Política y Economía
Las señales de Alberto Fernández incluyen una lista propia en Córdoba
Por Fabián García • 24/06/2021 19:00 • Tiempo estimado de lectura: 6 minutos
El Presidente Alberto Fernández recibió ayer en la Casa Rosada al senador nacional Carlos Caserio y participó del Congreso Nacional de la Asociación Bancaria (AB)
Por Fabián García (enredaccion.com.ar)
El presidente Alberto Fernández recibió ayer en la Casa Rosada al senador nacional Carlos Caserio y participó del Congreso Nacional de la Asociación Bancaria (AB). Los dos gestos políticos son importantes respecto del rumbo del frente peronista y el gobierno nacional.
En la AB resaltó uno de los ejes políticos de su gestión, que es que se recuperen los salarios y el consumo. Lo hizo apenas unas horas después de que los bancarios acordaran una pauta salarial de 45 por ciento para 2021 y la posibilidad de revisarla en diciembre de acuerdo a la evolución de la inflación.
Con Caserio repasó la situación política en Córdoba y ratificó, con la foto, que está dispuesto a que juegue la lista del Frente de Todos en las elecciones legislativas de 2021. El senador cordobés intentará allí, revalidar su banca en lo que, por ahora, será un mano a mano con la diputada nacional, Alejandra Vigo, que también es esposa del gobernador Juan Schiaretti.
Luego de la difusión de la foto del encuentro, se confirmó que Alberto desembarcará en la Fábrica Argentina de Aviones (FADEA), el viernes. Si finalmente se concreta, será la primera visita del presidente, desde que fue electo, a la provincia de Córdoba.
FADEA reúne el simbolismo necesario para presentar el Fondo Nacional de Defensa, que tiene previsto una inversión en equipamiento para las Fuerzas Armadas. El presupuesto del Fondo será de 400 millones de dólares para desarrollar la industria de la defensa y equipamiento.
Si bien se trata de una visita dos veces postergada, la primera en octubre de 2020, por el pico de casos de coronavirus; y en abril de este año porque fue el propio Jefe de Estado el que se contagió de COVID.
Posteriormente, Fernández viajará en helicóptero hasta un tramo de la autopista de la Ruta Nacional número 19, una obra que anunció el ex presidente Mauricio Macri, pero empezó a andar con el nuevo mandatario.
En principio, vendrán con Fernández, el ministro del Interior, Eduardo de Pedro; el ministro de Defensa, Agustín Rossi y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis y el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello. Con ellos estarán todos los funcionarios y legisladores nacionales cordobeses del Frente de Todos.
Con FADEA busca transmitir una imagen concreta de la política industrialista que promueve el frente peronista y con la obra de la ruta 19, seguir mostrando que el gobierno nacional no discrimina a la provincia.
Schiaretti estaría en FADEA y recibiría allí al presidente. “Gestión 100 por 100” dicen en el entorno del mandatario provincial. La directiva central del gobernador es mostrar que “los intereses de Córdoba siempre están por delante de cualquier disputa política”, explicó el mismo vocero. Además, ahora, no hay espacio para diferencias en ese campo, ya que Nación y Provincia tienen aceitados vínculos, sobre todo, en las áreas de salud, política social y obras públicas. “Fuera del foco de los fotógrafos, hay trabajo en conjunto”, coinciden.
Para diferenciarse, Schiaretti necesita que haya una lista del Frente de Todos. “El kirchnerismo va a estar ahí, no acá. Y el electorado cordobés es fundamentalmente anti-kirchnerista” señalan quiénes participan de las conversaciones del “círculo rojo” del mandatario provincial. El segundo paso, será “nacionalizar” la figura de Schiaretti. Las mismas fuentes cuentan que “la idea fuerza es que los cordobeses apoyen su proyección como figura de contrapeso frente a los extremos políticos y, fundamentalmente, como barrera al avance de Cristina Fernández”.
Hasta hace algunas semanas, la intención del presidente Fernández y del titular del bloque del Frente de Todos en la Cámara Baja, Máximo Kirchner, era confluir en una lista común con Schiaretti. Pero el gobernador cordobés se mantuvo en su andarivel y, al menos por ahora, evitó cualquier acercamiento electoral. Los que lo conocen, señalan que el único modo de que dé marcha atrás en su actual estrategia, es que perciba o mida una derrota de Vigo, que sería un golpe para él y el “cordobesismo”.
Para asegurar su esquema, puso a dos “viejos” operadores como Oscar González y Juan Carlos Massei a “oradar” los acuerdos de Caserio con los caciques regionales del peronismo y a garantizar que todo el aparato del PJ trabaje 100% para la candidatura propia. Esto qué significa: que los intendentes no dividan la militancia y trabajen para las dos listas.
Ayer, la imagen de Caserio, el “adversario” número 1 del gobernador, con el presidente fue, por lo tanto, un claro mensaje a Schiaretti, de que la lista del FdT va en serio. Es una respuesta a los operadores del gobernador cordobés, que además de trabajar “el armado” propio, le “bajan el precio” a una eventual lista del Frente de Todos en Córdoba.
“Estuvimos con el presidente Alberto Fernández hablando sobre la posibilidad de que visite Córdoba próximamente. Le agradecí las vacunas que siguen llegando y la ayuda brindada en insumos hospitalarios, en este momento tan difícil que vivimos en Córdoba”, escribió el senador en su cuenta de Twitter.
También apuntó que “conversamos sobre los avances de obras que el gobierno nacional está realizando en la provincia. Inversiones públicas que están siendo fundamentales para dinamizar el desarrollo económico y el trabajo de las y los cordobeses”.
Subyace en este discurso, el concepto de que sin la ayuda del gobierno nacional, Córdoba estaría en problemas. Todo indica que no habrá menciones a Schiaretti, un dirigente con alta imagen positiva en la opinión pública; sino que el objetivo será “ablandar” el voto peronista para reconducirlo hacia la boleta del Frente de Todos. Una cosa es el sector social que apoya a Juntos por el Cambio, que es impenetrable para el relato peronista; y otra, los peronistas y los grupos sociales afines que son más permeables al oficialismo. El mensaje sigue siendo la unidad y la colaboración, que ya no hay razones objetivas para que se sostenga el encono Córdoba-Nación.
“La única verdad, es la realidad”, solía repetir Juan Domingo Perón. Y la realidad, es que los dos peronismos, el cordobés y el nacional, se preparan para enfrentarse en las elecciones. Sin embargo, hasta el 14 de julio –fecha de inscripción de las alianzas-, algunos operadores de uno y otro lado, recuerdan que falta que corra mucha agua bajo el puente.
Fuente: enredaccion.com.ar