Córdoba independiente
Voy de Feria: una apuesta de producción y consumo consciente
Por La Tinta • 17/04/2021 12:00 • Tiempo estimado de lectura: 5 minutos
Nota destacada de la semana: Redacción La Tinta
La producción agroecológica ha crecido en los últimos años y Voy de Feria es una propuesta virtual que reúne un mapeo de ferias agroecológicas de toda la provincia y visibiliza esa otra ruralidad profundamente activa y comprometida con un modelo sustentable. En tiempos de pandemia, la apuesta es volver a lo local como forma de sobrevivir comunitariamente y poner en el centro el cuidado de la vida.
Vivimos en tiempos en los que el mercado tiene aceitado, como nunca antes, nuevas y mejores estrategias para mantenernos comprando productos procesados, a precios caros, sin información en sus etiquetados y en una cadena de desconexión de quien produce. Paralelamente, crecen cada día proyectos y experiencias que disputan el modelo alimentario vigente en nuestro país que atenta contra nuestros cuerpos y la soberanía alimentaria.
Voy de Feria es uno de esos proyectos. Lleva más de dos años generando redes de trabajo colaborativo entre les productores y les consumidores. A comienzo de este año, dieron un paso más y crearon una propuesta virtual: la plataforma web que propone una cartografía de ferias agroecológicas de toda la Provincia. La iniciativa contó con el apoyo de un proyecto especial de comunicación comunitaria rural del ProHuerta, programa co-financiado entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Esta apuesta por democratizar la información fortaleciendo lo comunal propone un mapa virtual de más de 30 ferias agroecológicas geolocalizadas en todo el territorio cordobés y, también, incluyen información sobre quiénes producen, dónde están, sus historias de vida y de sus producciones. Humanizar el comercio, algo que parece imposible en la normalidad de las góndolas. “No hay en todo el país un sitio donde, en un solo click, puedas encontrar la agroecología de toda una provincia”, expresan en el sitio web quienes coordinan la iniciativa.
Participan más de 300 familias con más de 400 productos y elaboraciones de manera agroecológica, es decir, una forma consciente de producción saludable, sin usar productos agroquímicos o semillas transgénicas, respetando la biodiversidad y poniendo en el centro el cuidado de la vida desde un paradigma integral. Quienes las integran son familias, cooperativas y pequeñas unidades de producción que no tienen la propiedad de las tierras que trabajan, pero que las cuidan como se cuida al hogar.
Los principios y mojones que les unen son claros y aparecen de toque en la página: la salud y el cuidado y defensa de la vida ofreciendo una oferta de “alimentos locales, de estación y otros productos artesanales que aportan equilibrio para la salud humana, cuidan y defienden otras formas de vida. Vínculo íntegro, dinámico y relacional con la naturaleza”; la identidad y saberes ancestrales, con “elaboraciones que protegen y respetan las diversidades y promueven vínculos sociales y ecológicos, la memoria de quienes cuidan y reproducen la vida” y el trabajo digno y el consumo responsable con una propuesta de “consumo responsable en pos de la soberanía alimentaria”.
Comercializan productos de los más variados en sus usos y opciones, y para todos los gustos. Desde verduras y frutas frescas y de estación, productos de granja, panificados, conservas y delicias artesanales como dulces, opciones veganas y libres de gluten, y otras pócimas deliciosas elaboradas en entornos seguros y recuperando tradiciones y saberes. También encontrás productos de higiene y cosmética natural sin parabenos, flúor u otros químicos. Las ferias cuentan con protocolos de calidad agroecológica, monitoreadas por las dependencias correspondientes del Estado. Y vale aclarar que, en tiempos de pandemia, también están vigentes protocolos de cuidados al respecto.
Los motivos por los cuales consumir en cada una de las ferias son muchos y variados. Algo hermoso acontece en el encuentro en estos espacios colectivos, que son tan antiguos como lo es el intercambio de bienes sobre la tierra. Verse las caras, estrechar un ida y vuelta entre quien produce y quien consume, generar vínculos más responsables en esa operación que mercantilizamos y deshumanizamos en la modernidad. Saber qué consumimos, cómo está elaborado, por quiénes y cuánto vale crea una economía alternativa que resiste a un sistema de consumo expulsivo. Un modelo solidario y cooperativo que ha permitido, en muchos momentos de la historia reciente, a muchas familias poder comer y sobrevivir.
Voy de Feria genera e incentiva también las redes entre quienes producen, por ejemplo, en compras comunitarias de insumos para reducir costos y la articulación concreta entre feriantes para socializar experiencias, intercambiar vivencias y datos sobre materias primas. Lo real de aquella consigna: “La salida es colectiva”.
Esta red de productores desafían al modelo de producción extractiva en nuestras tierras arrasadas, esas familias que trabajan cuidadosa y saludablemente la tierra, son esa otra ruralidad que existe en nuestra provincia, que está activa construyendo agricultura familiar en distintos puntos del mapa cordobés. Lo hemos dicho muchas veces y lo seguiremos diciendo, “lo que comemos es político”. Andá a tu feria más cercana, conocela y compartí la info con otres. Si no podes llegarte, en la web, tenés información de todas las unidades productivas y te podés poner en contacto con quienes producen lo que te interesa.
*Por Redacción La Tinta / Imagen de portada: La Tinta.