nuevamente goleador. ”En el nacional seguimos con ese nivel, fuimos los mejores primeros, pero Diego no pudo jugar las instancias finales porque se fue con la selección a jugar el mundialito y quedamos eliminados”, Se lamenta.

Diego a la vuelta del Mundialito del 81 se suma a la pretemporada del Bicho, pero su pase y salida era una cuestión de días. Parecía que se lo llevaba River, pero Diego quería jugar en Boca y hacia allá se fue para ser compañero de otro cordobés, José María Suárez.

“Cuando se fue Diego a Boca, yo me quedé sin motivación así que me vine a Córdoba a jugar a Unión San Vicente”, dice el defensor. Viéndolo a la distancia, capaz me convenía quedarme en Buenos Aires, pero ya está” agrega Bartolomei que  luego juega en Cólon y San Martín de Tucumán.

Magia y mito en una foto. Diego Maradona, el pibe de oro

Desde su casa de Villa Dolores, Cesár Bartolomei recuerda y se emociona. Memorias grabadas a fuego de un tiempo de canchas peladas, spika en la oreja y de un pibe que dicen «es mejor que Pelé»

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