ELECCIONES PASO

La agenda de géneros de cara a las PASO: ¿Qué proponen las fuerzas políticas que se presentan?

En Argentina la desigualdad de género se conjuga con la difícil situación económica y los altos niveles de inflación que afecta a la mayor parte de la población e impacta principalmente en las mujeres y disidencias. En medio de este contexto, el próximo domingo se llevarán a cabo las elecciones PASO en cada rincón del país. Las propuestas presentadas por las principales fuerzas, van desde el fortalecimiento de las políticas públicas de género; mientras otras propuestas van en sentido contrario.

Por Redacción Enfant Terrible. RMD • 14/08/2023 09:36 • Tiempo estimado de lectura: 6 minutos

En la economía y en su distribución, se encuentra una fuerte desigualdad. Según el último informe elaborado por el Observatorio de Géneros del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), publicado el ocho de marzo, se advierte una creciente feminización de la pobreza: siete de cada diez personas pobres son mujeres. Dentro de este grupo, están las que trabajan hasta dos o tres jornadas laborales para cubrir las necesidades básicas; las que organizan y desarrollan tareas comunitarias como las promotoras de salud y de prevención en violencia de género; y las que motorizan los comedores y ollas populares para gestionar los platos de comida que faltan. Son quienes sostienen la pirámide social y son, a su vez, las menos reconocidas económica y socialmente.

En el país “el 85% de los hogares formados por un solo adulto y menores está a cargo de una mujer. Además, solo 1 de 4 mujeres que no convive con el progenitor de sus hijxs percibe cuota alimentaria”, según el CEPA. De la mano con este dato, el centro de estudios revela que la principal forma en la que los varones ejercen violencia económica o patrimonial, es a través del incumplimiento de la cuota alimentaria.

En cuanto a la brecha salarial, ganaron en promedio un 26,3% menos que los hombres en el tercer trimestre del 2022, de acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Del total de 24 jurisdicciones: 6 presentan una desigualdad salarial superior al promedio nacional: Santa Cruz (36,5%), Chubut (35,9%), Provincia de Buenos Aires (29,5%), Santa Fe (29,4%), Córdoba (29,2%) y Entre Ríos (26,5%). La Rioja es la provincia con menor brecha (14,1%), sin embargo, los salarios están entre los más bajos del país.

¿A qué se debe esta diferencia salarial? Se explica, en gran medida, por la histórica división sexual del trabajo. Es decir, se construyen roles de géneros y se dividen tareas acorde. Dentro de este sistema (patriarcal y capitalista, claro) los hombres suelen realizar trabajo productivo mientras que las mujeres se desempeñan en trabajos reproductivos: quehaceres domésticos, apoyo escolar y labores vinculadas al cuidado que permiten garantizar el bienestar y la supervivencia del hogar. Si bien esta situación va más allá de la edad, ya que atraviesa a todas las generaciones, se encuentra más acentuada entre los 30 y 64 años.

Los efectos de la feminización de las tareas de cuidado son varios. Por un lado, impacta directamente sobre los estudios y la inserción plena en el mercado laboral de este sector. En este sentido, son las identidades feminizadas las que terminan adquiriendo los empleos más precarios, con sueldos más bajos y con menor acceso a la seguridad social contributiva. Se traduce, simbólica y materialmente, en una peor calidad de vida. Además, si a esta concatenación de factores se le suma el hecho de compartir la vivienda con un violento, la falta de autonomía económica se traslada a la física haciendo muy difícil que la persona víctima de esa situación, pueda salir.

En lo que va del año, en Argentina hay un femicidio cada 29 horas y se registraron cuatro transfemicidios. Estas cifras son aportadas por el Observatorio de la Violencia de Género “Ahora que sí nos ven” y son elaboradas a partir del análisis de medios gráficos y digitales que abarcan desde el uno de enero al treinta de julio de este año: “En lo que llevamos del 2023 registramos 175 casos de femicidios y un total de 234 intentos de femicidios directos y vinculados, cifras que dan cuenta del peligro al que cada día estamos expuestas las mujeres y disidencias en manos de varones que parecieran recrudecer su violencia, aún más cuando intentamos alejarnos o pedir ayuda”.

Un 59% de los femicidios fue cometido por las parejas y ex parejas de las víctimas y el 57% ocurrió en la vivienda de la víctima. 

Por otro lado, 38 víctimas de femicidio habían denunciado previamente a su agresor, y 25 contaban con medidas de protección. Esto quiere decir que, pese a recurrir a la justicia, las medidas fallaron pero no porque haya sido inevitable, en muchos casos se violaron las perimetrales sin ningún tipo de inconveniente para el agresor. La negligencia judicial es absoluta, por ello desde los movimientos de mujeres y disidencias se reclama por una reforma judicial transfeminista que se capacite, que escuche, que proteja y sobre todo, que se apure.

La deuda es con nosotras y nosotres

Gracias a la militancia histórica en Argentina se han logrado grandes avances para garantizar derechos, como la Ley de Identidad de Género y la reciente Ley de Cupo Laboral Travesti Trans y No Binarie. Sin embargo, la expectativa de vida de las personas trans y travestis es de 40 años. Mucho menos que el resto de la población.

¿Cómo se explica que vivan la misma cantidad de años que una persona en la Edad Media? Debido a la hiper vulneración en todos los aspectos: salud, educación, vivienda, trabajo y a la violencia y discriminación sistemática a la que todavía son expuestxs. Desde la infancia hasta la edad adulta, estos aspectos funcionan como una barrera permanente para mejorar su calidad de vida.

La principal causa de muerte es el VIH o enfermedades asociadas, como la tuberculosis, neumonía o pulmonía (64%), mientras que la segunda son los trans y travestidicios (15%). Por otro lado, 6 de cada 10 personas trans, abandonan sus estudios secundarios a causa de la discriminación. Además, un porcentaje altísimo, el 83%, fue víctima de graves actos de violencia y discriminación policial.

En este escenario, la política pública es una herramienta trascendental. Los avances registrados en la última década fueron importantes, sobre todo en los planos normativos, institucionales y de garantía de ingresos. Pero aún queda un largo camino por recorrer. En primera instancia, todavía es una deuda pendiente la creación de un relevamiento representativo a nivel país, que dé cuenta de las condiciones de vida de las personas trans y travestis. Esto es fundamental para pensar políticas públicas específicas. Además, las estadísticas oficiales aún desglosan encuestas, investigaciones y censos en términos binarios, lo que no sólo desconoce la existencia y el valor intrínseco de las identidades trans, sino que también las excluye del sistema de información pública.

FUENTE: Enfant Terrible. Nota completa. Por Agostina Polischuk.