Cultura
Semblanza de Vicente Luy, un poeta enfermo de amor
Vicente Luy era cordobés, huérfano de padres e hincha de Talleres. Era también, poeta. Escribió ocho libros, empapeló Córdoba con fotos de él desnudo y fue amigo de Palo Pandolfo. Murió una mañana hace 10 años cuando decidió saltar de un séptimo piso. Un homenaje al último enfermo de amor.
Por Redacción Enfant Terrible. RMD • 02/02/2023 19:53 • Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
El último poeta maldito de Córdoba se llamaba Vicente Federico Luy y nació en mayo de 1961. Era un apasionado del fútbol, hincha de Talleres y era nieto de un famoso poeta español. Escribió ocho libros dedicados a explorar la soledad, con una mirada descarnada de todo. La suya fue una búsqueda incansable de lo humano con lenguaje sencillo. Vicente quedó huérfano al poco de nacer. Sus padres murieron en un trágico y abrupto accidente de avión. Esa orfandad le dio la lucidez que lo acompañaría toda la vida.
¿Venderle el alma al diablo? Sí, pero cara.
Y si se puede, venderle también otras cosas.
Y venderle a Dios lo que el diablo no compre.
Antes de haber cumplido tres años Vicente pasó por varias familias de acogida. Fue brutalmente maltratado durante su más tierna infancia por uno de sus hermanastros. Se enteró cuando ya había cumplido mas de 30. A mediados de los años 60 fue adoptado por su abuelo Juan Larrea, con quien vivió hasta la mayoría de edad.
Abuelo, abuelo Juan,
me complicaste,
pero a nadie amé en la vida como a vos.
Llevo 30 años sin poder hacer el duelo.
Larrea era también poeta y también, como Vicente, había sido criado por sus abuelos. Aquel vasco exiliado de la guerra, que había fundado en 1930 junto a César Vallejo la revista Favorables París Poema, le enseñó al joven y atormentado Vicente todo lo que hay que saber sobre poesía.
No se si asumir que estoy enfermo
y si lo estoy, ¿qué debiera hacer?
¿Estoy enfermo?
¿O es simple depresión?
Porque si soy un enfermo debiera
pedir primero por mi salud.
Y yo pido alegría
o mejora en mis ingresos
jamás salud.
Ya uso lentes.
A principios de los años 90 Luy publicó «Caricatura de un enfermo de amor» con el dinero heredado de la inmensa fortuna de su abuelo. Poco después publicó «La vida en Córdoba», donde describe con especial agudeza y sensibilidad las implicancias de ser, estar y vivir en la provincia. Para promocionar sus libros intervino las paredes de la ciudad con carteles y afiches. Empapeló las calles con fotografías de él y sus amigos, desnudos y con los ojos vendados, con una inscripción que decía «Lo esencial es invisible a los ojos».
Entrados los 2000 y con los últimos centavos de su herencia produjo el disco del grupo Flopa- Manza- Minimal. Trabó una intensa amistad con Palo Pandolfo, Gabriela Epumer y Gabo Ferro. Compartieron noches delirantes, poesías y un amor incondicional por el Rock Nacional.
Luego el declive. Un amor atormentado por «Angie» (María Angélica Vaca Narvaja), algún viaje por Europa y el exceso de prozac y lexotanil dieron como fruto el libro «No le pidan peras a Cúper». Tras su primer impulso suicida fue internado en el Neuropsiquiátrico Provincial. Luego en el Borda y el Argerich, en Buenos Aires. Entrevistado por el poeta Juan Manuel Daza diría:
«Los últimos psiquiatras a los que fui a ver, todos dijeron que yo debía estar internado. Un bajón. Y a mí me cambiaría la vida un golpe de suerte, una sonrisa. ¿Está todo mal acá? Está todo mal. Y me van las cosas mal. En lo económico, me va pésimo. En mi trabajo, me va mal. No tengo reconocimiento. Yo quiero que, a cada lugar que vaya, que me inviten un trago, loco. ¿Entendés? Aspiro a poco. A un poco de amor humano, un poco de relajarnos, tener una mujercita que me quiera y a la cual yo poder amar. Tengo el corazón bastante cerrado.”
En 2012 quiso mudarse. O quizás no. Quizás esa fue su mudanza. Concertó una cita para ir a ver un departamento en alquiler en el centro de Salta. Mientras la agente inmobiliaria le mostraba los ambientes salió al balcón y se tiró del séptimo piso.
FUENTE: Enfant Terrible. Por Santiago Torrado. Nota: https://enfantterrible.com.ar/cultura/semblanza-de-vicente-luy-un-poeta-enfermo-de-amor/