Política y Economía

La actividad se enciende de la mano del consumo

Por Facundo Piai • 26/08/2021 12:00 • Tiempo estimado de lectura: 6 minutos

La demanda empieza a levantar, traccionado por políticas fiscales expansivas, contención de la crisis sanitaria y ayudada por la desaceleración de la inflación. La capacidad instalada se sostiene robusta y el empleo consolida su recuperación.

El consumo revirtió la tendencia contractiva que venía mostrando y recuperó algún porcentual. Así lo demuestran tanto relevamientos oficiales como privados. Por caso, el presidente de la Federación Argentina de Supermercados (FACSA), Víctor Palpacelli, expuso a quien suscribe que se evidencian “señales de reactivación”. Quien también es titular de la cadena Almacor dijo que la comparación interanual de julio arroja una desaceleración de las unidades perdidas. Pero la comparación intermensual es positiva, siendo el volumen de ventas un 4,5% mayor en julio respecto a junio, “promedio generalizado de las cadenas regionales”. Desde el sector, esperan que las ventas continúen recuperando por esta senda y que julio “no sea un indicio aislado”.

Los últimos relevamientos de Indec van en sintonía con lo expresado por FACSA. Luego de la retracción de mayo, la facturación de los supermercados estuvo en junio un punto porcentual arriba de hace un año atrás. Esto significa que, descontando la inflación, facturaron poco más de $23 mil millones netos que en junio del año pasado. De todos modos, la recuperación fue más determinante en autoservicios mayoristas. La encuesta  realizada por el organismo que dirige Marco Lavagna evidencia que la performance de estos últimos estuvo un 9% arriba que hace doce meses, descontando los aumentos de precios.

Según consultoras privadas, la recuperación continuó en las ventas de julio.  De acuerdo a la consultora Scentia, que analiza unidades comerciales de diferente superficie, el consumo masivo creció cerca de dos puntos porcentuales, tras 15 meses contractivos. El informe concluye que el aumento obedece, principalmente, a un incremento del volumen de ventas de las grandes cadenas, que evidenciaron una expansión de 5,4%. Mientras que, por otro lado, los autoservicios y comercios de proximidad sufrieron una contracción  de 1,4%. Los más optimistas rescatan el recorte de la contracción de los comercios pequeños que en el mes de junio sus ventas habían caído alrededor de seis puntos porcentuales.

Las pequeñas empresas parecen correr la misma suerte. El último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) señala una expansión interanual de 11,4% de las ventas minoristas pyme en el mes de julio. Traccionada por la flexibilización de las restricciones, el aguinaldo y las transferencias del Estado a las familias, principalmente, la demanda se recompone. En consecuencia, el 73% de los comercios consultados experimentaron un alza en sus ventas; cuando en el mes de mayo, menos del 20% evidenciaba un andar positivo. En efecto, en el séptimo mes del año, el comercio minorista consolida la recuperación registrada en junio, tras un comienzo de año inestable.

 A juzgar por los datos de consumo del Día de las Infancias, todo parecería indicar que en agosto la demanda continuó tonificándose. Las ventas de las jugueterías superaron en poco más de un 10% a las unidades vendidas en el 2019, según dio a conocer la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ). Desde la entidad que representa a 3.500 comercios y 180 unidades fabriles explicaron que los programas de financiación del consumo fueron un puntal clave para traccionar la demanda. Tras un 2018 y 2019 crítico para el sector por las devaluaciones que encarecieron el crédito, deprimiendo tanto a la oferta como la demanda, la renovación del Programa Ahora 12, con tres, seis, 12 y 18 cuotas, animaron las ventas de juegos y juguetes.

Por su parte, el uso de la capacidad instalada es otro indicio que evidencia relativa recuperación, ratificando el buen desempeño que muestra la industria conforme apacigua la crisis sanitaria. Dentro de ella, por la estrecha ligazón que mantiene con la actividad comercial, especial atención merece el rubro papel y cartón, que en junio se mostró por arriba de la media al emplear el 72% de su capacidad. En gran medida,  tanto el papel como el cartón son insumos utilizados para envolver mercadería, almacenarla, etc. Por los diferentes eslabones de la actividad comercial.

En efecto, la recuperación antes señalada se manifestó en el nivel de actividad, que según las mediciones oficiales registró en junio una expansión de 2,5%. La recuperación intermensual, luego de la merma de mayo (explicada por las restricciones por la segunda ola),  dejan al nivel de actividad a tiro con los registros de principio de año.  Estos relevamientos coinciden con el Indicador Mensual de Actividad del ITE que evidencia un repunte en el sexto mes del año. Es decir, que evidencia un amesetamiento en torno a los niveles registrados en los primeros meses del 2020. Desde el gabinete económico nacional confían en que el segundo semestre estará signado por una mayor expansión de la economía motorizada por el consumo.

Las proyecciones de las consultoras y los temores del empresariado dan cuenta que la recuperación de la economía en lo que resta del año dependen por sobre todas las cosas de aspectos exógenos a lo estrictamente económico. Se trata del ritmo de inmunización y su contracara, el aumento de los casos de COVID-19 y las restricciones a la circulación que puedan llegar a implementar los gobiernos, en caso de darse una tercera ola. Estos son los principales factores que preocupan tanto al gobierno como a los actores de la economía.

El flanco fiscal, por su parte, es un indicador clave en el trabajo de proyectar el nivel de actividad económica en lo que resta del año. En ese sentido, durante el primer semestre del año, el gobierno sobrecumplió sus metas de gasto, finalizando con un déficit primario de 0.5% del PBI, siendo uno de los gastos más moderados de un primer semestre de los últimos años. Por lo tanto, teniendo en cuenta las tendencias que se advierten de otros ejercicios fiscales y de los años electorales, es de esperar una política fiscal más expansiva en los próximos meses. Todo indica que así será.

El equipo económico del gobierno ya explicitó que en los próximos meses liberarán más recursos fiscales, buscando traccionar el consumo por el lado del gasto público. De hecho, ya mostró una aceleración respecto al mes anterior. Desde el gobierno confían en que tonificar el consumo desde la demanda permitirá acelerar la actividad, al representar el consumo  alrededor del 70% del PBI. Al mismo tiempo, al ser “pro cíclico” el sistema tributario, la expansión de la actividad permite asimismo tonificar los recursos fiscales. En efecto, diferentes consultoras estiman que el déficit primario terminará el año en torno a un rojo de 3,5% del PBI. Resta conocer como repercutirá la política fiscal agresiva en las principales variables de la economía durante el segundo semestre.