Córdoba diverse

12 años de avances en derechos para la comunidad LGBTQI+

La Ley de Matrimonio Igualitario cumplió años y recordamos brevemente el recorrido de esta importante política pública de promoción de derechos civiles de igualdad e integración.

Por Redacción ACN • 18/07/2022 00:05 • Tiempo estimado de lectura: 5 minutos

Hace doce años, después de 15 horas de debate, se festejaba frente al Congreso y en todo el país la sanción de la Ley Nº 26.618, de Matrimonio Igualitario.

En su momento, la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) puso en marcha su proyecto de ley de Unión Civil, con el aval de la justicia, que se oficializó en la ciudad de Buenos Aires.

Pero lo que se señalaba desde la comunidad LGBTQI+ era que el trámite era de «unión», no de «matrimonio»: no se lograban garantizar los derechos plenos de las parejas del mismo sexo. 

Por este motivo, en 2009 la CHA y la Federación Argentina LGBT lanzaron una campaña nacional para visibilizar esta distinción.

El objetivo final era presentar un proyecto en el que se presentaban cientos de recursos de amparo de todo el país, para así demostrar la necesidad de la creación y aplicación de políticas públicas de igualdad.

A partir de ese momento, se trazó el camino para militar y luchar por instalar el debate de una ley que no tenía suficiente consenso en ninguna de las cámaras del Congreso.

El 14 de julio de 2010 comenzó un largo debate, con intervenciones de distintos bloques, una eterna espera en las afueras del Congreso y un poderoso lobby en contra.

Durante gran parte de la noche y la madrugada de la sesión en la legislatura, las organizaciones LGBTQI+ recibían noticias desalentadoras sobre cómo iba el recuento preliminar.

Se perdían posibles votos, los funcionarios más dudosos recibían llamados para votar por el no, el lobby eclesiástico era implacable: decían por televisión que esta ley era un producto del demonio.

La votación terminó a las 4 de la madrugada del 15 de julio de 2020, con un reñida diferencia: 33 votos a favor, 27 en contra, 3 abstenciones y 9 senadores ausentes.

La historia de los derechos cívicos básicos cambió para muchas familias: poco después de la votación, varias parejas gays y lesbianas pudieron casarse en distintos puntos del país.

Entre ellos, quince días después de la sanción, José Luis Navarro y Miguel Calefato fueron los primeros en estrenar la ley.

Se casaron el 30 de julio en Frías, Santiago del Estero, a las 7:15 de la mañana para evitar cualquier repercusión mediática.

Este 2022 cumplieron 12 años de casados, pero ya llevan juntos 38. Según lo que le contaron a Télam, el trámite del pedido de turno sucedió de la siguiente manera:

En la oficina de esta localidad de 40 mil habitantes lo recibió el jefe regional, que le dijo que «no tenía ningún problema en dar el turno, pero todavía no tenía instrucciones» sobre cómo proceder.

«Entonces le pedí que me guarde el turno para el viernes 30 y me derivó con una empleada para completar la planilla que recuerdo que me preguntó ‘¿cuál es el nombre de su esposa?’, a lo que yo le contesté ‘no hay esposa'», contó este arquitecto cordobés.

«¡Ah, si no hay esposa no hay casamiento!», le respondió la oficinista que hoy José recuerda con gratitud porque «no hizo ninguna cara extraña» cuando él le explicó que lo que había era un esposo: «¡Ah bueno, pongo el nombre del esposo, entonces!», le replicó, rápida de reflejos.

Después de este hecho histórico, la cantidad de matrimonios entre parejas de la comunidad LGBTQI+ representan cada año un mayor porcentaje en todo el país.

Las aplicaciones de la Ley N.° 26.618

La ley es modelo en Latinoamérica por su redacción y aplicación, por lo que Argentina pronto estuvo a la vanguardia en materia de derechos de la comunidad LGBTQI+,

En su artículo 2° establece: “El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo”.

Otorga derechos básicos de todo matrimonio: el poder compartir junto al cónyuge una cobertura de salud, el derecho a la herencia, a la propiedad de los bienes compartidos o el derecho a obtener una pensión en caso de fallecimiento de uno de los integrantes de la pareja.

Una de sus particularidades es que se aplica también a las personas no residentes, es decir que permite el matrimonio igualitario a turistas.

De esta manera Argentina no sólo recibió turistas, sino también pedidos de refugiados de países donde las uniones entre personas del mismo sexo están prohibidas o penadas por la ley.

Hasta el momento se calculan más de 400 parejas extranjeras que arribaron al país para hacer valer su derecho al matrimonio.

“En general vienen a solicitar refugio, y al estar acá se enteran que se pueden casar y muchos deciden hacerlo, sabiendo que pueden acceder a ese derecho en este país”, explicó a Télam Maribe Sgariglia, integrante de la Federación Argentina LGBT y la Defensoría LGBT, perteneciente a la Defensoría del Pueblo porteña.

En 2010 la consigna de la lucha era «Los mismos derechos con los mismos nombres». Luego de conseguida esta ley, las organizaciones LGBTQI+ y feministas se organizaron por la ampliación de derechos a través de nuevas políticas públicas de igualdad e inclusión.

Entre ellas, se logró la Ley de Fertilización Asistida en diciembre del 2010, la de Identidad de Género en 2012, Ley Micaela de 2019, el Cupo Laboral Trans en el Estado y el DNI no binario en 2021.