Derechos Humanos
Prisión domiciliaria a Etchecolatz: «30.000 razones y Jorge Julio López para decir que no»
Familiares de víctimas, organismos y representantes de derechos humanos repudiaron el fallo que beneficia a Etchecolatz y otros dos genocidas con prisión domiciliaria.
Por Redacción El Resaltador • 10/06/2022 00:05 • Tiempo estimado de lectura: 3 minutos
Esta semana, la Cámara Federal de Casación Penal concedió tres prisiones domiciliarias a represores condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-eclesiástica-militar.
Entre los beneficiados por esta resolución, está el ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense y mano derecha del general de brigada Ramón Camps, Miguel Etchecolatz, quien acumula varias sentencias a prisión perpetua.
Los jueces que encabezaron estas decisiones son Carlos Mahiques, Guillermo Yacobucci y Ángela Ledesma, quienes decidieron el arresto domiciliario de forma unánime en todos los casos.
El fallo que beneficia a Etchecolatz fue adoptado en el marco de la causa en la que se encuentra procesado por el asesinato de Horacio Alejandro Benavides, un militante de 22 años ejecutado en septiembre de 1976, a metros de la Plaza Moreno de La Plata, por un grupo de represores de la Dirección General de Investigaciones.
Si bien no se efectivizará el beneficio puesto que el genocida está condenado por otras causas además de la mencionada, lo repudiable de la situación es que, pese a todos los avances en materia de derechos humanos, la Justicia siga jugando a favor de la impunidad.
¿Por qué se le otorgó este beneficio?
Los jueces consideraron que el genocida tiene 93 años, y siguiendo el argumento de su defensa, plantearon que su salud sufrió un deterioro por la supuesta falta de recursos del Servicio Penitenciario Federal para poder asistirlo debidamente.
Sin embargo, el abogado representante de la querella, Pablo Llonto, se había opuesto a la decisión, aseverando que «las patologías presentadas por Etchecolatz se encuentran tratadas adecuadamente» y resaltó que «el hecho de que se encuentre actualmente en el Sanatorio en Merlo, es prueba de que se puede garantizar su derecho de acceso a la salud«.
Por otro lado, los dos fallos restantes corresponden a los responsables del caso Contraofensiva Montonera: el militar retirado Mario Ocampo, de 74 años, y el exjefe de Contrainteligencia del Batallón 601, Luis Ángel Firpo. A este último, en el pasado debieron revocarle una prisión domiciliaria tras corroborar que la había violado.
El repudio de los organismos de derechos humanos
Luego de conocerse esta resolución, familiares de víctimas del represor repudiaron el fallo afirmando que los jueces «volvieron a desaparecer a sus familiares«.
También expresó su repudio Rubén López, uno de los hijos de Jorge Julio López, quien declaró como sobreviviente de la dictadura en 2006 en el juicio al genocida, y durante el cual desapareció por segunda vez.
«Hay jueces que parecen delincuentes. Esto me causa indignación, sobre todo porque hace 15 días otro tribunal dictó una condena a perpetua para Etchecolatz y hoy le dan la domiciliaria», afirmó.
A su vez, la agrupación H.I.J.O.S resaltó que los genocidas «son peligrosos y son quienes siguen manteniendo los pactos de silencio que nos impiden tener la verdad sobre los miles de cuerpos de las víctimas y sobre nuestras hermanas y hermanos».
«Los que vuelven a los barrios son asesinos, desaparecedores, ladrones de bebés, violadores. Son quienes cometieron delitos de lesa humanidad. Crímenes sistemáticos contra la humanidad. No se arrepienten».
En la misma línea, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, enfatizó su «preocupación» ante las decisiones de algunos tribunales «que facilitan libertades condicionales o prisiones domiciliarias».
No es la primera vez
No es menor el hecho de que, hace cinco años, ya habían beneficiado con el arresto domiciliario al represor y genocida Etchecolatz. En 2017, volvió a su chalet ubicado en el Bosque Peralta Ramos de Mar del Plata, por decisión del Tribunal Oral Federal 6 de CABA.
Después de las conquistas en materia de derechos humanos, y las condenas a los genocidas, represores y responsables de las más terribles vejaciones durante la última dictadura cívico-eclesiástico-militar, es inadmisible volver hacia atrás.
El único lugar para los genocidas es la cárcel común.
Fuente: Agustina Bortolón. El Resaltador.