Ambiente y sustentabilidad

Un año de la partida de Ramona: Las Maravillas la celebra

El 16 de junio se cumplió un año de la partida de Ramona Orellano de Bustamante. Compartimos fragmentos de la nota de La Tinta: queda su memoria de lucha, símbolo de resistencia por la tierra y la vida campesina ante la avanzada extractivista.

Por Redacción La Tinta • 22/06/2022 00:05 • Tiempo estimado de lectura: 3 minutos

“‘Están esperando que me muera, pero no les pienso dar el gusto’, me dijo un día Ramona cuando ya peinaba 91 primaveras. Rodeada de santitos refulgiendo en el temblor de la llama, rodeada de pollitos, gansos y patos que alimentaba desde su silla y amainaba con su fusta brillosa”, recuerda Dina Barrionuevo, defensora del monte nativo.

Cuatro años después, el 18 de junio de 2021, Ramona partía para ser semilla. Víctima de la avaricia y especulación de empresarios, gobiernos, funcionarios judiciales, policías y abogados corruptos, supo resistir durante décadas los intentos de desalojo en su campo, ubicado en el paraje Las Maravillas, a unos 20 kilómetros de la localidad de Sebastián Elcano.

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En el año 2002, Ramona Marcelina Orellano de Bustamante fue desalojada violentamente por los empresarios Scaramuzza que decían ser “dueños” del campo. Una topadora arrasó con su casa, tiraron los escombros al pozo de agua para inhabilitarlo, mataron a sus animales. “Si bien al principio tuvimos mucho miedo, inmediatamente con mi madre decidimos mostrar que nosotros éramos quienes nos considerábamos los únicos dueños de ese territorio y comenzamos todo tipo de resistencias”, cuenta Orlando Bustamante, uno de sus hijes. Así, en el departamento de Río Seco, acompañada del Movimiento Campesino de Córdoba, una familia campesina se convirtió en símbolo de lucha.

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A lo largo de estos años de lucha, distintas personas y organizaciones se convocaron en la defensa de ese pedacito de monte que resiste como “un oasis, un relicto de un mundo, de universo el cual estas formas de vida presentes fueron dejándolas al margen y acorralándolas”. Las palabras son de Alfonsina Gregorio, una enamorada del lugar, defensora del monte nativo. “Es como un pedacito de tierra viva que resiste y que nos hace recordar ese suelo, los bosques, esas formas, esos tiempos que queremos rehabilitar”, expresa.

Sandra Bustamante se crió en ese monte, próximo a Las Maravillas. Acompaña la lucha campesina de ese territorio que, para ella, significa acercarse a sus ancestros. “Es el alimento, el amor con el que nos criamos. Escuchar a los pájaros de noche contando historias de brujería y Salamanca. Y de día, todos los colores, todos los aromas, sonidos, los balidos, trinos, cacareos tibios, enamorando a un viento norte imitando al viento sur para traer la lluvia -expresa-. Tantas imágenes me despierta ese bello monte resistido y querido por doña Ramona y por Orlando. Tantos cumpas que han pasado, que pasan y que pasamos por ahí. Así, muchas imágenes se me vienen a la mente cada vez que estoy allí. Agradezco al universo que podamos tener la posibilidad hoy”.

Nota completa: https://latinta.com.ar/2022/06/un-ano-partida-ramona/