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Tiene 12 años y hace árboles de Navidad
Por Corresponsalía Villa María • 16/12/2020 20:00 • Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
Joaquín vive en Las Perdices, su mamá le pidió que hiciera un árbol de navidad, se entusiasmó y creó varios. Sueña con ingresar a la Escuela del Trabajo de Villa María en 2021.
ACNoticias dialogó con el padre del menor, Adán Viggiano, quien nos contó que «Joaquín es un niño muy inquieto y siempre lo está observando mientras él trabaja». Tras la petición de su mamá- relata Adán- » se largó e hizo un arbolito, que le salió muy lindo».
Entonces se le ocurrió la idea de continuar con otros modelos, siempre con el control y acompañamiento del papá. La familia decidió apoyarlo y tras publicaciones en Whatsapp, personas allegadas comenzaron a pedirle más arbolitos. El pibe quería cambiar su celular, pero en realidad la idea de los padres fue apostar a su creatividad y habilidades, tras un año escolar de mucho esfuerzo, donde los niños debieron vivir en sus casas sin jugar y sin poder salir.
En la entrevista, Viggiano contó que tanto él como la mamá quieren que su hijo » sepa lo que se siente obtener algo con sus propias manos y que eso le va a permitir valorar el esfuerzo, ya que le costó mucho conseguir hacer el primer arbolito».
Adán (27) junto a Guadalupe Vega (31) tienen dos hijos y vinieron a Las Perdices desde la localidad entrerriana de Santa Elena, hace cuatro años. El hombre es herrero además de soldador y la mujer realiza tareas en un geriátrico.
En otro tramo de la entrevista, el papá de Joaquín afirmó » nos encanta la actitud de él , siempre estuvimos orgullosos» y cuenta que su hijo se levanta, tiende su cama, les ayuda en la casa. Esa ha sido la enseñanza familiar, dado que ellos son trabajadores que pasan mucho tiempo fuera de la vivienda y no le alcanzan las horas para todas las tareas hogareñas.
«Le enseñamos que vaya madurando de a poco, porque el día de mañana va a tener que salir a luchar la vida y si no sabe, le va a costar un montón» afirma Adán, con un tono calmo y con la claridad de un hombre que lleva en su mochila una historia de sacrificio.
Adán también reflexionó sobre la situación de pandemia y afirmó que este año » ha sido más dificil para los chicos, no sólo para los míos sino para los hijos de todos, porque son ellos los que han estado encerrados. Nosotros por lo menos salíamos a trabajar». Y remarcó que a los niños «les gusta andar, jugar y hacer travesuras». En parte la decisión de Joaquín de ponerse a construir arbolitos de Navidad, tiene ese otro costado de distracción, de creatividad y de arte.
Antes de terminar la charla, Viggiano se remontó a su propia historia. Fue papá a los 16 años y le costó mucho enfrentar la vida . En ese sentido afirmó «no quiero lo mismo para mi hijo». «El puede tener un estudio, ojalá sea ingeniero o doctor. No a todos nos va bien y si no sabe defenderse le va a costar mucho» y aclaró » no quiero esclavizar a Joaquín, es un niño; nuestro objetivo no es vender, sino que él valore el trabajo. No soy un padre explotador, ésto no funciona así».
Esta crónica no podría terminar sin el relato del deseo más importante de Joaquín: quiere estudiar Técnico Electromecánico en la Escuela del Trabajo de Villa María (IPET 49). Pese al esfuerzo de un último año de escuela primaria cursado de manera virtual, el pibe se proyecta viajando desde Las Perdices a Villa María para ingresar por la «puerta grande del secundario»
Si bien se inscribió de manera virtual para comenzar el próximo año, aun no ha tenido respuesta de la institución técnica; escuela pionera de oficios en toda la zona que se llena de cientos de jóvenes cada año . Joaquín aguarda con mucha ilusión su ansiado ingreso, que seguramente logrará.
Los sueños son el motor de nuestros niños y en este caso hay una familia de trabajadores que alienta a su hijo para seguir estudiando, para encontrar su vocación. En definitiva, para ser feliz a pesar de todo.
Fotos y video gentileza familia Viggiano